Dedicarán la Quinta Tertulia Literaria de 2017 a recordar a los arrieros y al comercio rural



· Durante la reunión del próximo miércoles 12 de julio se presentará el libro A Peribán con mi abuelo el arriero, de Benjamín Sandoval Baldovinos, en el Centro de Información del Agua y Medio Ambiente





El libro A Peribán con mi abuelo el arriero (2015, Morevallado Editores) de Benjamín Sandoval Baldovinos, cuyo valor radica en recuperar la historia del pueblo Peribán, situado al noroeste del estado de Michoacán, a la vez que hace honor a la arriería, noble oficio que en otros tiempos fuera la única forma de transportar mercancías en muchos pueblos de México, será presentado durante la Quinta Tertulia Literaria de 2017.



La obra será presentada por el autor mexicano el próximo miércoles 12 de julio a las 16:00 horas en el Centro de Información del Agua y Medio Ambiente (CIAMA) —ubicado en José María Azueta 32, Centro Histórico—, como parte de la Quinta Tertulia Literaria 2017 que organiza el área de Fomento a la Lectura de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.



“Se trata de un texto costumbrista sobre unos arrieros que hacen su labor de comercio sobre mulas y caballos, por pueblos y caminos de Michoacán a principios del siglo pasado”, conversó en entrevista el escritor de 82 años de edad, quien basó la obra en datos biográficos de su abuelo, arriero por más de 30 años, y dos de sus trabajadores de más confianza.



En este sentido, aseguró Sandoval Baldovinos, el libro contiene bases reales de su historia familiar e incluso personal, pues él, como sus padres y hermanos, también nació en Peribán. “Las primeras fuentes para desarrollar este proyecto fue mi memoria que tengo del lugar desde los cinco o seis años de edad, y la plática con mis parientes que todavía viven por la zona”, compartió.



En aquel entonces, recordó el escritor, el paisaje de la región de Peribán era totalmente rural, “ahí se desarrollaba el comercio a base de arrieros, porque no había otra forma, porque entre pueblo y pueblo tenía uno que ir por barrancas, por ríos o por montañas. La única forma de transportar bienes y servicios de un lugar a otro era a base de animales”.



Actualmente las comunidades están muy comunicadas vía terrestre mediante carreteras y las formas de transportar y atender las necesidades de los habitantes son otras, por lo cual este oficio quedó en el olvido, expresó.



Para documentar la huella de sus antepasados a través de veredas y caminos reales, Sandoval Baldovinos también retomó las anécdotas que le han contado vecinos y residentes tanto del municipio como de otros lugares de la región conocida como el bajío michoacano, conformada por los pueblos La Piedad, Zamora, Jacona, Cotija, Jiquilpan, Los Reyes, Tocumbo, entre otros.



Aunque desde hace tiempo vive en la Ciudad de México, los viajes a su pueblo natal nunca han cesado: “Realicé viajes de exploración con mi esposa hace como seis o siete años a toda esa zona michoacana e hice contacto con gente de mucha edad. Ellos me detallaron cómo era la labor y actuación de los arrieros en esos pueblos comerciantes de cría y venta de ganado, de caña de azúcar, trigo, maíz y frijol, y cómo transportaban toda esa mercancía a las zonas más pobladas y a las costas”, dijo.



Por último, completó el panorama del libro con textos disponibles en el Colegio de Michoacán. “El lector va a encontrar una memoria viva de lo que era la gente de pueblo en ese tiempo, como una forma de prolongar nuestro vínculo cultural y de revivir a esa gente a través de las costumbres y un lenguaje arcaico que abordé con entusiasmo. Esos son nuestros antecedentes, sobre todo para la gente de Michoacán”, concluyó Benjamín Sandoval Baldovinos.

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