Hace la Filarmónica sonar por primera vez Noche oscura, de Clavaud, desde el Conservatorio Nacional de Música
· Protagonizan la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México y el TrÃo D’Argent estreno mundial de salmodia para tres flautas y orquesta
· Se presenta el ensamble de la SecretarÃa de Cultura de la Ciudad en el Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música; también interpretaron El cisne de Tuonela y SinfonÃa No. 5, de Jean Sibelius
La pieza Noche oscura, historia inspirada en el poema La noche oscura de San Juan de la Cruz, compuesta para tres flautas y orquesta por Francois Clavaud del TrÃo D'Argent, tuvo su estreno mundial este fin de semana con la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.
Escrita para tres flautas y orquesta, la melodÃa se apoyó palabra por palabra en las ocho estrofas del poema original y los instrumentos de aliento consiguieron invocar la oscuridad en un concierto ofrecido por el ensamble de la SecretarÃa de Cultura capitalina y el TrÃo D’Argent en el Auditorio Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música.
El TrÃo D’Argent está conformado por tres jóvenes flautistas que decidieron unir su talento y pasión por la música en 1984 y desde entonces mantiene su formación original.
Desde sus inicios fue catalogado como el más importante conjunto de su tipo en el mundo.
La pieza intercala entre las estrofas pasajes más conciliados de las flautas y la orquesta a través del recurso de la microtonalidad. Sin duda, estos instrumentos de aliento juegan un papel protagónico, pues tratan de igualar la intensidad de una voz cantada, una voz trascendente que transporte a la noche oscura.
Bajo la batuta de su director artÃstico, José Areán, la Filarmónica se presentó en el Conservatorio Nacional de Música el sábado 14 de marzo a las 18:00 horas, con un programa que además del estreno mundial de La noche oscura, incluyó El cisne de Tuonela y SinfonÃa No.5 del compositor finlandés Jean Sibelius.
A la cita con el ensamble que lleva casi 37 años ininterrumpidos de trayectoria, acudieron aproximadamente 300 personas de todas las edades, para disfrutar la combinación sonora de violines, violas, violoncellos, contrabajos, flautas, oboes, corno inglés, clarinete, fagotes, trompetas, trombones, tuba, arpa, timbales y percusiones.
El primer número de la presentación fue El cisne de Tuonela, que cuenta la leyenda de Lemminkäinen, héroe aguerrido, temerario y seductor de Kalevala, quien luchó por el amor de la hija de Louhi, dama y señora de la tierra enemiga Pohjola.
Para conseguirlo, Lemminkäinen debió completar tres tareas: lazar un alce, domar un potro salvaje y matar al cisne de Tuonela con una sola flecha. Cumplió las dos primeras, pero cuando viajó a Tuonela, la tierra de los muertos, el infierno de la mitologÃa finlandesa, el enamorado aventurero murió envenenado en manos del pastor ciego que habitaba las regiones de Tuonela.
Ésta es una de las muchas historias contenidas en el libro fundamental de la épica nacional finlandesa, El Kalevala.
Más allá de la historia, resulta interesante el enfoque sonoro de Jean Sibelius, que en lugar de prestar atención a la muerte violenta de Lemminkäinen, describe las aguas de Tuonela adornadas con el majestuoso cisne a través del sonido de los instrumentos de cuerda y el corno inglés, interpretados por la Filarmónica.
Como segundo número llegó el estreno de Noche oscura. Y aquà cabe recordar que Clavaud ha establecido una particular conexión con México, a través de diversas presentaciones del Trio D'Argent en el paÃs y también mediante la realización de arreglos a temas de la música mexicana como La Sandunga y Dios nunca muere.
Tras un breve intermedio, llegó el tercer y último número de la noche: SinfonÃa No. 5 de Jean Sibelius, considerado uno de los grandes sinfonistas del siglo XX. La obra destaca por haber sido creada en el contexto tormentoso de la Primera Guerra Mundial, pero especialmente por la visión particular del compositor respecto de la obra modificada en tres ocasiones (1915,1916, 1918).
La melodÃa asciende y desciende como olas en el mar, aunque en realidad la parte más poderosa, la que mantuvo al público expectante, fue la final, donde los compases de silencio se apoderan de la sinfonÃa.
Luego de dos horas de un sonido envolvente que sedujo y transportó a otros lugares, el público aplaudió y gritó animado, mientras algunos se pusieron de pie para reconocer el trabajo de los músicos y del director.