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Musica 2018-04-24 19:35

La Orquesta de Cámara y el Estudio de Ópera de Bellas Artes presentarán La finta giardiniera

La Orquesta de Cámara y el Estudio de Ópera de Bellas Artes presentarán La finta giardiniera


· Ópera bufa de Wolfgang Amadeus Mozart, con dirección escénica de Alfonso Cárcamo y concertadora de José Luis Castillo



· Viernes 27 de abril a las 19:00 y domingo 29 a las 12:00 en el Teatro del Bosque, Julio Castillo



La finta giardiniera (La jardinera fingida) ópera bufa compuesta por Wolfgang Amadeus Mozart a los 19 años de edad, y que pocas veces se presenta, llegará al Teatro del Bosque, Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque, donde podrá disfrutarse el viernes 27 de abril a las 19:00 y el domingo 29 a las 12:00. Estará a cargo de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA) y el Estudio de Ópera de Bellas Artes (EOBA).



Con esta puesta en escena, “la OCBA reafirma su compromiso de ofrecer a su público una cita anual con la ópera de cámara. Haydn, Gluck y Mozart son los compositores de óperas que, en estos últimos años, ha programado, contribuyendo así a llenar el vacío de la ópera de cámara en México”, aseguró José Luis Castillo, director titular de la OCBA.



La isla deshabitada y Filemón y Baucis, ambas de Haydn; Las chinas de Gluck; y La finta semplice de Mozart son los títulos con los que la OCBA ha compartido con su público el gusto por la ópera de cámara.



Alfonso Cárcamo, responsable de la dirección de escena en La finta giardiniera, señaló que con este espectáculo el público disfrutará de una experiencia sonora y escénica diferente.



Presentar la obra en el Teatro Julio Castillo es un reto, comentó, ya que ese espacio no tiene la acústica propicia para la música de concierto, por lo que, para que la experiencia sonora fuera lo más completa para el espectador, se colocó a la orquesta casi al frente, en el linde con el proscenio y las escenas suceden dentro de la orquesta.



“Los músicos formarán parte de la historia y será un juego para que el espectador se perciba dentro de esta experiencia tan fenomenal que es la mezcla de lo sonoro y de lo escénico”.



Mencionó que la relación entre la OCBA y el EOBA se remonta a la pieza La finta semplice, también de Mozart, que dirigió Alberto Villarreal y que ahora se refuerza con La finta giardiniera.



El elenco está integrado por la soprano Akemi Endo (Sandrina / marquesa Violante Onesti), el tenor Edgar Villalva (conde Belfiore), la mezzosoprano Frida Portillo (Don Ramiro, enamorado de Arminda), el tenor Leonardo Sánchez (Don Anchise, alcalde de Lagonegro), la soprano Ariadne Montijo (Arminda, sobrina del alcalde), la soprano Rosario Aguilar (Serpetta, camarera del alcalde) y el barítono Tomás Castellanos (Nardo / Roberto, criado de Violante).



En La finta giardiniera el diseño de iluminación es de Tania Rodríguez, el diseño de vestuario de Adriana Pérez Solís y la coreografía de Ulises Martínez.



El director de escena Alfonso Cárcamo refirió que entre todos generaron el concepto de vestuario, iluminación y coreografía, en el que juegan con la disposición de la orquesta, interviniéndola y sacándole todo el provecho al volumen preexistente.



“Se abrió el espacio entre músicos y se convertirá a la orquesta en el jardín que sugiere la pieza de Mozart, utilizando atriles, instrumentos y los mismos músicos. Hay un concepto de iluminación que va a llevar una progresión lógica, casi de concierto, hasta algo muy desquiciado y escénico que es el proceso emotivo que sugiere la obra.



“La historia se centra en un par de personajes que tienen un pasado tortuoso, está relacionada con el desenfreno de las emociones, y para allá va esta locura, para dejar al final de la pieza en el espectador la sensación de que todos podemos tener esos encuentros emotivos y de pronto volvernos locos”.



La edición y el supertitulaje estuvieron a cargo de Francisco Méndez Padilla, quien redujo tres arias para hacer más accesible y menos pesada la pieza, pero en general conserva su estructura. En términos escénicos y visuales hay elementos que apuntan a la época de Mozart, señaló Cárcamo.




“La orquesta parte de un vestuario que sugiere un concierto tradicional, como si estuviéramos en el Palacio de Bellas Artes. Ese vestuario comienza a ser intervenido y desarrollado conforme la pieza avanza y se va complicando la historia, la música va dándonos pie para ir transformándolo.



“La expresión de los cantantes es de alta emotividad, gesto tosco y fársico, convirtiendo la intervención en un juego divertido y chusco con la orquesta, al fin es una comedia, con todos los valores emotivos que implica”.



Por último, Alfonso Cárcamo dijo sentirse privilegiado de trabajar con José Luis Castillo y la OCBA, “una orquesta virtuosa y rigurosa. Hay muchísimas piezas que se pueden hacer, ojalá continúe con esta tradición”.

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