Jordi Savall llevó la música barroca española y novohispana al Palacio de Bellas Artes
· El destacado músico y director catalán conquistó al público mexicano con un programa que combinó folías antiguas y criollas
· La música de las culturas huasteca y veracruzana aderezó la presentación
· Estuvo acompañado por los grupos Hespèrion XXI y Tembembe Ensamble Continuo
Con la presencia de la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, Lidia Camacho, ayer, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, se llevó a cabo el concierto Folías antiguas y criollas del Antiguo al Nuevo Mundo, a cargo del destacado director e intérprete de la música antigua española Jordi Savall.
La viola de gamba soprano y baja fueron los instrumentos utilizados por el también pedagogo e investigador catalán, quien, acompañado por los grupos Hespèrion XXI y Tembembe Ensamble Continuo (México), conquistó al público con un programa que combinó folías antiguas y criollas con las que hizo un recorrido por la música barroca española y novohispana.
Entre aplausos, los virtuosos músicos sobre el escenario interpretaron además repertorio tradicional de las culturas huasteca y veracruzana, demostrando que en la música no existen diferencias, sino similitudes. Las improvisaciones fueron exquisitas muestras de ello.
El público se deleitó con obras de Pedro Guerrero, Diego Ortiz, Santiago de Murcia, Pedro de San Lorenzo, Antonio Martín y Coll, Gaspar Sanz y Antonio Valente. Sin embargo, el nacionalismo y las emociones se desbordaron cuando resonaron piezas como El cielito lindo (tradicional huasteco), La Petenera (son de Tixtla, Guerrero) y Los chiles verdes (tradicional jarocho).
Al final del concierto, la locura se apoderó del público que no dejaba de aplaudir y de pedir más canciones. Jordi Savall y sus músicos salieron más que satisfechos del escenario