El estreno de Salsipuedes retoma el propósito de Daniel Catán a favor de una tradición operística en español
· Se llevó a cabo la primera presentación de esta ópera caribeña en el Palacio de Bellas Artes
Con un prolongado y caluroso aplauso este domingo 26 de mayo se estrenó en el Palacio de Bellas Artes la ópera Salsipuedes de Daniel Catán, a cargo de la Compañía Nacional de Ópera (CNO) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y un destacado elenco de cantantes, que retoman lo que el compositor mexicano se había planteado a lo largo de su carrera: crear tradición operística en español en México y América Latina, con raíces culturales regionales.
Fue así como, a 70 años del natalicio de Daniel Catán, bajo la dirección escénica de Luis Martín Solís y dirección concertadora de Ricardo Jaramillo, se llevó a cabo la primera presentación de Salsipuedes, con un desempeño profesional del elenco músico-vocal que le dio su puntual toque tropical, latino y regional a la ópera, acompañados por el perfecto engranaje de los recursos escénicos: una escenografía e iluminación con un amplio espectro cromático (mar, palmeras, arena, sol, luna y paisajes paradisiacos), además de vistosos vestuarios y danzas característicos del Caribe.
A lo largo de dos horas y media, telones, cortinas, escenografías, luces y utilería subieron y bajaron, aparecieron y desaparecieron ante el asombro del público que llenó la sala. Este complejo dispositivo escénico fue parte importante del éxito de la primera función de la ópera Salsipuedes.
Destacaron las actuaciones del tenor Ángel Macías, la soprano Liliana Aguilasocho, el barítono Josué Cerón y la mezzosoprano Mariana Sofía García, quienes interpretaron a las dos jóvenes parejas que contraen matrimonio el mismo día en que son enviados a un barco militar a entonar el himno nacional y, por error, son embarcados en una supuesta guerra contra la Alemania nazi, hecho que solo trata de ocultar los nexos del dictador de la isla Salsipuedes con uno de los más altos comandantes alemanes, quien gusta de las anchoas caribeñas de contrabando.
La obra se desarrolló en tres actos (con un intermedio) y destacó de forma preponderante el toque “tropical” que el compositor (fallecido en 2011) propuso. Parte importante de ese objetivo estuvo a cargo de la codirectora y coreógrafa de la puesta en escena, Erika Torres, quien imprimió en todo momento el ritmo, el sabor y la cadencia de los bailes caribeños, como el danzón, la guaracha, el cha-cha-chá y hasta la salsa, acompañados con la oportuna participación del Coro y Orquesta del Teatro de Bellas Artes y un ensamble de percusiones.
Salsipuedes se estrenó en 2004 en Estados Unidos y en 2017 en el Estado de México. Ahora llega al Palacio de Bellas Artes y se suma así a la lista de éxitos operísticos a nivel internacional cosechados por el mexicano Daniel Catán (1949-2011), al lado de Encuentro en el ocaso,La hija de Rappaccini, Florencia en el Amazonas e Il Postino, esta última presentada en la temporada 2011 con una producción de la Ópera de Los Ángeles.
Titulada también como El amor, la guerra y unas anchoas, la obra está escrita en tres actos, con un libreto en español del cubano Eliseo Alberto, en colaboración con el mexicano Francisco Hinojosa y el propio Catán. El elenco cuenta con la participación de los cantantes Luis Alberto Sánchez, Alejandro Navarrete, Rodrigo Petate, Armando Gama, Alan Pingarrón, Angélica Alejandre, Arisbé de la Barrera y Enrique Ángeles.
Participan el Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes; el primero, dirigido por los maestros Luis Manuel Sánchez Rivas y Alfredo Domínguez. Todos ellos bajo la batuta del maestro Ricardo Jaramillo. La escenografía pertenece a Jesús Hernández, la iluminación es de Rafael Mendoza y el vestuario y maquillaje de Sara Salomón y Cinthia Muñoz.
Quedan tres funciones que se realizarán el martes 28 y jueves 30 de mayo a las 20:00 y el domingo 2 de junio a las 17:00 en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.