Develan placa en honor a Manuel Gamio, padre de la antropología moderna mexicana



● En la ceremonia participaron Eduardo Vázquez Martín, Secretario de Cultura de la CDMX; Jesús González Schmal, Coordinador General de la Autoridad del Centro Histórico, y Diego Prieto Hernández, Director del INAH



● La placa en honor al investigador está ubicada en el sitio donde en 1914 excavó y logró determinar la ubicación del Templo Mayor de Tenochtitlan



Como reconocimiento a quien es considerado padre de la antropología moderna en México, el martes 20 de noviembre se develó una placa en honor a Manuel Gamio, en el sitio donde en 1914 excavó y logró determinar la ubicación del Templo Mayor, el monumento más importante de México-Tenochtitlan, sobre la calle de Seminario, en el Centro Histórico capitalino.



A unos pasos de la zona arqueológica del Templo Mayor, la placa –que indica que este espacio urbano se denominará “Plaza Manuel Gamio”–, la cual está montada sobre una estela de piedra basáltica, fue develada por Eduardo Vázquez Martín, Secretario de Cultura de la Ciudad de México; Jesús González Schmal, Coordinador General de la Autoridad del Centro Histórico, y Diego Prieto Hernández, Director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).



En la ceremonia, también participaron el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, especialista en el Templo Mayor, y la cronista de la Ciudad de México Ángeles González Gamio, nieta de Manuel Gamio, así como otros familiares del investigador.



Al tomar la palabra, Eduardo Vázquez Martín destacó que sin el trabajo y la presencia de Manuel Gamio “la visión del primer indigenismo en México, la primera apuesta para incorporar a la identidad colectiva de nuestro país a los pueblos originarios, no hubiese sido posible, y ese primer indigenismo fue fundamental para que los pueblos originarios dieran el paso para defender sus usos y costumbres, y demandar el respeto a su territorio y sus recursos naturales”, expuso.



La obra del investigador, añadió el Secretario de Cultura, también fue importante para inspirar “la estética de lo que sería la primera gran oleada de arte contemporáneo mexicano de la primera mitad del siglo XX, que retomó las raíces profundas de los pueblos y las tradiciones del arte popular”.



En opinión de Jesús González Schmal, Manuel Gamio es un “personaje que debe ser traído a nuestra conciencia histórica, para reconocerlo en aportaciones generosas al bien de la patria; fue un antropólogo y arqueólogo que nació en la Ciudad de México en la penúltima década del siglo XIX y murió en la sexta del siglo XX, y su más destacada y conocida hazaña fue nada menos que descubrir, a principios del siglo pasado, la ubicación exacta del Templo Mayor de la Gran Tenochtitlan”.



Diego Prieto aseguró que el autor de obras como Forjando la patria (1916) y La población del Valle de Teotihuacán (1922) es el “padre de la antropología moderna de México y fue quien, honrando su preocupación por desentrañar el pasado y los orígenes de nuestra patria, se ocupó de encontrar, a partir de las excavaciones que desarrolló en contraste con las crónicas del siglo XVI, la ubicación del Templo Mayor, lugar donde desde hace más de cien años se ha venido recuperando este testimonio de lo que fuera la gran Ciudad de México-Tenochtitlan”.



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