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Musica 2018-08-24 19:17

El bailarín mexicano ofreció en el marco del programa cultural Despertares Impulsa una clase magistral

Poder compartir con ustedes mis experiencias y conocimiento me hace sentir orgulloso y emocionado: Isaac Hernández



· El bailarín mexicano ofreció en el marco del programa cultural Despertares Impulsa una clase magistral



· El escenario del Teatro de las Artes se convirtió en un aula donde más de 50 bailarines ensayaron y escucharon los consejos profesionales del galardonado con el Prix Benois de la Danse



El día de ayer en el Teatro de las Artes, las barras se apoderaron del escenario sobre el cual se encontraba un grupo de más de 50 bailarines seleccionados y ansiosos por tomar la clase magistral que impartiría el bailarín mexicano Isaac Hernández en el marco del programa cultural Despertares Impulsa.



Puntualmente se alistaron y de forma disciplinada se dispusieron a lo largo del espacio para comenzar con la instrucción. Aproximadamente seis bailarines se colocaron a cada lado de las cuatro barras que se hallaban colocadas en forma paralela, mientras que en las dos que se encontraban atrás, solo se acomodaron de un lado. En su mayoría ataviados con leotardos negros y mallas blancas, los jóvenes se prepararon para escuchar las indicaciones de Hernández, quien al hacer su aparición desató la algarabía de los asistentes.



“Es de los más grandes retos que he tenido en mi vida. Poder compartir con ustedes mis experiencias y conocimiento me hace sentir orgulloso y emocionado”, dijo el primer bailarín del English National Ballet al iniciar la lección y compartió que a lo largo de la semana ha vivido muchas emociones que continuarán hasta culminar en las presentaciones que llevará al Auditorio Nacional.



Términos como primera, segunda, tercera, cuarta y quinta —nombres de las posiciones en brazos y pies— así como plié, demi-plié, attitude y pirouette resonaron en el recinto del Centro Nacional de las Artes. Eran las instrucciones que Isaac solicitaba ejecutar a los bailarines mientras se paseaba entre ellos y supervisaba su correcta ejecución.



Durante el entrenamiento les habló de la importancia del calentamiento, ya que este permite a los músculos moverse adecuadamente. Les recordó que si van a hacer tres mil veces un mismo movimiento en su vida, cada uno de ellos debe estar bien hecho.



“No muevan las caderas. Rodillas estiradas. Es importante tomar consciencia sobre cada músculo del cuerpo. Estamos construyendo la base para lo que vamos a hacer más adelante. Hay que trabajar bien la barra para estar bien preparados”, instruyó el acreedor al Prix Benois de la Danse.



Les explicó que en el momento en que se está en la barra hay que hacer las cosas de la mejor manera posible. “El máximo o nada”. Es importante pensar que un demi-plié nos lleva al siguiente. El movimiento nunca termina porque es como un elástico, eso ayuda a construir fuerza para el salto, dijo.


Otro de los consejos que les dio fue colocar el peso justo en medio del metatarso para mantener la conexión del tobillo y el control. Los pasos a veces son como sonidos, les comentó. “Cuando estás en la barra te puedes inventar una historia, se pueden bailar los ejercicios y darle personalidad a cada paso”.



Con piezas como La bikina, Amapola, entre otras, que fueron interpretadas por la pianista a la que Isaac dijo se iba a llevar a Londres, los estudiantes pasaron al frente a practicar los ejercicios que realizaron en la barra. Se formaron grupos mientras Isaac los guiaba para realizar los movimientos que les pedía. “Mantengan la energía en la pierna de apoyo, eso les va a permitir seguir girando”, les indicó al marcar las pirouettes.



Mientras ejecutaban los ejercicios les compartió algunas de sus experiencias como que a él no le gustaba hacer el adagio hasta que el maestro se dio cuenta y tuvo que practicarlo, tiempo después se dio cuenta de su importancia.


También “hubo un tiempo que no me gustaba la izquierda, cuando me toque ya veré lo que hago, pensaba”. Tiempo después fue llamado para hacer El Quijote, oportunidad que iba a rechazar por no dominar el movimiento. “Aprendí mi lección, al final pude disciplinarme y hacer el lado izquierdo. Tienes que cuidarlo, son decisiones que tomas tú. Me di esas licencias de no practicarlo y andaba bien nervioso”.


Lamentó no tener más tiempo, dijo a los jóvenes al término de la clase. “Espero que utilicen la música para hacerlo mejor, empleen diferentes musicalidades en el mismo ejercicio, prueben diferentes dinámicas, disfruten haciendo diferentes las cosas”, fue su consejo final

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