A 25 años… mi legado continúa es el homenaje que Ballet Independiente rendirá a Raúl Flores Canelo


· Se presentará el sábado 5 de agosto a las 19:00 en el Palacio de Bellas Arte


· Con esta función culmina la Temporada de Danza Contemporánea 2017 del recinto de mármol





Irreverente, antisolemne e informal; un artista más preocupado por ser el receptor de la idiosincrasia mexicana que por la complejidad del movimiento. Así era el bailarín y coreógrafo Raúl Flores Canelo quien, como pocos, supo recoger la voz del pueblo a través del grupo que fundó y que se mantiene vigente, el Ballet Independiente.



Estas han sido las reflexiones compartidas por Emmanuel Torres, director artístico de la emblemática compañía que ofrecerá un programa especial el próximo sábado 5 de agosto a las 19:00 en el Palacio de Bellas Artes que se titula, A 25 años… mi legado continúa.



Con esta actividad culmina la Temporada de Danza Contemporánea 2017 del recinto de mármol, la cual incluyó la presentación de nueve compañías que son un referente del movimiento dancístico contemporáneo en México; algunas de ellas celebraron aniversarios especiales por su de trayectoria en la escena nacional.



Ballet Independiente fue fundado en 1966; un año más tarde, tuvo su primera presentación en el Segundo Festival de Danza Profesional en el Palacio de Bellas Artes. Al respecto, el director artístico confiesa que toda la agrupación siente la misma emoción y nerviosismo que en aquellos días sintió la compañía al pisar el recinto cultural más importante de América Latina.



Sobre el programa A 25 años… mi legado continúa, Torres explica que quisieron recordar a Flores Canelo a dos décadas y media de su muerte a través de un programa más divertido y alegre para los espectadores.



La primera parte del programa está conformada por dos obras de su autoría. La primera es Tres fantasías sexuales y un prólogo que habla sobre los deseos ocultos o reprimidos del ser humano, ya sea por la sociedad, la religión o por él mismo. La otra es La Familia, fragmento de la obra Terpsícore en México, que de manera humorística narra la escena de una familia y los problemas que enfrenta uno de sus integrantes al ser diferente.



La segunda parte busca mostrar la continuidad del legado de Flores Canelo; para ello se eligió Carmen, coreografía de Gregorio Trejo. Es una versión contemporánea basada en la ópera de Georges Bizet que cuenta con más de 20 bailarines en escena.



Torres considera que la variedad del programa permite mostrar parte de la historia de la compañía y mantener vivo el legado de Flores Canelo. Asimismo, les permite mirarse como grupo a futuro y manifestar que el Ballet Independiente está lleno de gente joven, talentosa y ambiciosa; mirarse como una compañía que aún tiene mucho que ofrecer al arte y al público en México.



“Queremos seguir dentro del gusto del público, conservar su interés en nuestro trabajo, y principalmente el gusto por el arte, en específico, por la danza. Sabemos que la compañía cuenta con un público constante, pero también sabemos que aún existe mucha audiencia por enamorar. Buscamos que cada vez haya más espectadores atraídos a nuestras presentaciones y todas las actividades que se realizan en la compañía”, añadió.



Emmanuel Torres comentó que a 25 años de su fallecimiento “es bien conocida la manera tan singular y autentica que Raúl Flores Canelo tenía para crear sus obras, para enfatizar su antisolemnidad, su irreverencia sabrosa e informal, su interés en los caracteres psicológicos y los gestos expresivos de los personajes, antes que la complejidad laboriosa del movimiento. Fue el receptor de una presencia mexicana permanente de los tiempos cambiantes. Recogió las voces de los pueblos, de las ciudades. Le fascinaron las carcajadas de las prostitutas, las leperadas de los albañiles, los sueños de los poetas, el despertar de los adolescentes, los deseos de las damas de sociedad”.



Finalmente, el director artístico quiso agregar que el mayor acierto de Flores Canelo fue el llevar la danza al pueblo. “Él mismo decía: 'es tan importante trabajar en el Palacio de Bellas Artes, en el Bolshoi o en un gallinero'. En lo particular, pienso que nadie ha sabido como él, conmover al espectador y hacer que éste se vea reflejado en su obra. A 25 años de su muerte, su legado ha superado las barreras del tiempo y del espacio