Distinguen trayectoria de Francisco López Morales por su labor en defensa del patrimonio cultural
*** Con más de dos décadas de trabajo, el director de Patrimonio Mundial del INAH recibirá la Medalla 7 de Julio
*** Se otorgará en el marco del 5° Congreso Nacional de Patrimonio Mundial, que se realizará en San Miguel de Allende, Guanajuato
El doctor Francisco López Morales, director de Patrimonio Mundial del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien durante más de dos décadas ha sido pieza clave en la defensa y difusión de los bienes culturales del país, será distinguido el 23 de junio, en la ciudad de San Miguel de Allende, Guanajuato, con la Medalla 7 de Julio, que se otorga en el marco del 5° Congreso Nacional de Patrimonio Mundial.
Arquitecto de formación y doctorado en estudios de urbanismo, Francisco López dijo sentirse honrado por la presea que le entregará un grupo de ciudadanos, quienes lo distinguen por su incansable labor en favor del patrimonio mundial.
“Es un gran honor recibir esta distinción que es producto de un trabajo continuo, en el cual no he ahorrado ningún esfuerzo en favor del patrimonio cultural y lo seguiré haciendo mientras las energías me lo permitan desde el quehacer institucional, pero también con una enorme convicción de carácter personal”.
Añadió que el patrimonio cultural es una pasión, una vocación y una misión que le da sentido a su labor profesional cotidiana, la cual inicia de cero y culmina con una declaratoria a nivel internacional. Sin embargo, es un trabajo colectivo en la que participan expertos, comunidades e instituciones, los cuales están volcados en fortalecer los lazos de identidad del pueblo de México.
La medalla con la efigie del Generalísimo Ignacio Allende se creó en 2013 para conmemorar la inscripción de San Miguel de Allende y el Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco en la Lista de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y se ha otorgado a destacadas personalidades, entre ellas los historiadores Miguel León-Portilla, Eusebio Leal Spengler, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma y el cineasta Demetrio Bilbatúa, entre otros.
La quinta entrega de la Medalla 7 de Julio se hará en una ceremonia de preapertura del 5° Congreso Nacional de Patrimonio Mundial, el 23 de junio, en San Miguel de Allende, Guanajuato, para reconocer la labor que ha desarrollado el doctor López Morales en las comunidades, en particular en los ámbitos de la sensibilización y educación, determinantes para avanzar en la conservación, protección y salvaguardia del patrimonio.
A lo largo de más de 20 años de trabajo, el arquitecto ha contribuido en la inscripción de al menos una veintena de bienes mexicanos en la Lista de Patrimonio Mundial, entre los que sobresalen la Villa de San Miguel de Allende y el Santuario de Jesús Nazareno en Atotonilco (2008); las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla en los Valles Centrales de Oaxaca (2010); el Complejo Hidráulico del Padre Tembleque (2015) y la Casa Estudio Luis Barragán, en la Ciudad de México (2004).
El también maestro en restauración por la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) precisó que cada que empieza a armar un expediente con miras a que ese bien cultural quede inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial se ve obligado a escudriñar los valores que están presentes y que no se aprecian a simple vista, como ocurrió con las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla; nadie sabía que ahí se encerraban los vestigios más antiguos de la domesticación de la agricultura en Mesoamérica hasta que un grupo de científicos analizó las semillas que ahí se encontraron y dieron aportes para desvelar que era un bien cultural con valores excepcionales.
El doctor López Morales dijo que otro expediente que preparó con sumo cuidado fue el de la Villa de San Miguel de Allende y el Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco, que cumple nueve años de haber sido declarado.
Refirió que fue un doble desafío porque se debía probar que ese bien que se postulaba por parte de México tenía un valor excepcional, lo que obligó a desarrollar una investigación exhaustiva para demostrar que en el universo de más de mil ciudades históricas que había fundado la Corona española en América, San Miguel de Allende era un ejemplo único de un poblado fortificado que protegía la entrada al norte del Camino Real de Tierra Adentro.
Otra de las hazañas fue la postulación del Camino Real de Tierra Adentro, que le llevó más de 25 años, pero con la que también se abrió una nueva categoría en la Lista de Patrimonio Mundial, la de Itinerario Cultural. El expediente incluyó 60 bienes en el territorio nacional desde la Ciudad de México hasta Chihuahua; la declaratoria se hizo en Brasilia, en 2010.
Cabe destacar que el 5° Congreso de Patrimonio Mundial, que se llevará a cabo en San Miguel de Allende, del 4 al 7 de julio, contará con la participación de especialistas en arquitectura, arqueología, urbanismo, quienes entablarán un diálogo sobre el desarrollo cultural y económico que viven las ciudades declaradas Patrimonio Mundial.