El negro: origen infinito, retrospectiva de Beatriz Zamora en el Salón de la Plástica Mexicana



· La exposición comprende obras de 1977 a 2022; estará abierta hasta el 8 de octubre



“Yo soy Beatriz Zamora y todo lo que me ha guiado en la vida es la esencia cósmica, la verdad, y eso es todo lo que soy”, aseguró la artista mexicana nacida en 1935, cuya exposición individual El negro: origen infinito fue inaugurada en el Salón de la Plástica Mexicana del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).



La ceremonia estuvo presidida por la coordinadora nacional de Artes Visuales, Lluvia Sepúlveda, por los investigadores Araceli Ramírez Santos, Marco Antonio Silva Barón y Francisco Hernández Zamora, hijo de la artista; además por la expositora.



Beatriz Zamora señaló que cada una de las obras de su muestra individual “nació del amor a cada hombre y mujer que habita esta tierra y por amor a México”.



Vestida de negro, acorde con su exposición, dijo que un día se dio cuenta de que “era dueña del negro, de todo el negro, no nada más de un pedacito, entonces salió a la calle para gritarles a todos que el negro es de México. Mejor me puse a trabajar con todo ese principio de conocimiento que el mismo negro me dio”.



A partir de ese momento, agregó la artista de 88 años, me puse a trabajar con los materiales y los conceptos. El negro es algo tan querido por mí que sería capaz de pintar grandes cuadros en su nombre. He hecho entre 600 y 700 cuadros para él, pero la verdad es que le falta, aunque ya no estoy en capacidad de continuar.



“El amor al trabajo, el amor a la humanidad, el amor a la vida no tiene precio y es lo único por lo que he trabajado; he hecho lo mejor que he podido y ha sido para todos”, aseguró Zamora.



En el recinto de la colonia Roma, la artista explicó: Dentro de mi obra hay un silencio, el cual nos convierte en seres cósmicos, es lo único que somos, como la verdad absoluta. Como seres cósmicos deberíamos llenarnos de fuerza y de alegría, y ser capaces de amar la belleza. Somos eso: el negro, hijos del universo.



Por su parte, Lluvia Sepúlveda dijo que la primera vez que Zamora tuvo contacto con el color negro desde niña. Durante un ejercicio de respiración experimentó un éxtasis profundo que la llevó a percibir la absoluta belleza, así como lo sublime, el cosmos y la vastedad del universo que eran profundamente negros.



Dijo que desde muy pequeña el negro se ha vuelto un regalo en su vida y ha marcado una trayectoria sui generis en la historia del arte, además lo hecho en color la ha llevado a desarrollar tanto una ética del arte como una praxis profunda e inédita en el ámbito de la plástica occidental.



Aseguró que la artista también abrió los caminos para las mujeres artistas visuales no sólo de su generación sino de las posteriores. Esta noche, afirmó Sepúlveda, el Inbal reconoció a una creadora extraordinaria y a una pensadora radical del arte y la vida.



Por su parte, Araceli Ramírez Santos, psicóloga, investigadora y curadora, señaló que Zamora es una mujer guerrera y talentosa, resistente a la pobreza, al aislamiento, la pérdida y a la soledad, para abordar la obscuridad y emerger con la sabiduría del sobreviviente, del que ha naufragado hacia su interior y se ha encontrado con algo de su deseo y de su ser. Recordó que el negro es, para Zamora, la verdadera esencia de la vida y del cosmos, es decir el vacío, el silencio.



Indicó que, al descubrir la pintura, la artista quería retratar el amor, la belleza, la libertad y la verdad. Desprenderse de sí misma y convertirse en obrero de la belleza de su propia vida, fueron dos de sus objetivos, agregó Ramírez Santos.



A su vez, Marco Antonio Silva Barón, historiador del arte y curador, señaló que en las obras de Zamora el espectador no sólo mira sino que se adentra en esa oscuridad, permitiendo que su mente se expanda y explore las profundidades de su propio ser.



Finalmente, el artista e investigador Francisco Hernández Zamora, hijo de la expositora, dijo que a sus 88 años la obra de Zamora, conformada por más de 4 mil piezas, es un referente vigente de trascendencia en el panorama artístico nacional e internacional. Su obra, minimalista y primitiva, busca lo absoluto.



La retrospectiva de Beatriz Zamora, que abarca de 1977 a 2022, estará abierta, gratuitamente, en el Salón de la Plástica Mexicana hasta el 8 de octubre de este año.