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Teatro 2018-08-07 20:26

El convivio del difunto, la idiosincrasia mexicana en una historia llena de secretos

El convivio del difunto, la idiosincrasia mexicana en una historia llena de secretos



· Comedia de situación que profundiza sobre la condición humana



· Permanecerá hasta el 26 de agosto en el Foro de las Artes del Cenart





Bajo un velo cómico similar al que exponen las películas musicales de los años setenta, tiene lugar una historia donde se oculta una verdad que ha lastimado el corazón de un hombre. Él, que de alguna forma ha decidido romper ataduras y enfrentar la situación, maquina un plan para hacer que los culpables se revelen.



Divertida, catártica y provocadora, El convivio del difunto, escrita y dirigida por Martín Zapata, inició temporada en el Foro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart), y continuará hasta el 26 de agosto, con elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro (CNTeatro).



“La obra es acerca de una pareja donde la esposa le llama a otro par de amigos, un matrimonio, para solicitar ayuda desesperada, porque su marido murió, pero sucede una cosa muy extraña: sigue hablando y moviéndose como si estuviera vivo. La mujer está aterrada y acude a ellos para ver qué pueden hacer. El doctor de la familia certifica la muerte y todos están muy sorprendidos por lo que está ocurriendo”, explicó Martín Zapata, director del montaje.



“Aparece el hombre que está muerto y empieza a envolver a todos los presentes en una situación extraña, una confrontación con ellos mismos. Después se revela un secreto que ha estado oculto por muchos años detrás de estos dos matrimonios”.



Emplazada en la década de los setenta, Martín Zapata dijo que la lejanía temporal sirve para acercar la historia a la gente: “Es una de las paradojas que ofrece el teatro, cómo el revisar situaciones del pasado nos ayuda a entender lo que está pasando en el presente. Si hay algo que busca la puesta, es provocar”.



Sobre la escenografía, dijo que el sello de Alejandro Luna está presente. “Lo esencial sería ese sello. Una escenografía atractiva, elegante, esencial, con la condición de exponer al actor, para que no sea tapado por los elementos que revisten el montaje y se muestre la historia. Todo tiene un significado, no hay cosas para adornar el espacio”.



Por su parte, Alejandro Luna agregó: “Debido a que la obra se plantea en los años setenta, se me facilitó muchísimo, porque todo lo que sucede me pudo haber pasado a mí. Resultó como reconstruir el pasado, uno que conocí muy bien, con problemas similares. Fue muy abusado el autor, porque son situaciones atemporales que se repiten en todas las épocas”.



“Trabajar con la CNTeatro es fascinante, porque no veo un modelo de agrupación igual en el país. Un elenco talentoso, pero latoso, y eso hace que el trabajo se depure hasta sacar lo contundente”, destacó.



Enrique Singer, director artístico de la CNTeatro, recordó que este montaje fue un encargo especial que se le hizo a Martín Zapata. “La obra tuvo su estreno el año pasado en la sala Héctor Mendoza con bastante éxito. Es un montaje que conjuga, al mismo tiempo, el alma de las personas mexicanas con el marco de una comedia, tan necesitada en nuestra época”.



“Es una obra que transita en una superficie anecdótica bien planteada: un hombre que está muerto, pero no lo está. Es una aparente comedia de situación, que al mismo tiempo profundiza en la condición humana, en lo que somos los humanos, específicamente los mexicanos”.



Destacó que El convivio del difunto forma parte de los esfuerzos que realiza la CNTeatro por trabajar con la dramaturgia nacional. “La compañía está muy interesada en la dramaturgia mexicana. Creemos que no puede haber una tradición teatral nacional si no hay una dramaturgia poderosa, fuerte, clara y consistente. Esta obra se suma a nuestro repertorio con todas las medallas de lo mejor del teatro nacional”.



Sobre el tiempo que vive el teatro en la actualidad, refirió que es una época “donde pareciera que estamos a merced de las fuerzas del mercado y la publicidad, por ello la presencia que nosotros tenemos está en un plano totalmente distinto. Estamos absolutamente convencidos de que nuestro contacto es directo con la gente. Es un trabajo de resistencia, que puede subsistir gracias al talento de la gente que lo hace, en este caso la CNTeatro. Hacer teatro pareciera un evento heroico, pero es absolutamente necesario”.

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