Brian Nissen y Alberto Ruy-Sánchez inaugurarán el ciclo Diálogos cruzados
Primera de tres charlas en torno a la creación artística en el siglo XXI
Como parte de las actividades del Año Dual México-Reino Unido
El miércoles 2 de septiembre a las 19:00 horas en el Museo de Arte Moderno; entrada libre
El nuevo ciclo Diálogos cruzados, que se organiza como parte de la celebración por el Año Dual México-Reino Unido, propone reunir a un escritor mexicano con un artista plástico británico para conversar sobre la creación artística en el siglo XXI, gracias a las relaciones, las influencias estéticas y los vínculos entre ambos países.
En la primera de tres sesiones participarán Brian Nissen y Alberto Ruy-Sánchez, el miércoles 2 de septiembre a las 19:00 horas en el Museo de Arte Moderno, ubicado en Paseo de la Reforma s/n, Bosque de Chapultepec. La entrada será gratuita.
El arte mesoamericano ha sido inspirador de uno de los artistas más peculiares que ha dado la escena artística de nuestro país. Forjado en medio de la vida cultural de los años sesenta en México, el británico Brian Nissen se ha caracterizado por ofrecer propuestas innovadoras que han sido expuestas en recintos emblemáticos como el Museo de Arte Moderno de México, el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, el Museo del Barrio de Nueva York o la Galería Whitechapel de Londres.
La llegada de Brian Nissen a México la decidió su lectura de Bajo el volcán de Malcolm Lowry, quien fue el “culpable” de que decidiera venir a nuestro país, cautivado por los escenarios que describía esa famosa novela y que pensó le servirían para venir a pintar tranquilamente. Su llegada suponía tres o quizá cuatro años de estancia, pero se quedó a vivir aproximadamente 18 años.
Una de sus primeras amistades fue la artista plástica Joy Laville, quien residía en San Miguel de Allende, a donde Nissen llegó gracias al consejo de un ceramista inglés que vivía en Veracruz. Arribó en barco al puerto mexicano desde Francia, pues estudió en la École des Beaux-Arts del París de la guerra con Argelia, el que lo acogió en el único sueño que tenía por entonces: pintar.
Brian Nissen dibujó desde niño, por lo cual siempre supo su destino. En Londres vivió desde los 15 años de edad de hacer ilustraciones de libros y de moda. A los 19 ganaba suficiente dinero. Mucho antes, su familia huyó de su natal Hampstead hacia un pequeño pueblo en Gales, debido a la Segunda Guerra Mundial.
La Ciudad de México lo recibió con una escena cultural en pleno apogeo. Los artistas de entonces reaccionaban contra el muralismo mexicano, hacia el desarrollo de nuevas visiones artísticas y lenguajes contemporáneos que no solo recaían en artistas plásticos, sino también en escritores y cineastas.
Fueron los años del florecimiento del festival Poesía en Voz Alta en la Casa del Lago, con Juan José Arreola a la cabeza, y de la creación del Salón Independiente, con artistas que después se consagrarían en México. Rufino Tamayo, Arturo Ripstein, Vicente Rojo, Octavio Paz, Juan García Ponce, Manuel Felguérez, Lilia Carrillo y Luis Buñuel eran solo algunos de los creadores que ya eran reconocidos o comenzaban a serlo. A esa generación pertenece Brian Nissen, y con todos tuvo una relación cercana.
Su trabajo en la pintura y la escultura han producido importantes muestras, como Mariposa de obsidiana, inspirada en el poema en prosa homónimo de Octavio Paz, y en la que presentó pinturas en relieve, esculturas y obra gráfica. Además, las piezas fueron acompañadas por la voz del propio Paz en grabaciones musicalizadas por Carles Santos, y por una coreografía interpretada por los bailarines de la compañía Nueva Danza en México de Elsy Contreras.
También es conocida su serie Limulus, que realizó a partir del cangrejo herradura que habita en las playas de Nueva Inglaterra, y que estuvo conformada por esculturas en bronce y collages. En su exposición Atlántida, que surgió a raíz de una invitación a colaborar en las celebraciones del descubrimiento de América, inventó grandes mapas marítimos de la Atlántida como una suerte de “cartografía poética”, e integró cantos de ballenas como sonido de fondo.
Los códices prehispánicos le impresionaron desde que tuvo contacto con ellos por primera vez, y desde entonces empezó a hacer los propios. Las chinampas también ocupan un lugar importante en su trabajo, con piezas basadas en los jardines flotantes de Xochimilco. Una de sus obras más conocidas es el mural escultórico El Mar Rojo que se encuentra en el centro comunitario judío Maguén David en la Ciudad de México, y que mide 44 x 5.5 metros.
En octubre de 2012, el Museo del Palacio de Bellas Artes albergó una muestra individual de Nissen, integrada por la obra realizada por el artista en los últimos 25 años, y que incluyó también fotografías y material documental.