Abren al público exposiciones que muestran los universos creativos de cuatro artistas mexicanos
· Cuerpos habitados, de Eugenia Chellet; Sursum corda o la última canción, de Guillermo Arreola; Arrabales de una vida, de Guillermo Scully, y Rostros de la llama. Obra gráfica de Luis López Loza, podrán visitarse hasta mediados de julio en el Museo de la Ciudad de México
· Las muestras se fueron volviendo como una especie de imagen presidida por el cuatro: los cuatro puntos cardinales, la Rosa de los Vientos, las cuatro cartas del póker y terminaron resultando algo así como un único evento con cuatro rostros, dice José María Espinasa
Atmósferas oníricas y evocadoras plasmadas en óleo, fotografías intervenidas, video-performance, estampas basadas en poemas que transitan entre lo abstracto y lo figurativo, objetos e instalaciones, entre otras obras y propuestas, integran las cuatro exposiciones que abrieron al público la noche de este jueves en el Museo de la Ciudad de México de la Secretaría de Cultura capitalina.
Las cuatro muestras que permanecerán en exhibición hasta mediados de julio en el recinto del Centro Histórico, y que permiten conocer los universos creativos de cuatro artistas mexicanos, son: Cuerpos habitados, de Eugenia Chellet; Sursum corda o la última canción, de Guillermo Arreola; Arrabales de una vida, retrospectiva de Guillermo Scully, y Rostros de la llama. Obra gráfica de Luis López Loza.
Al inaugurar estos montajes, José María Espinasa, director del Museo de la Ciudad de México, acompañado por los artistas participantes, señaló que cuando se planearon estas exposiciones, aparentemente sin conexión entre ellas “en el transcurso del tiempo se fueron volviendo como una especie de imagen presidida por el cuatro: los cuatro puntos cardinales, la Rosa de los Vientos, las cuatro cartas del póker y terminaron resultando algo así como un único evento con cuatro rostros”.
Espinasa agradeció la “colaboración, paciencia y talento” de los artistas que participan en estas muestras: Eugenia Chellet, Luis López Loza, Guillermo Arreola y Helena Scully, en representación y memoria de su padre Guillermo Scully, quienes, dijo, en todo momento estuvieron cerca del montaje con ideas siempre inteligentes y adecuadas. “Les agradezco enormemente el que hayan aceptado estar en las salas de este museo”.
El Museo de la Ciudad de México, concluyó José María Espinasa, esta gran casa de cultura, es para el espectador, el visitante, el ciudadano interesado en el conocimiento y el arte, por lo que también agradeció la presencia del numeroso público que se dio cita para la inauguración de las exposiciones.
Cuerpos habitados es una muestra con obra reciente de Eugenia Chellet, que evoca la trayectoria de una artista mexicana emblemática del performance y la multidisciplina de la segunda mitad del siglo XX. Con una serie de obras inéditas, se recrean aquí algunos personajes iconográficos de los arquetipos femeninos; todos pertenecientes a distintos momentos históricos de la cultura, desde la pintura clásica, hasta el cine y la publicidad.
Esta exposición es un juego de autorretratos provenientes de anteriores performances, donde Chellet ha encarnado distintos personajes femeninos que se han convertido en verdaderos íconos. En el montaje destaca un video-performance, donde por medio de la imagen en movimiento, Chellet se apropia de una de las obras más representativas del siglo XIX, original de Francisco de Goya y Lucientes, para reencarnar a La Maja que se viste y desnuda a voluntad.
En tanto, Sursum corda o la última canción es una exposición de obra multidisciplinaria que abarca diez años de la producción del artista Guillermo Arreola. Incluye pintura, fotografía, instalación, así como textos de su autoría que reflejan distintas expresiones urbanas. En el ámbito de la plástica, Arreola es autodidacta y ha incursionado en la fotografía para después volcarse a la pintura, en donde ha realizado una intensa labor a lo largo de los años recientes.
Asimismo, Arrabales de una vida, presenta obras de Guillermo Scully, artista fallecido en 2011. Curada por su hija Helena Scully, esta muestra incluye documentos personales, bocetos, dibujos y obras de distinto formato sobre tela, cartón o madera, que conforman un recorrido completo tanto por la etapa de formación como de madurez de este creador.
Finalmente, Rostros de la llama. Obra gráfica de Luis López Loza, está integrada por series que comprenden ocho carpetas. Entre ellas hay dos libros de artista y 33 grabados de mediano y gran formato, realizados en técnicas de buril, messotinta, aguatinta y mixtos con temas abstractos relacionados a textos poéticos y literarios.
Estas exposiciones tendrán también diversas actividades paralelas, como el Taller de Grabado con punta seca, vinculado con la muestra Los rostros de la llama, de la obra gráfica de Luis López Loza, y el taller Del Sonido a la Imagen: La obra Guillermo Scully en el MCM, en distintas fechas y horarios de marzo y abril.
El Museo de la Ciudad de México se ubica en Pino Suárez núm. 30, Centro Histórico. Muy cerca del Zócalo capitalino.
Para mayor información consultar: www.cultura.df.gob.mx