En la Fonoteca Nacional
Traída a México por los españoles, el arpa tomó nacionalidad mexicana y se arraigó en los pueblos originarios
Especialistas documentaron en la sesión de escucha Arpas indígenas de México el papel del instrumento en la vida ritual y festiva de las comunidades
El papel fundamental que tiene el arpa en la vida ritual y festiva de los pueblos indígenas quedó de manifiesto en la sesión de escucha Arpas indígenas de México, que se llevó a cabo la tarde de este viernes 20 de julio en la Fonoteca Nacional.
María Eugenia Jurado y Camilo Raxá Camacho Jurado compartieron con el público cómo los pueblos yoreme, Yoeme, guarijíos, teenek nahuas, totonacos, amuzgos, mazatecos, tzeltales y tzotziles tienen entre sus dotaciones instrumentales el arpa.
Destacaron que en la actualidad, México es uno de los países que posee una gran variedad de tipos de arpa, instrumento de amplia popularidad durante el siglo XVIII y finales del XIX.
Mediante un recorrido histórico, la sesión inició con la llegada del arpa durante la Colonia y la utilización de la enseñanza musical por parte de los misioneros para transmitir el Evangelio.
De acuerdo con María Eugenia Jurado, el Maese Pedro fue quien trajo la primera arpa a tierra firme y los indígenas pronto mostraron su enorme facilidad para dominar el nuevo instrumento.
Camilo Raxá Camacho Jurado explicó que los modelos que llegaron a nuestro país fueron diversos y apropiados tanto por mestizos como por los pueblos originarios.
“Los pueblos indígenas se apropian de ellos y poco a poco van creando sus particulares modelos. Los materiales se ajustan a los que hay en cada región, por ejemplo, el cedro está muy presente en las arpas de la Huasteca”.
Destacó que en el caso de la popular arpa jarocha, se trata de un modelo reciente de la década de los cuarenta del siglo pasado que se ha homogeneizado en la región, lo que ha provocado una pérdida de timbres y formas de sonorización.
Como instrumento popular, se sabe que las arpas se escuchan en la Ciudad de México, Chiapas, Tabasco, Veracruz, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí, Jalisco, Durango, Nuevo León y Sonora.
Los asistentes tuvieron la oportunidad de escuchar audios de piezas de arpa interpretadas por grupos tzeltales y tzotziles de los Altos de Chiapas, nahuas de la costa sur de Veracruz, mazatecos y agrupaciones de la Huasteca, entre otros.
A lo largo de la sesión se pudo apreciar la forma en que cada grupo indígena retoma el arpa para sus rituales, lo cual permite diferenciar aspectos culturales, históricos y sociales.
La idea de que la música es prestada (enseñada) por las deidades a los hombres no es particular de un pueblo indígena y con matices y variantes, se encuentra difundida en la cosmovisión de los pueblos indígenas de México.
CGP