Ópera para niños

Inicia temporada El barbero de Sevilla en el Teatro Helénico

• Arpegio Producciones presentará la obra los domingos de mayo y de junio

• Los niños disfrutan de la obra a través de divertidas escenas con música en vivo y caricaturas

Distintos elementos escénicos atraparon la atención de pequeños y grandes en la puesta en escena de El barbero de Sevilla, a través de la cual el público disfrutó del canto operístico de esta obra que inició temporada el domingo 24 de mayo en el Centro Cultural Helénico del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

El barbero de Sevilla, de Gioachino Rossini (1792-1868) y escrita por Pierre Auguste Caron de Beaumarchais (1732-1799), es considerada la obra bufa más reconocida en la que figuran como personajes: Fígaro, un peluquero que saca muelas y arregla matrimonios; el conde de Almaviva; Rosina y el doctor Bartolo, tutor del conde y quien pretende casarse con Rosina.

Sin embargo, el conde de Almaviva está enamorado de Rosina, y Fígaro le ayudará a rescatar a su amada del doctor Bartolo, ya que éste la mantiene encerrada para que nadie se le acerque. Es así que Fígaro y el conde de Almaviva comenzarán una serie de sucesos complicados y paradójicos.

Al tener la compañía Arpegio Producciones Arte y Entretenimiento, AC, como propósito acercar al público infantil al arte, en particular a la ópera, propone en su producción divertidas escenas con cantantes, música en vivo, caricaturas alusivas a la historia proyectadas en dos pantallas, así como subtítulos en español.

La obra inicia cuando el cantante y actor José Luis Juárez aparece entre el público, vestido con un traje propio de la época renacentista, utilizando una peluca blanca y maquillado de la cara, para dar vida al escritor Beaumarchais; la producción de la puesta en escena juega con el tiempo para que el escritor vaya describiendo a los personajes y narrando brevemente la historia.

De esta forma, suben al escenario, ubicados al lado del público, tres cantantes igualmente maquillados y portando una indumentaria en la que predominan los pantalones a la rodilla y bombachos, medias, zapatos con adornos y tacón, así como capas amplias y camisas con holanes. Entre ellos se encontraba el conde de Almaviva quien cantaba debajo del balcón de la joven Rosina, es decir, afuera de la casa del doctor Bartolo, sin embargo, Rosina no sale.

Fígaro, en cuya indumentaria predomina el color morado y un chaleco de diferentes colores, sombrero y con un gran bigote pintado, llega al auxilio del conde de Almaviva que de ahora en adelante será Lindoro, para ocultar su identidad como conde.

Uno de los planes de Fígaro es que Lindoro se haga pasar por un soldado borracho para entrar a la casa del doctor, pero una vez adentro éste sospecha y no se deja engañar tan fácilmente. Apoyado por don Basilio, el maestro de música, el doctor Bartolo tratará de hacer trizas el prestigio del conde.

Bartolo es el albacea de la huérfana Rosina y en realidad lo que busca es quedarse con su dinero, por lo que se quiere casar con ella. Basilio le aconseja que haga creer a Rosina que Lindoro se escribe cartas de amor con otra mujer para despertar sus celos y que no olvide encerrarla hasta que él llegue con el juez para casarlos.

Las canciones se intercalan con los diálogos de los personajes y la narración del escritor Beaumarchais, lo cual le da vivacidad a la ópera, así como el acompañamiento musical al piano de Israel Barrios y la dirección musical de Miguel Hernández-Bautista.

El barbero de Sevilla que contó con la dirección artística de Sylvia Ritter y la dirección de escena de Jaime Matarredona, fue aplaudida y disfrutada por niños y adultos en su primer día en el Teatro Helénico, ubicado en avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn, delegación Álvaro Obregón, en la Ciudad de México.

GVG