Lydia Romero y El Cuerpo Mutable ofrecerán Escaparates para celebrar 40 años de actividad dancística
Ø En el marco de la Temporada de Danza en el Palacio de Bellas Artes
Ø La obra investiga la pulsión que genera en el ser humano la adquisición de un objeto deseado, dice la coreógrafa
Ø Me emociona volver al escenario donde debuté hace 40 años: Lydia Romero
La bailarina y coreógrafa mexicana Lydia Romero, al frente de su compañía El Cuerpo Mutable, participará en la Temporada de Danza en Palacio 2015 con una función conmemorativa de sus 40 años de actividad que ofrecerá el próximo jueves 6 de agosto a las 20:00 horas en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
“Celebrar el oficio del intérprete, ese que va adquiriendo experiencia y cuyo instrumento fundamental, el cuerpo, también va cambiando. Cumplo 40 años de bailar. Debuté en Bellas Artes en 1975 con el Ballet Nacional de México y la obra Interacción y recomienzo, de Guillermina Bravo.
“Recuerdo perfecto ese momento, el lenguaje de la obra, el foro, mis compañeros. Me emociona presentarme nuevamente justamente ahí”, dijo la también maestra de varias generaciones de artistas.
En la función conmemorativa, El Cuerpo Mutable hará el estreno mundial de la obra Escaparates. Al respecto, Lydia Romero expresó: “Es una obra que hice a partir de un escaparate que vi en Nueva York. Está relacionada con la belleza y los objetos deseados, con la pulsión que suscitan en el ser humano los objetos bellos y bien diseñados, y las ganas de poseerlos”.
Se trata, dijo, de un espectáculo que navega entre lo serio y la frivolidad y se debate entre la apariencia y la esencia, la inmanencia y la trascendencia.
“Es un juego del transeúnte que admira algún producto en un escaparate, pero a la vez empieza una especie de viaje en el que la persona se ve con los objetos. Por otro lado, se refleja la vida suspendida de los maniquíes dentro de los escaparates y lo que sienten y piensan de la gente que los observa: es la vida entre la ficción y la realidad, y tiene un sustrato de frivolidad, pero también de sustancia y esencia”, dijo la coreógrafa.
Tras señalar que en Escaparates la compañía también presentará algunos pasajes de obras emblemáticas de la agrupación, explicó que la obra iniciará con una instalación que la agrupación hará afuera del Palacio de Bellas Artes, porque es un evento que se presenta bajo la idea de que en el siglo XXI la propuesta estética rebasa los límites del foro y del teatro convencional, y que el foro no es únicamente el teatro y las butacas.
“Hoy, la escena contemporánea se contempla como algo que rebasa, desborda e inunda los espacios cotidianos y urbanos, por eso hemos desarrollado propuestas escénicas en plazas públicas, museos, bibliotecas y espacios alternativos”, comentó la bailarina y coreógrafa.
La compañía El Cuerpo Mutable se fundó en 1982 y desde entonces maneja como herramienta de trabajo el teatro de movimiento y la improvisación, por lo que, explicó, se presentan situaciones y propuestas, pero los intérpretes juegan con aquello, lo explotan y lo manipulan para poder generar un lenguaje propio de cada puesta en escena.
Sobre la propuesta actual de su agrupación señaló que “está cambiando de traje nuevamente”: Me apasiona el cambio y por eso la idea de la mutación y el cuerpo mismo. El cuerpo se transforma permanentemente igual que la realidad, el país y el mundo. Todo evoluciona y la cualidad permanente del cambio y de la mutación me parece algo extraordinario”.
En el caso de Escaparates, destacó la coreógrafa, convocó a ejecutantes que son a la vez creadores escénicos y han colaborado con El Cuerpo Mutable desde hace mucho tiempo, además de cinco jóvenes egresados de la Academia de la Danza Mexicana y bailarines de su generación.
“Creo que es muy interesante el poder reunir a 18 bailarines con estas características y en el mismo ejercicio del montaje poder acervar la transmisión de conocimientos”, agregó.
Para la maestra Lydia Romero, actualmente directora de la Academia de la Danza Mexicana del INBA, las generaciones de bailarines son hoy muy versátiles y requieren enfrentarse a lenguajes distintos para tener la capacidad de integrarse a proyectos diversos, solucionar los problemas a los que se enfrentan en la vida profesional, tener la capacidad de resolución y de criterio amplio, poder generar lenguaje y participar activamente con la obra, dialogar con los diferentes coreógrafos y tener un punto de vista personal.
Al respecto, comentó: “Recién terminamos las prácticas escénicas de la escuela y cada vez estoy más sorprendida de las capacidades de los alumnos, del trabajo en colectivo de maestros, estudiantes y trabajadores. Estamos muy satisfechos con los resultados. Servimos como acompañantes de su proyecto y hay una relación de cambio y de transformación”, concluyó