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Museos 2015-06-09 13:45

El Museo Nacional de San Carlos a 47 años de su fundación



El Museo Nacional de San Carlos a 47 años de su fundación





Ø Su acervo cuenta con uno de los pocos ejemplos en México de arte medieval: El retablo de la Encarnación de Pere Espallargues



Ø Es un museo vivo que busca conquistar a nuevos públicos: Carmen Gaitán





Casa nobiliaria, tabacalera, oficina pública y escuela son algunos de los usos que tuvo la casa del conde de Buenavista durante casi 182 años, antes de convertirse, en 1968, en el Museo Nacional de San Carlos (MNSC), que el próximo 12 de junio cumplirá 47 años de existencia y que, a decir de su actual directora, Carmen Gaitán, “está más vivo que nunca”.



Si el MNSC hablara de su propia biografía de casi medio siglo, narraría dos historias: la concerniente a su inmueble, que cuenta con alrededor de 217 años, y la de su acervo, que inició en 1785 con el surgimiento de la Real Academia de San Carlos de la Nueva España.



El actual inmueble del museo fue consignado para convertirse en sede del acervo más importante de arte europeo en México, resguardado por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el 1 de marzo de 1967, y fue inaugurado el 12 de junio de 1968 ante la presencia de los entonces presidente de la República, secretario de Educación Pública y director general del INBA: Gustavo Díaz Ordaz, Agustín Yáñez y José Luis Martínez, respectivamente.



La historia del recinto comienza en 1788, cuando la marquesa de Selva Nevada adquirió el predio para edificar una casa como símbolo de la posición social de su hijo, el conde de Buenavista. La construcción estuvo a cargo de Manuel Tolsá, quien diseñó lo que hoy conocemos como el patio oval, estilo único en la arquitectura de la época elogiado por Alexander von Humboldt.



A la muerte del conde, el edificio pasó a manos de distintas casas nobiliarias. En 1843, Santa Anna lo ocupó durante su séptima presidencia y en 1864 lo hizo Maximiliano de Habsburgo, para ser adquirido finalmente por la familia Iturbe y del Villar en las postrimerías del siglo XIX, que lo arrendó a la empresa Tabacalera Mexicana Basagoiti Zaldo y Compañía, motivo por el cual en la actualidad la colonia donde se ubica lleva el nombre de Tabacalera.



En la década de los años treinta se convirtió en sede de la Lotería Nacional. En 1939 fue comprado por Agustín von Schulzenberg, quien lo rentó a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. A su muerte, fue adquirido por el gobierno mexicano. En 1958 se convirtió en sede del plantel número 4 de la Escuela Nacional Preparatoria, hasta que en 1965 comenzaron a gestarse los arreglos para convertirlo en recinto museístico.



Más de cinco siglos de arte europeo en una colección



De acuerdo a la investigadora Yazmín Mondragón, la colección que hoy resguarda el MNSC “empezó a aglutinarse desde los primeros años de la Academia de San Carlos, ya que fueron obras que traían los maestros de sus viajes para utilizarlos como ejemplos didácticos”.



La colección aborda más de 500 años de arte europeo, que inicia con uno de los pocos ejemplos en México de arte medieval y la pieza más antigua del acervo: El retablo de la Encarnación de Pere Espallargues (ca. 1425-1495), para continuar con obras renacentistas como El pecado original de autor desconocido. Del periodo barroco hay piezas de la tradición italiana, española y del norte de Europa, con obras como Santa Águeda de Andrea Vaccaro, La cena de Emaús de Francisco de Zurbarán o La cacería de venados, del taller de Peter Paul Rubens.



Una de las curiosidades que existe dentro de la historia que une a la Academia de San Carlos y al recinto, casi como juego del destino, es que en 1791 el mismo Manuel Tolsá fue catedrático de escultura, sin pensar que posteriormente una de sus obras arquitectónicas se convertiría en el recinto que resguardase la colección de esa institución educativa.



A partir de su fundación, el MNSC ha sido destino de colecciones importantes donadas al gobierno federal, como la de Alberto J. Pani y la del empresario Axel Wenner-Gren, de la cual sobresale el Retrato de Federico de Sajonia de Lucas Cranach el Viejo.



A decir de Mondragón, la colección de 2011 piezas que posee el MNSC “es de gran valor, no solo porque es el acervo más vasto de arte europeo en México, sino por sus características, ya que puede dialogar con cualquier museo del mundo bajo un gran abanico de temas”.



En palabras de su directora, Carmen Gaitán, el museo de la colonia Tabacalera “es hoy un museo más vivo que nunca, que continúa con su labor en la difusión de su acervo, pero sobre todo con exposiciones y actividades novedosas, como la actual muestra temporal Poéticas de la infancia. Los niños en el arte, que busca capturar la atención de los pequeños visitantes.



“A 47 años de su fundación, hoy el MNSC enfoca sus esfuerzos a las nuevas generaciones. Ejemplo de ello son las actividades para niños y jóvenes que programamos cotidianamente a través de conciertos y talleres. Además, busca relacionarse con su entorno para convertirlo en un espacio más amable”.

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