En la Fonoteca Nacional
Cautivó al público el concierto audiovisual del grupo Cabezas de Cera
La agrupación cierra su gira por el D.F. para presentar su
más reciente disco Música en escala de grises, que incluye
los temas de la musicalización realizada para el filme El
gabiente del Dr. Caligar
Diferentes emociones ocurren en el espectador al presenciar un filme
clásico del cine alemán del año 1920, El gabiente del Dr. Caligari, con
la musicalización realizada por la agrupación mexicana Cabezas de
Cera, la música acompaña atinadamente la trama, llevando al
espectador a estados de culminación que se acentúan por la misma
narrativa caracterizada por la obsesión, la cual se desarrolla en
espacios claroscuros.
Fue así que la música experimental y metálica de Cabezas de
Cera invadió las instalaciones de la Fonoteca Nacional del Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) la noche del viernes 3
de julio, pues al registrarse un lleno total en la Sala Murray Schafer del
recinto, se instaló una pantalla en el patio para que el gran número de
gente que se dio cita presenciara el concierto audiovisual.
El grupo integrado por Mauricio Sotelo y Francisco Sotelo,
salieron al escenario para agradecer al público asistente su presencia,
asimismo, manifestaron que la Fonoteca Nacional se ha convertido en
el lugar donde la agrupación presenta su nueva música desde hace ya
cuatro años y se mostraron muy agradecidos con el “templo de la
música” de poder tocar ahí.
Comenzó el espectáculo con música y proyección al mismo tiempo, el
cual está dividido en seis actos. Se trata de un filme icónico e
influyentes de la historia del cine alemán, en el que la obsesión de un
médico psiquiatra por el sonambulismo, lo lleva a inducir a Cesare, el
sonámbulo, a cometer involuntariamente una serie de homicidios.
En entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,
Mauricio Sotelo, quien tocó el stick, compartió que entre la película y la
música que ellos tocan, pudieron encontrar ciertas empatías y formas
de trabajo en donde el estilo expresionista y la misma escenografía de
la cinta les permitió crear una ambientación general.
Igualmente, el contexto les permitió hacer una analogía entre el
blanco y el negro, así como entre la escala de grises y todos los
cromatismos que hay en la música, “por eso decidimos hacer una
musicalización mucho más acotada a lo que normalmente hacemos,
ya que en esta ocasión pensamos que la batería y el stick quedarían
bien como contrastes, y a partir de esos dos elementos generar toda la
música, utilizando el piano que era el instrumento con el que se
musicalizaban esas películas en esos años”, puntualizó el artista.
La película tiene un ritmo trepidante, en donde se puede apreciar
una ciudad expresionista, con decorados inverosímiles, puertas y
casas torcidas, es decir, una distorsión de todas las formas. Con una
estética sustentada en la diversidad de formas.
“A partir de la batería electrónica y el stick, decidimos utilizar
sonidos sintetizados, no acústicos, para ir de la mano justamente con
esta ambientación no real que hay en la película”, comentó Mauricio
Sotelo.
La música fue hecha a partir de la combinación de tres
elementos que fueron abordados de diferente manera: con base en
temas, texturas e improvisación. Hay temas que se repiten y son
identificables pero que no se tocan de la misma forma pues tienen
variaciones, en la velocidad e intención. Hay otras partes en que
solamente es el sonido, la textura es la que marca el drama, “es como
una cuerda que se va estirando, nos dimos cuenta que no hacía falta
hacer nada más, dejar que la imagen le fuera dando sentido a ese
sonido”, manifestó el músico.
El tercer componente es la improvisación, lo que les permite
tener la libertad de ver la película y reaccionar lo más sincronizado
posible con los gestos. Dejar fluir la intuición es una de las cualidades
del expresionismo, lo que permite una especie de liberación para los
músicos, no tener que seguir una partitura y sentirse ajenos, sino tratar
de involucrarse en la película.
Para poder hacer los arreglos del material que contiene Música
en escala de grises fue necesario depurar la música, por eso se llama
Narrativa sonora no lineal, porque la música en el disco no es idéntica
a la de la película, pero sí es una música referencial.
“La gente que ha visto la película con esta música va a distinguir
los temas, es una referencia y una evocación, que es lo que queremos
provocar, pero también queremos que la gente que no tuvo
oportunidad de ver la película pueda tener el disco y también le diga
cosas”, refirió el artista.
Este proyecto surgió hace cuatro años por invitación de la
Cineteca Nacional del Conaculta, a participar en el ciclo Bandas
Sonoras en el que se invitaba a grupos de rock a musicalizar películas
silentes, El gabinete del Dr. Caligari, fue la que captó la atención de
Cabezas de Cera.
La agrupación cierra en la Fonoteca Nacional una serie de
presentaciones por el Distrito Federal, después de presentarse con
éxito en otros escenarios como el Centro Cultural de España, en el
Film Club Café, en el programa Cultivo de Jercios de Radio UNAM en
donde tocaron en vivo y en el Faro Indios Verdes.
Cabezas de Cera ya prepara la siguiente musicalización de otro
filme germánico, el cual se presentará en la Semana del Cine Alemán
que organiza el Instituto Goethe.
GVG