La Casa del Lago fue el escenario para la Gala de ballet de la
Compañía Nacional de Danza
Frente a decenas de familias que asistieron a la Casa del Lago, la Compañía
Nacional de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal)
ofreció una emotiva Gala de ballet integrada por algunos de los pas de deux,
adagios y suites más famosos del repertorio dancístico.
Durante una hora, la agrupación mexicana -codirigida artísticamente por Elisa
Carrillo Cabrera y Cuauhtémoc Nájera-, cautivó a niños, jóvenes y adultos con
sus interpretaciones, en las cuales el dominio de la técnica y el carisma de
bailarinas y bailarines se fusionaron, lo que ha posicionado a la Compañía
como una de las grandes exponentes de la danza clásica a nivel nacional e
internacional.
Los aplausos y ovaciones se registraron en el Foro Alicia Urreta de la Casa del
Lago, espacio al aire libre que reunió a más de 500 personas que después de
su visita por el antiguo Bosque de Chapultepec se congregaron en el lugar
abarrotándolo; quienes no alcanzaron lugar en la sillería optaron por lugares
alternos para disfrutar del espectáculo.
El Foro se convirtió en el escenario donde la Compañía dio vida a personajes
inolvidables de la danza, como Diana y Acteón, Giselle, El Cascanueces y
Raymonda, que forman parte de la memoria colectiva de quienes son
seguidores de género del ballet.
La Gala inició con el Adagio del Acto II de Giselle, a cargo de los intérpretes Ana
Elisa Mena y Roberto Rodríguez, quienes interpretaron la historia de una joven
sencilla e inocente que se enamora de un noble ya comprometido, pero que,
para conquistarla, se hace pasar por un aldeano, pero al final es
desenmascarado.
Después continuó el pas de deux de Diana y Acteón, a cargo de los bailarines
Valeria García y Edwin González, quienes representaron el mito de estos dos
personajes, donde ella es una diosa de la caza que recorre los bosques junto
con sus ninfas y él es un aficionado a la caza.
Nuevamente la historia de Giselle cobró vida en el escenario con el Pas de
Vandage bailado por Corinne Jarvis y William Woodward, quienes
emocionaron a los asistentes con su entrega en el escenario.
La algarabía llegó a su máximo esplendor con la interpretación de dos pas de
deux pertenecientes a uno de los ballets consentidos del público:: El
Cascanueces. Los bailarines Blanca Ríos y Antón Joroshmanov emocionaron al
público con el Hada de azúcar, en tanto que Elisa Ramos y Yubal Morales
interpretaron la Reina de las nieves.
La Gala culminó con la Suite de Raymonda protagonizada por Mayuko Nihei y
Erick Rodríguez, acompañados por parte del cuerpo de baile de la agrupación
del Inbal, quienes en conjunto enaltecieron esta creación de Marius Petipa,
integrada por tres actos y que narra la historia de dos hombres que luchan por
el amor de la protagonista.
Una larga y emotiva ovación de pie recibieron los bailarines de la Compañía
Nacional de Danza, quienes regresaron un par de ocasiones al escenario.