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Libros 2015-07-03 17:47

Lamenta la Secretaria de Cultura de la Ciudad de México el fallecimiento del escritor Gustavo Sainz

Lamenta la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México el fallecimiento del escritor Gustavo Sainz



El deceso ocurrió el pasado viernes 26 de Junio en Bloomington, Indiana, Estados Unidos
La literatura pierde a un hombre comprometido, fiel a sus principios: Eduardo Vázquez

Gustavo Sainz, referencia obligada y pionero de la Literatura de la Onda en México



La Secretaría de Cultura de la Ciudad de México lamenta profundamente el fallecimiento del escritor mexicano Gustavo Sainz, ocurrida el pasado viernes 26 de Julio en la ciudad de Bloomington, Indiana, Estados Unidos, y se une a la pena que embarga a sus familiares, amigos y la comunidad artística del país.



El deceso ocurrió cuando el escritor, identificado como uno de los pioneros y referencia obligada de la llamada Literatura de la Onda, contaba con 74 años de edad. Su muerte se mantuvo en el hermetismo hasta que trascendió a los medios de comunicación ayer jueves 2 de Julio.



“La literatura pierde a un hombre comprometido, fiel a sus principios. La muerte de Gustavo Sainz duele a sus lectores, colegas, amigos”, expresó Eduardo Vázquez Martín, Secretario de Cultura de la Ciudad de México, al externar sus condolencias.



Gustavo Sainz, autor de libros emblemáticos como Gazapo y La Princesa del Palacio de Hierro, residía desde 1982 en Indiana, donde era profesor de literatura en la Universidad de Bloomington, así como investigador y profesor de literatura española en la Universidad de Nuevo México en Alburquerque.



Narrador, ensayista y guionista de cine, Gustavo Sainz desarrolló una prolífica carrera como escritor y como funcionario cultural, hasta que un suceso --aún no aclarado-- cuando era editor de la revista La Semana de Bellas Artes, lo alejó del territorio nacional, aunque nunca dejó de estar presente a través de su obra literaria. Asimismo, su nombre apareció como personaje de varias novelas, como Ciudades Desiertas, de José Agustín, y Roberto Bolaño lo incluyó en su novela Los Detectives Salvajes.



Gustavo Sainz realizó estudios de Leyes y Letras Españolas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Junto con José Agustín y Parménides García Saldaña dio inicio a la llamada generación de la Literatura de la Onda, en los años sesenta del siglo XX, la cual siguieron otros escritores nacionales e influyó inclusive en la obra de autores latinoamericanos.



Dentro de su obra novelística, es autor de Gazapo (1965), Obsesivos días circulares (1969), La Princesa del Palacio de Hierro (1974), Compadre Lobo (1976), Ojalá Mueras y Otras Novelas Clandestinas Mexicanas (1982), Fantasmas Aztecas (1982), Paseo en Trapecio (1985), Muchacho en Llamas (1987), A la Salud de la Serpiente (1991), Retablo de Inmoderaciones y Heresiarcas (1992), La Muchacha que Tenía la Culpa de Todo (1995), Salto del Tigre Blanco (1996), Quiero Escribir pero me Sale Espuma (1997) y Con Tinta Sangre del Corazón (Plaza & Janés, 2000).



Como antologador y ensayista es autor de Antología de la Poesía Erótica (1972), Jaula de Palabras. Una Antología de la Nueva Narrativa Mexicana (1980), Corazón de Palabras (1981), Los Mejores Cuentos Mexicanos (1984); Gustavo Sainz. Autobiografía. Nuevos Escritores Mexicanos del Siglo XX Presentados por sí Mismos (1996), y Autorretrato con Amigos (1967).



A la par de su carrera como escritor, editor y periodista, Gustavo Sainz ocupó importantes puestos como periodista y promotor cultural. En estos campos se desempeñó como director de las revistas Claudia y Caballero, y fundó y dirigió las revistas Eclipse y Audacia. Asimismo, actuó como asesor de la Secretaría de Educación Pública (1976-1979) para asuntos editoriales y creó la destacada Colección SepSetentas y el calendario Ramón López Velarde.



En el campo de la docencia, antes de imponerse un autoexilio, fue profesor en la UNAM (1972-1977), Jefe del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (1975-1977), director literario de la Editorial Grijalbo y director del Departamento de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes (1977-1981).



A lo largo de su trayectoria como creador artístico recibió varios reconocimientos. Fue becario del Centro Mexicano de Escritores (1962-1963), de la Fundación Ford (1968), de la Fundación John Simon Guggenheim (1974), de la Fundación Tinker (1981) y del National Endowment for the Arts (1983). Asimismo, obtuvo, entre otros, el Premio Xavier Villaurrutia 1974 por La Princesa del Palacio de Hierro.

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