Sierra de San Francisco celebra 25 años como Patrimonio Mundial con simposio internacional
*** “El discurso de las rocas. Expresión ancestral del pensamiento humano” se realizará el 7 y 8 de diciembre en La Paz, Baja California Sur
*** Especialistas evaluarán la situación del arte rupestre en México y el mundo en la conmemoración por la inscripción de la Sierra de San Francisco
El 11 de diciembre de 1993, el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO otorgó la distinción de Patrimonio Mundial a una de las más extraordinarias colecciones de pintura rupestre en el mundo, por su calidad, dimensiones, variedad, originalidad y policromía en sus representaciones, plasmadas en cientos de abrigos rocosos en la Sierra de San Francisco, Baja California Sur: este 2018, la galería más grande y antigua de México celebra 25 años de su inscripción.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través del Centro INAH Baja California Sur, ha preparado la conmemoración con un evento de carácter académico que se llevará a cabo el 7 y 8 de diciembre, en La Paz, conjuntamente con el Gobierno del Estado, a través del Instituto Sudcaliforniano de Cultura, la Secretaría de Turismo, Economía y Sustentabilidad y la Universidad Autónoma de BCS: el Simposio Internacional “El Discurso de las Rocas. Expresión ancestral del pensamiento humano”, con la participación de alrededor de 30 especialistas en arqueología y restauración de manifestaciones gráfico rupestres, mexicanos y extranjeros.
Así lo dio a conocer en conferencia de prensa, la secretaria técnica del INAH, Aída Castilleja González, en compañía de los coordinadores nacionales de Arqueología y de Centros INAH, Francisco Sánchez Nava y José María Muñoz Bonilla, respectivamente, así como la arqueóloga María de la Luz Gutiérrez Martínez, coordinadora de simposio y directora del Centro INAH en la entidad sudcaliforniana.
Aída Castilleja dijo que el evento tiene la intención de convocar a otras experiencias no solamente de Europa —con un largo camino andado en lo que se refiere a la conservación, protección legal y difusión, y en maneras de irradiar la educación y beneficios para las poblaciones locales—, sino también del país, algunas recientes como la de Arroyo Seco, que se abrió a la visita pública este año en Guanajuato, así como otras de Sonora, Chihuahua, Guerrero y la Selva Lacandona. “Son lugares que están en distintos medios geográficos, sociales, culturales y económicos, lo que será importante compartir porque uno de los grandes retos del INAH es lograr la coexistencia de sitios conservados, comunidades locales y visitantes, lo que hace necesario implementar planes de manejo”.
El coordinador nacional de Centros INAH, José María Muñoz Bonilla, dijo que la finalidad del simposio internacional “El Discurso de las Rocas” es hacer un balance de la situación del arte rupestre mexicano en los aspectos de investigación, conservación y gestión, contrastando cómo se encontraba hace 25 años con lo que ocurre ahora: en qué se ha avanzado, cuáles son sus desafíos y los caminos por los que transita; es decir, sus avances, retos y perspectivas.
El programa del evento se integró con investigadores de diversos estados del país, ya que se buscó incluir a todas las regiones donde actualmente hay investigadores dedicados a hacer estudios en la materia desde la arqueología y la conservación, dijo María de la Luz Gutiérrez, quien consideró que a 25 años de la inscripción de las pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco se observa cada vez más personas que lo consideran elemento de primera importancia en sus investigaciones arqueológicas y ponderan la necesidad de conservarlo.
Venados, pumas, ballenas, peces, mantarrayas, águilas, serpientes, liebres… y figuras humanas de tamaño monumental, plasmadas en sendos muros pétreos desde hace por lo menos tres mil años, conservan intactos sus colores rojo, negro, blanco y amarillo. Estamos hablando de la región de la sierra de San Francisco donde está el estilo Gran Mural, es el área que tiene denominación de Patrimonio Mundial pero la gran galería peninsular se extiende por cuatro sierras: San Borja y San Juan, en BC; San Francisco y Guadalupe, en BCS, explica la arqueóloga.
El término Gran Mural fue acuñado en la década de 1970 por el norteamericano Harry Crosby, primero en fotografiar las pinturas, tomando en cuenta una característica sobresaliente: su gran tamaño. Hoy es considerada como una de las tradiciones de pintura rupestre de mayor escala en el mundo. El estilo es realista dominado por figuras humanas y animales.
El simposio fue estructurado por regiones: la península de Baja California abre las sesiones con ponencias sobre las pinturas Gran Mural de la Sierra de San Francisco, y aborda también el mismo estilo desarrollado más al norte, en Baja California, así como las tradiciones del Cabo, en la parte más sureña del estado, y la sierra La Giganta, en la parte central de Baja California Sur.
Pero el arte rupestre del noroeste no sólo se ubica en la península, explicó José Muñoz Bonilla, hay diversas tradiciones en toda la región: Sonora, Chihuahua, Sinaloa y Durango; y en el noreste: Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. El norte de México destaca por la abundancia y buena conservación de numerosos sitios.
La segunda sesión de conferencias es representativa del trabajo del INAH en Sonora, Sinaloa y Durango; en tanto, el arte rupestre de la región noreste y centro norte será abordado en la tercera mesa con ponencias de investigaciones en Tamaulipas y Nuevo León; aquí destaca una propuesta del arqueólogo Francisco Mendiola Galván que aborda las conexiones iconográficas que ha descubierto recientemente entre imaginarios de Sinaloa, Chihuahua, el suroeste de Estados Unidos y Puebla.
Fuera de la región norte, el simposio toca los casos de Arroyo Seco, en Guanajuato; los estilos gráficos de arte rupestre en Atoyac de Álvarez, Guerrero; la creatividad en la sierra mixe de Oaxaca y la tipología de los sitios con arte rupestre en la Selva Lacandona, Chiapas, dentro de la cuarta y última sesión dedicada a la arqueología y el arte rupestre del sur.
Las conferencias serán impartidas por destacados arqueólogos del INAH que llevan años de estudios en su respectiva región: Harumi Fujita, Carlos Mandujano Álvarez, Antonio Porcayo Michelini, Manuel Graniel Téllez, Eréndira Contreras Barragán, Cesar Quijada López, Elisa Villalpando Canchola, Joel Santos Ramírez, Gustavo Ramírez Castilla, Moisés Valadez Moreno, Araceli Rivera Estrada, Francisco Mendiola Galván, Carlos Viramontes, Alberto Calderón Vega, Josuhé Lozada Toledo, entre otros, dijo Gutiérrez Martínez.
Habrá cinco conferencias magistrales, la primera, a cargo de María de la Luz Gutiérrez, sobre la investigación y gestión del patrimonio cultural de la Sierra de San Francisco. Las otras serán ofrecidas por invitados internacionales, específicamente de Argentina, España y Francia, quienes compartirán experiencias en otros sitios que son Patrimonio Mundial.
María Isabel Hernández Llosas, del Instituto de Arqueología de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, abordará el inigualable arte rupestre Gran Mural, la importancia de su valoración y conservación como Patrimonio Mundial; Jean-Michel Geneste, conservador general (honorario) del patrimonio Universidad de Burdeos, Francia, hablará de Chauvet y Lascaux, la potencia de la expresión visual en el arte de las cuevas pintadas del oeste de Europa.
El caso de la gestión del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada en islas Canarias, España, será abordado por Carmen Gloria Rodríguez Santana, directora-conservadora del Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada Gáldar, Gran Canaria, España; y el caso de la Cueva de Altamira: investigación y gestión de un arte rupestre particularmente vulnerable, lo compartirá Pilar Fatás Monforte, directora del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, Santillana del Mar, en Cantabria, España.
En tanto que se trata de materiales arqueológicos vulnerables, sitios frágiles que cuando se dañan son difíciles de recuperar, se dio a conocer que un tema a destacar en el programa del simposio es el de la conservación. La restauradora Sandra Cruz, de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH y responsable del Programa Nacional de Conservación de Patrimonio Gráfico Rupestre de dicha instancia, participará con dos conferencias.
La primera tocará un caso de intervención reciente que es significativo, porque muestra cómo institucionalmente pueden defenderse en términos de conservación, sitios que están siendo afectados por el cambio climático mundial. La segunda ponencia destaca un modelo de gestión con participación social para la exitosa conservación de los sitios, que sólo posible con apoyo de las comunidades.
Sólo en las sierras de San Francisco y Guadalupe se han registrado mil 150 sitios, incluyendo localidades pintadas, grabadas, mixtas y geoglifos. La Sierra de San Francisco cuenta con 12 cañones con muchos sitios rupestres ya registrados, y cuevas y abrigos rocosos con pinturas aún por descubrir. No obstante la enorme área que abarca esta zona arqueológica, Gutiérrez Martínez afirma que durante estos 25 años, la conservación de la Sierra de San Francisco, donde hay registrados cerca de 360 sitios con pintura, ha sido un éxito. Esto por el plan de manejo que ha funcionado adecuadamente hasta hoy.
En este sentido, considera que la inscripción en la Lista de Patrimonio Mundial fue favorable porque fortaleció la normativa de protección, aunado al hecho de que está dentro de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, Área Natural Protegida por las leyes mexicanas; un gran corredor biológico que integra islas, lagunas, costas, planicies y sierras de la parte central de la península. No obstante, se requiere de apoyos adicionales para enfrentar nuevos desafíos y replantear el plan de manejo de acuerdo con las situaciones actuales, una de las tareas a revisar en el simposio, finalizó el coordinador nacional de Arqueología, Francisco Sánchez Nava.