Isla de Mezcala: Comida, arquitectura y fantasmas en el Lago de Chapala
En medio del majestuoso Lago de Chapala, el cuerpo de agua más grande de México, existe un pequeño espacio donde la arquitectura, gastronomía y leyendas se apoderan de cada rincón. ¿Estás listo para conocer todo acerca de la Isla de Mezcala en Jalisco?
Este pedazo de tierra ubicado a 50 minutos del Pueblo Mágico de Ajijic, en la localidad de Mezcala (municipio de Poncitlán), no mide más de 20 hectáreas, pero en ella hay muchos atractivos por conocer. Para empezar, la historia de su origen sigue siendo un misterio, debido a que no hay muchas pistas acerca de su pasado antiguo.
Gracias a diversas investigaciones se sabe que la Isla de Mezcala (conocida antes como Isla Presidio) se fundó en el año 1280. Fue un centro de culto alrededor del siglo XIV, ya que se han encontrado rastros de civilizaciones que habitaban en la entidad, como puntas de obsidiana, ornamentos y piezas cerámicas. Los expertos creen que estos restos pertenecieron a la civilización que se desarrolló en los Guachimontones, una zona arqueológica muy famosa en Jalisco.
Décadas después, se convirtió en el escenario de un capítulo de la Guerra de Independencia, cuando se transformó en un fuerte del ejército insurgente, que se atrincheraron alzando una gran fortificación que resistió los violentos ataques de los realistas durante cuatro años.
Con el paso del tiempo, está construcción tipo militar llamada El Fuerte se convirtió en El Presidio, una cárcel donde albergaban a presos de alta peligrosidad originarios de la ribera de Chapala y Michoacán. Esta prisión funcionó de 1926 a 1855.
Debido a la naturaleza de esta construcción, existen muchas leyendas e historias de terror, casi se puede sentir que las almas de los presos rondan las celdas, pasillos y corredores del lugar. Por si fuera poco, existe una pequeña cueva que sirve como centro de culto a la Virgen de San Juan de los Lagos, además de una antigua capilla construida a base de piedra volcánica, sábila y restos de animales. Se cuenta que en este sitio las personas elevaban oraciones y penitencias e incluso servía como un pequeño panteón.
En la parte trasera de la isla se encuentra El Cuartel Viejo, un conjunto de ruinas que anteriormente albergaba la producción de armas a base de pólvora, principalmente bolas de cañón. A un costado está la Torre del Caballero Alto, construcción de color amarillo de gran altura que sirvió como centro de tortura en la época prehispánica.
A pesar de los fantasmas, leyendas y la vibra que transmite, la Isla de Mezcala es el sitio ideal para pasar un fin de semana en familia. En el malecón de la isla se pueden encontrar exquisitos pescados y mariscos frescos. El Paraje Insurgente, un restaurante ubicado en el barrio de La Cuesta (a tan solo cinco minutos del centro de Mezcala), es perfecto para disfrutar de los platillos típicos de la zona, los cuales son preparados con ingredientes locales.
Algunos platos imperdibles son el caldo de bagre, charales capeados y camarones. Para los sedientos, un buen tarro de pulque o unos shots de mezcal elaborados de manera artesanal son perfectos para apagar esa sed de la mala. La mejor época para ir a comer a este destino es durante la temporada de lluvias, por lo abundante de sus pescas.
Para llegar a esta isla hay que tomar una embarcación desde Mezcala o una típica lancha desde el malecón de Chapala. El tiempo recomendado para recorrer la isla es de 2 horas, además lo mejor es contratar a un guía local, ya que ellos conocen mejor que nadie las historias y leyendas más importantes del lugar.
Fotos:
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