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Musica 2015-07-05 20:27

Cautivó al público el concierto audiovisual del grupo Cabezas de Cera

En la Fonoteca Nacional



Cautivó al público el concierto audiovisual del grupo Cabezas de Cera



La agrupación cierra su gira por el D.F. para presentar su

más reciente disco Música en escala de grises, que incluye

los temas de la musicalización realizada para el filme El

gabiente del Dr. Caligar



Diferentes emociones ocurren en el espectador al presenciar un filme

clásico del cine alemán del año 1920, El gabiente del Dr. Caligari, con

la musicalización realizada por la agrupación mexicana Cabezas de

Cera, la música acompaña atinadamente la trama, llevando al

espectador a estados de culminación que se acentúan por la misma

narrativa caracterizada por la obsesión, la cual se desarrolla en

espacios claroscuros.



Fue así que la música experimental y metálica de Cabezas de

Cera invadió las instalaciones de la Fonoteca Nacional del Consejo

Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) la noche del viernes 3

de julio, pues al registrarse un lleno total en la Sala Murray Schafer del

recinto, se instaló una pantalla en el patio para que el gran número de

gente que se dio cita presenciara el concierto audiovisual.



El grupo integrado por Mauricio Sotelo y Francisco Sotelo,

salieron al escenario para agradecer al público asistente su presencia,

asimismo, manifestaron que la Fonoteca Nacional se ha convertido en

el lugar donde la agrupación presenta su nueva música desde hace ya

cuatro años y se mostraron muy agradecidos con el “templo de la

música” de poder tocar ahí.



Comenzó el espectáculo con música y proyección al mismo tiempo, el

cual está dividido en seis actos. Se trata de un filme icónico e

influyentes de la historia del cine alemán, en el que la obsesión de un

médico psiquiatra por el sonambulismo, lo lleva a inducir a Cesare, el

sonámbulo, a cometer involuntariamente una serie de homicidios.



En entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,

Mauricio Sotelo, quien tocó el stick, compartió que entre la película y la

música que ellos tocan, pudieron encontrar ciertas empatías y formas

de trabajo en donde el estilo expresionista y la misma escenografía de

la cinta les permitió crear una ambientación general.



Igualmente, el contexto les permitió hacer una analogía entre el

blanco y el negro, así como entre la escala de grises y todos los

cromatismos que hay en la música, “por eso decidimos hacer una

musicalización mucho más acotada a lo que normalmente hacemos,

ya que en esta ocasión pensamos que la batería y el stick quedarían

bien como contrastes, y a partir de esos dos elementos generar toda la

música, utilizando el piano que era el instrumento con el que se

musicalizaban esas películas en esos años”, puntualizó el artista.



La película tiene un ritmo trepidante, en donde se puede apreciar

una ciudad expresionista, con decorados inverosímiles, puertas y

casas torcidas, es decir, una distorsión de todas las formas. Con una

estética sustentada en la diversidad de formas.



“A partir de la batería electrónica y el stick, decidimos utilizar

sonidos sintetizados, no acústicos, para ir de la mano justamente con

esta ambientación no real que hay en la película”, comentó Mauricio

Sotelo.



La música fue hecha a partir de la combinación de tres

elementos que fueron abordados de diferente manera: con base en

temas, texturas e improvisación. Hay temas que se repiten y son

identificables pero que no se tocan de la misma forma pues tienen

variaciones, en la velocidad e intención. Hay otras partes en que

solamente es el sonido, la textura es la que marca el drama, “es como

una cuerda que se va estirando, nos dimos cuenta que no hacía falta

hacer nada más, dejar que la imagen le fuera dando sentido a ese

sonido”, manifestó el músico.



El tercer componente es la improvisación, lo que les permite

tener la libertad de ver la película y reaccionar lo más sincronizado

posible con los gestos. Dejar fluir la intuición es una de las cualidades

del expresionismo, lo que permite una especie de liberación para los

músicos, no tener que seguir una partitura y sentirse ajenos, sino tratar

de involucrarse en la película.



Para poder hacer los arreglos del material que contiene Música

en escala de grises fue necesario depurar la música, por eso se llama

Narrativa sonora no lineal, porque la música en el disco no es idéntica

a la de la película, pero sí es una música referencial.



“La gente que ha visto la película con esta música va a distinguir

los temas, es una referencia y una evocación, que es lo que queremos

provocar, pero también queremos que la gente que no tuvo

oportunidad de ver la película pueda tener el disco y también le diga

cosas”, refirió el artista.



Este proyecto surgió hace cuatro años por invitación de la

Cineteca Nacional del Conaculta, a participar en el ciclo Bandas

Sonoras en el que se invitaba a grupos de rock a musicalizar películas

silentes, El gabinete del Dr. Caligari, fue la que captó la atención de

Cabezas de Cera.



La agrupación cierra en la Fonoteca Nacional una serie de

presentaciones por el Distrito Federal, después de presentarse con

éxito en otros escenarios como el Centro Cultural de España, en el

Film Club Café, en el programa Cultivo de Jercios de Radio UNAM en

donde tocaron en vivo y en el Faro Indios Verdes.



Cabezas de Cera ya prepara la siguiente musicalización de otro

filme germánico, el cual se presentará en la Semana del Cine Alemán

que organiza el Instituto Goethe.



GVG

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