La Linterna Mágica formando a los futuros cinéfilos
*Desde el 2011, La Linterna Mágica ha fomentado la apreciación del
cine en los niños.
México a 10 de abril de 2017. Celebramos siete años de La Linterna Mágica en la Ciudad de México yla
primera generación en Monterrey, seguimos siendo el único cine club infantil enfocado en que cada niño
conozca la historia del cine, se convierta en un espectador crítico e independiente.
Cada niño de México, entre los 6 y los 12 años, podrá formar parte de este proyecto que surgió en
Suiza en 1992 y se ha posicionado en toda Europa. Una de las grandes ventajas de la programación es que
contadas veces los niños verán películas comerciales, lo cual les dará un panorama más amplio del cine.
Durante cada función mensual los niños no sólo verán películas, sino que tendrán un breve Sketch,
protagonizado por Romina Coccio y Edgar Quevedo, donde comentan con ellos la película programada, a
través del teatro, la música y la mímica.
Los niños se vuelven socios a través de una membresía con la que adquieren una credencial
(mediante una cuota de recuperación de $100 pesos) que los acredita como parte del cineclub. Con ella
descubrirán películas de todas las épocas y países, cintas que hacen reír, soñar o que incluso asustan un
poco y que los familiarizan con el lenguaje, la historia y las técnicas cinematográficas.
El próximo 22 de abril tendremos una pre-función e inicio de inscripciones en el Centro Cultural
Universitario Tlatelolco, la casa de nuestro proyecto auspiciado por la UNAM, en la cual por única ocasión
podrán entrar los padres o tutores para que conozcan las diferentes actividades que realizarán en cada una
de las funciones mensuales.
El inicio de esta séptima generación será el 13 de mayo. Al ser miembro de La Linterna Mágica
podrán asistir a las 9 funciones y les llegará una revista mensual, donde se hablará del tema de la próxima
sesión.
Sobre La Linterna Mágica
Cine club infantil fundado en 1992 en Suiza, que se ha posicionado en toda Europa. Reúne una vez al mes a
niños de ente 6 y 12 años para que sin sus padres puedan hacer sus propias reflexiones sobre lo que ven en
las cintas, en las cuales los niños descubren las grandes emociones cinematográficas que son también las
de la vida: la risa, el sueño, de miedo y de tristeza también, pero sólo lo justo.