img
Museos 2018-08-01 20:13

Presentan el catálogo Órbitas, rumbos y sombras de Saúl Kaminer en el Museo de la Ciudad de México

Presentan el catálogo Órbitas, rumbos y sombras de Saúl Kaminer en el Museo de la Ciudad de México



· El artista plástico mexicano dio a conocer el libro-memoria de la exposición que alberga el recinto, en compañía de los curadores Luisa Barrios y Luis Ignacio Sáinz



· Con un tiraje de mil ejemplares, el catálogo es publicado por la Secretaría de Cultura capitalina con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes



El catálogo de la muestra Órbitas, rumbos y sombras, obra reciente de Saúl Kaminer, que desde mayo y hasta el 17 de agosto se exhibe en el Museo de la Ciudad de México, fue presentado la noche del martes 31 de julio por el artista plástico mexicano y los curadores Luisa Barrios y Luis Ignacio Sáinz.



Con un tiraje de mil ejemplares, el libro-memoria publicado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (SCCDMX) con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) reúne en 167 páginas las fotografías de las 69 piezas que conforman la exhibición, entre óleos, dibujos y esculturas en mármol, metal y cerámica de alta temperatura, en su mayoría inéditas y otras de colecciones particulares.



Fueron creadas en los últimos ocho años de labor artística del Premio Fortabat, Maison de L'Amerique Latine (tercera edición), a manera de un diálogo profundo entre el espacio, el trabajo tridimensional y la pintura.



Las imágenes están acompañadas por textos ─entre artículos, ensayos y entrevistas─, que escriben José María Espinasa, Serge Fauchereau, Luisa Barrios y Armando Castellanos para hablar sobre la trayectoria, influencias y propuestas de Kaminer, quien desde 1972 ha realizado 65 exposiciones individuales y ha participado en más de 165 muestras colectivas en galerías y museos de México, Francia, Estados Unidos, Nicaragua, Italia, España, Inglaterra, Argentina, Chile, Alemania, Corea del Sur, República Dominicana, Suiza, Perú, Puerto Rico y Cuba.



“Para mí es muy importante que de cada exposición nazca un libro. Es muy difícil hacerlo porque se requieren medios, presupuesto, tiempo, organizar las fotos; es un gran esfuerzo, pero vale la pena hacerlo porque le da a uno una plataforma para transmitir su trabajo”, comentó el artista en la presentación donde se entregaron volúmenes al público.



Arquitecto de formación, Saúl Kaminer explicó que como coordinador editorial de la publicación optó por “que fuera de un formato relativamente chico, para que fuera un instrumento de trabajo y no un objeto de lujo en una mesa que nunca se vería, aunque sé que a veces así hay que hacerlos”.



Para el doctor Luis Ignacio Sáinz, el autor no es un artista, es un creador y un compositor “que desde el profundo conocimiento de la filosofía, de las vibraciones de los materiales, de los significados que tiene la percepción de los espectadores en el contacto con las obras, más su alma constituida por fractales y muchas identidades, le da una riqueza particularmente significativa a su trabajo como piezas individuales y más aun como constelación de piezas que son formas de predicar los estados de ánimo que el mundo nos impone”, dijo.



Porque las buenas exposiciones no se limitan a un espacio extraordinario ni a una obra prodigiosa, pues requieren de una mirada cómplice, Sáinz reconoció el trabajo curatorial de Luisa Barrios, quien estableció un diálogo en el cual “no sentimos la frialdad de alguien bien formado académicamente, sino de alguien que se apega pasionalmente al universo creativo y compositivo del autor”.



En ese sentido, el investigador con formación en ciencia política, historia del arte y urbanismo aseguró que cualquier espectador puede gravitar ─tanto en la muestra como en el catálogo─ en un discurso plástico que es arquitectónico, espacial, pictórico, escultórico, y un juego de luces y sombras.



La curadora de Órbitas, rumbos y sombras y del Museo de la Ciudad, Luisa Barrios, leyó fragmentos del texto introductorio de José María Espinasa, director del recinto; de la entrevista que hizo el francés Serge Fauchereau a Kaminer sobre sus viajes a diferentes países y su esencia mexicana, y del artículo de Armando Castellanos que el propio artista decidió incluir en el catálogo.



Asimismo, explicó que ella participa con dos escritos, uno “meramente curatorial y formal donde menciono antecedentes y desarrollo de su trabajo, y hago una revisión de algunas piezas” y el segundo, a manera de entrevista, donde apenas “lanzo anzuelos” al artista para que él se enganche en explicar su obra.



Un ejemplo es cuando le pregunta sobre el papel que ha desempeñado la arquitectura en el desarrollo de su obra y el artista responde que “sigue siendo fundamental; además de ser el lugar por excelencia del encuentro entre lo pictórico, lo espacial y lo escultórico”.



“Cuando inicié mis estudios de arquitectura, uno de los arquitectos que más me interesó —y me sigue interesando—, es Antonio Gaudí, justo porque incluía de manera natural e integral las artes visuales en su arquitectura. Su obra resulta para mí de una gran enseñanza, sigo siendo un estudioso y apasionado de ésta. En buena medida, considero mis esculturas como propuestas arquitectónicas”, se lee en el cuarto capítulo de Órbitas, rumbos y sombras.



El Museo de la Ciudad de México se ubica en Pino Suárez 30, Centro Histórico. Abre de martes a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. Las actividades son gratuitas, mientras que la entrada a las exposiciones tiene un costo de 32 pesos, con 50 por ciento de descuento a estudiantes y maestros e INAPAM, con credencial vigente. El miércoles es entrada libre.

Mas Articulos