Artistas que consideran la danza como ciencia
Sublime actuación de la compañía Alonzo King LINES Ballet, en el Palacio de Bellas Artes
· A más de 30 años la compañía continúa desarrollando un nuevo lenguaje del movimiento
Al hablar de ballet es común pensar en la imagen de una bailarina arropada con mallas, leotardo y tutú. Es una agradable sorpresa encontrarse con una danza diferente, más libre, con un nuevo potencial expresivo, sin perder la rigurosa técnica que ofrece el ballet. Esto y más es lo que deja al descubierto la exquisita ejecución que los bailarines de LINES Ballet despliegan en el escenario.
Así fue el debut de la compañía de Alonzo King la noche del sábado 25 de julio en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, con la participación de diez bailarines en escena y una programación divida en tres partes, en el marco de la Temporada de Danza del recinto de mármol.
La presentación abrió con la obra Concierto para dos violines, basada en el Concierto en re menor de Johann Sebastian Bach, la cual constó de tres actos: Vivace; Largo, ma non tanto y Allegro, obra que ha sido descrita por Alan Ulrich, crítico del San Francisco Chronicle, como “una danza de gran flexibilidad y resonancia emocional, por una compañía de artistas de gran resistencia que disfrutan los retos que la coreografía que King les exige”.
La segunda parte continuó con la coreografía Men´s Quintet, en la que cinco bailarines mostraron a través de su cuerpo y movimientos, la fuerza y la sensualidad del cuerpo masculino. Ataviados con pantalones gris oscuro tornasoleados y el torso descubierto, recordaron la perfección de las obras de Miguel Ángel Buonarroti y Leonardo Da Vinci, esculturas y trazos que se exhiben en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
Con música de Edgar Meyer y Pharoah Sanders, ésta segunda pieza extraída de The Radius of Convergence (2008), busca cubrir todas las posibilidades de los sentimientos humanos.
La última parte, Writings Grounds, compuesta por 14 breves piezas unidas entre sí, contaron con la participación de todo el grupo de baile y algunos momentos de artistas solos, quienes dejaron entre el público una agradable y excitante sensación, mediante la combinación de fuerza y destreza, movimientos largos y cortos, impresos con energía y perfección.
Ataviados en pantalones de colores oscuros, los bailarines participaron la mayor parte de la función con el torso descubierto, mientras que las mujeres lucieron vestidos cortos o largos, característicos de danzas modernas, los cuales contrastaban con el uso de las puntas distintivas del ballet.
Si bien en su danza se podía observar la fortaleza y perfección del ballet, también resultó muy placentero observar torsos libres, permitiendo a los bailarines una ejecución que conectó al público con un profundo sentido de humanidad compartida.
Para Alonzo King el ballet es una ciencia fundada en principios universales y geométricos, de la energía y la evolución, y continúa desarrollando un nuevo lenguaje del movimiento a partir de sus formas y técnicas clásicas. “Los bailarines no sólo hacen pasos de danza o muestran su personalidad, sino que habitan ideas y las convierten en una expresión comunicable”, ha señalado.
La compañía LINES Ballet con sede en San Francisco, Estados Unidos, se ha presentado en escenarios como la Bienal de Venecia, Monaco Dance Forum, Maison de la Dance, el Festival Internacional de Edinmburgo, Montpellier Danse, entre muchos más.
Los bailarines participantes fueron Michael Montgomery, Robb Beresford, Kara Wilkes, Laura O’Malley, Shuaib Elhassan, Jeffrey Van Sciver, Babatunji, Madeline DeVries, Adji Cissoko, Courtney Henry. El diseño de la escenografía y el vestuario estuvieron a cargo de Robert Rosenwasser, mientras que la iluminación fue diseñada por Axel Morgenthaler.
GVG