Escenificó la Compañía Nacional de Teatro la obra Derrota luminosa, de Estela Leñero
· La puesta en escena rinde homenaje a las mujeres revolucionarias de la época conocidas como anarquistas, en el Cenart
El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) y la Compañía Nacional de Teatro (CNT) presentaron la puesta en escena Derrota luminosa: las anarquistas y la libertad de expresión, escrita por Estela Leñero y dirigida por Juliana Faesler, en el Foro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Esta obra es un homenaje a aquellas mujeres que lucharon por su ideología y que fueron injustamente olvidadas por la historia oficial, es una interesante propuesta escenificada por actores de la CNT del Inbal -instancia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México-, en estos tiempos en que la mayoría de la gente rehúye o desconoce el verdadero significado de las palabras “comunismo y anarquismo”.
La obra resulta vital para adentrarse en algunos aspectos de la vida y obra de dos personajes, Ricardo y Enrique Flores Magón, quienes lucharon por sus convicciones, alejados de la revolución maderista y carrancista.
Lo más interesante de este trabajo es la aparición de varias mujeres que, al igual que los hermanos Flores Magón, se esforzaron para que el ánimo y el sentido revolucionario no decayeran. Sufrieron tortura, hambre, persecución y humillación por sus ideas anarquistas.
Entre esas mujeres resaltan las figuras de Blanca de Moncaleano, Sara Estela Ramírez, Juana Belén, Ethel Duffy, Andrea Villarreal, Elisa Acuña, Teresa Villarreal, Francisca J. Mendoza y Margarita Ortega Valdez, quien fue torturada y fusilada, por mencionar algunas, las cuales apoyaron las ideas anarquistas de los Flores Magón desde diversos frentes, como escritoras, espías y periodistas, hasta como cocineras y enfermeras. Todas ellas no figuran en ningún libro de historia, lo cual es lamentable.
Al principio aparece en escena una Teresa Arteaga, cuyo nombre tampoco figura en ningún libro de historia y cuya función, como anarquista, consistió en actuar como espía, por lo que ella misma dice que su papel era el de ser invisible.
El mismo Ricardo Flores Magón no olvidó a las mujeres en su lucha por la libertad. Escribió: “Es necesario estudiar, es preciso ver, es indispensable escudriñar página por página de ese sombrío libro que se llama vida, agrio zarzal que desgarra las carnes del rebaño humano, para darse cuenta exacta de la participación de la mujer en el universal dolor”.
Todo transcurre dentro de la sala de redacción del periódico Regeneración, en donde se sostienen imaginarios diálogos entre Lucía Norman (hija de María Brousse e hija adoptiva de Ricardo Flores Magón) y Enrique Flores Magón. Son reflexiones sobre la libertad, la justicia, el anarquismo, la falsa democracia y otros temas afines.
A 100 años del asesinato de Ricardo Flores Magón, lo cierto es que la obra de Leñero es actual y parece que los mismos problemas e ideologías cobran actualidad, pero con un nuevo toque. Los conservadores de hoy son los mártires de la democracia: Las paradojas de la historia.
Aunque los conservadores de hoy desconozcan a Kropotkin, Bakunin, Malatesta y Proudhon, entre muchos otros anarquistas, y tampoco los hayan leído, aunque sea por error, lo correcto sería decir que no tienen una ideología capaz de convencer a las masas, como lo hicieron los hermanos Flores Magón, por ejemplo.
Una obra reflexiva y actual es Derrota luminosa, las anarquistas y la libertad de expresión, un retrato fiel del auténtico movimiento anarquista de hace más de un siglo en México y sus coincidencias, en varios sentidos, con el México actual.