Obras de los artistas Nicolás y Alejandro Moreno en la exposición Dos maestros del paisaje. Dos visiones
· Muestra realizada por el Salón de la Plástica Mexicana
· La tradición del paisaje no terminará nunca, porque es la huella de lo que vimos y vemos: Alejandro Moreno
· Podrá visitarse hasta el 14 de enero de 2018 en el Centro Cultural del México Contemporáneo
A través de un recorrido por más de 50 piezas, entre óleos y obras de técnica mixta, la exposición Dos maestros del paisaje. Dos visiones exhibe el trabajo que a lo largo de su carrera realizó el fallecido paisajista Nicolás Moreno, así como el de su hijo, Alejandro Moreno, quien aborda el paisaje desde hace cinco décadas.
La muestra, realizada por el Salón de la Plástica Mexicana, podrá visitarse hasta el 14 de enero de 2018 en el Centro Cultural del México Contemporáneo.
Entrevistado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, el artista Alejandro Moreno explicó que esta exhibición “es un ejemplo de cada una de las épocas que he tenido, las cuales han sido una exploración alrededor del paisaje. Al contrario de muchos artistas, me inicié en la pintura por mi gusto por el paisaje, el cual aprendí de mi padre”.
Indicó que en la exposición el público podrá disfrutar de “paisajes de México, temas de la región central de nuestro país, como los alrededores de la Ciudad de México y de los estados de Morelos, Guerrero e Hidalgo, en los que trato de comprender los fenómenos visuales a través de la observación detallada, pura de los alrededores, que a lo largo de los años me ha llevado a una serie de análisis y experimentos para entender los fenómenos cromáticos que hay en nuestro sistema de visión, porque hay muchos enigmas en el color”.
Para el artista mexicano, en la práctica del paisaje, “cuando uno escoge el lugar que va a pintar es cuando uno encuentra la unión de esas preocupaciones técnicas que se traen en la cabeza, como lo compositivo, el color y la forma. En mi caso, también hay un amor heredado por la tierra, por sus elementos, pero también por nuestra historia, nuestros orígenes y la pena de ver perder o modificarse esos horizontes únicos. Es casi un intento de retener o rescatar un poco de lo que fue.
“Al hablar sobre paisaje, queda implícito lo físico y su significado dentro de la representación plástica, donde cada elemento tiene un valor propio, como una piedra, un árbol. En este contexto, hacer paisaje hoy en día ofrece cierta sensibilidad, pues al entrar en contacto con todo ello, encontramos su valor inherente para no destruirlo, no desecharlo y orientarnos en una misma sintonía para rescatar lo natural. Esa es la idea principal que tengo al pintar un cuadro”.
De acuerdo con Alejandro Moreno, el paisaje y su práctica han cobrado un valor crucial en la actualidad. “En suma, es reconocer el valor de lo natural, porque si uno no conoce lo que tiene no le da importancia, pues el hombre reacciona a través de lo que ve.
“Tanto en la antigüedad como ahora, el paisaje no solamente sirve como expresión creativa, sino como medio de información de las transformaciones históricas que sufre el panorama geográfico del mundo; en ese sentido, la tradición del paisaje no terminará nunca, porque es la huella de lo que vimos y vemos”.
Sobre la exposición de su padre, señaló que el recorrido reúne obras de su primera época hasta su muerte en 2012. “Esta es una oportunidad de presentarme con mi padre, de quien aprendí a pintar y a quien respeto y admiro mucho, pero también es una oportunidad para mostrar una distancia frente a él, pues cada uno se desarrolló por su parte, cada uno siguió su camino”.