Los niveles de lectura que ameritan las obras de Gunther Gerzso son inagotables: Dina Comisarenco



La investigadora, junto con el cineasta Jaime García; Carlos Palacios Velo, curador del MACG, y la subdirectora de Exposiciones Internacionales del INBA, Mariana Sainz, participaron en la mesa redonda Escenografía de una vida



“En todas las pinturas de Gunther Gerzso hay un secreto”, escribió el Premio Nobel de Literatura 1990, Octavio Paz, y algunos de ellos trataron de ser revelados por el cineasta Jaime García; Carlos Palacios Velo, curador del Museo de Arte Carrillo Gil (MACG); la investigadora Dina Comisarenco Mirkin, y la subdirectora de Exposiciones Internacionales del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Mariana Sainz, durante la mesa redonda Escenografía de una vida. Gunther Gerzso, efectuada la noche del miércoles 17 de junio en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Antes, la coordinadora nacional de Artes Visuales del INBA, Magdalena Zavala, señaló que esta reunión se llevaría a cabo en reconocimiento a la labor y a la trayectoria del maestro, así como a la importancia que tuvo en el desarrollo de las artes plásticas, el diseño y la cinematografía de nuestro país.

Informó, asimismo, que la mesa redonda organizada por el INBA forma parte de una serie de actividades para conmemorar los cien y los 15 años del nacimiento y muerte, respectivamente, del pintor y escenógrafo mexicano.

Por su parte, Carlos Palacios Velo explicó que Gerzso no tuvo un papel protagónico en la pintura latinoamericana, a pesar de que es esencial. “A mí me fascina la obra de Orozco, pero la de Gerzso es, como decía Paz, ‘la suspensión estética’ del muralismo mexicano”.

Su intervención estuvo basada en las 15 obras de Gerzso que posee el MACG. “Gerzso es moderno y su lenguaje abstracto fue verdaderamente importante para el movimiento artístico que se desarrolló en México el siglo pasado”.

Esas obras, agregó, correspondían efectivamente a los intereses del doctor Alvar Carrillo Gil por reunir un arte universal, “al grado de que Gerzso marcó la entrada de la abstracción a su acervo. Estas piezas representan un cambio absoluto en su colección que, posteriormente, pasó al INBA”.

Señaló que el propio Paz escribió que el mejor muralista mexicano no era Orozco, Siqueiros o Rivera, sino Gunther Gerzso, lo cual fue “un gran chiste, pero interesante” del poeta y ensayista.

La doctora en historia del arte Dina Comisarenco refirió que Gunther Gerzso “es uno de los más grandes artistas que ha dado México, lo que es mucho decir, porque justamente es uno de los países con mayor riqueza cultural a nivel internacional”.

Reconoció que lo que más admira de la pintura de Gerzso son “sus pliegues extraordinarios, las hendiduras y las capas que aparentan que siempre esconden detrás un secreto. De acuerdo con mi investigación, creo que la clave de esta metáfora extraordinaria y de que su pintura, a pesar de ser abstracta, sea tremendamente significativa y emotiva, tienen que ver con el descubrimiento de las ruinas precolombinas”.

Compartió que escritores, críticos e historiadores del siglo XX se han ocupado de la obra del creador mexicano, “pero lo cierto es que los niveles de lectura que ameritan sus obras son inagotables y todavía quedan por explorar muchos de ellos. Gerzso sostenía que en sus cuadros siempre estaban presentes él y sus emociones.

“Se puede afirmar que la mayor parte de su obra es autobiográfica, pues expresa su mundo interior y también el recorrido existencial para llegar a este, de ahí que reivindicó el valor de la abstracción y el inconsciente sin por ello dejar de hacer una reflexión histórica muy profunda”, aseveró Comisarenco.

Al final, Jaime García y Mariana Sainz hablaron sobre el trabajo de Gerzso como diseñador y escenógrafo en el mundo del cine y el teatro. Recordaron que entre 1941 y 1963 diseñó o ayudó a diseñar más de 150 escenarios para directores como Alejandro Galindo, Luis Buñuel, John Ford e Yves Allégret.