La Compañía Nacional de Teatro estrenará La hija del aire de Calderón de la Barca en el marco del Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México
· En versión de José Gabriel López Antuñano, el montaje cuenta con la dirección de Ignacio García
· Las funciones dentro del Festival serán el sábado 15 y domingo 16 de abril en el Teatro Jiménez Rueda
· La temporada continuará en el mismo teatro del 20 de abril al 16 de julio con funciones de jueves a domingo
En paralelo al cuestionamiento de la legitimación del poder y del empoderamiento de una mujer que se rebela contra las estructuras opresoras, Pedro Calderón de la Barca desarrolló una lectura metafísica de la historia centrada en la capacidad de libertad y elección del ser humano individual frente al destino y las estructuras sociales que condicionan su conducta una y otra vez.
Así lo afirmó Ignacio García, director de La hija del aire, que en versión de José Gabriel López Antuñano, será estrenada por la Compañía Nacional de Teatro en el marco del Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México, donde ofrecerá funciones el 15 y 16 de abril en el Teatro Jiménez Rueda, para continuar temporada en ese mismo escenario del 20 de abril al 16 de julio con funciones de jueves a domingo.
La hija del aire de Calderón de la Barca (Madrid, 1600-1681), narra la historia de Semíramis, reina de Asiria y fundadora de Babilonia, mujer seductora, astuta y guerrera cuya existencia transcurre marcada por la violencia. Durante la obra, el reino de Siria vive luchas fratricidas, traiciones y asaltos al poder por la fuerza y el engaño; esta mujer se enfrenta al dilema de cómo obrar frente a la emergencia: usurpación del poder, manipulación del pueblo y secuestro de la soberanía popular, que conduce a la inminente guerra. El dramaturgo plantea las preguntas que debemos hacernos para convertir el mundo en un lugar de justicia y bien, antes de ensuciarlo con la ambición, la depravación y la injusticia.
“La presente versión de la obra de Calderón de la Barca, sintetiza y unifica escenas que en la obra original de siete mil versos divididos en dos partes, abren un arco demasiado amplio en una narrativa difícil de comprender para el espectador de menos de 40 años que se ha formado en la cultura de la imagen y no del largo discurso”, comentó su autor José Gabriel López Antuñano, doctor en Filología romántica, periodista, investigador, escritor, editor y profesor en el Master en Estudios Avanzados de Teatro de la Universidad Internacional de la Rioja.
“Intentamos que ante esta tarea compleja, el espectador comprenda con mayor facilidad el sentido polisémico que tiene la obra de Calderón. Esta versión es respetuosa con el lenguaje, la métrica y los elementos líricos de una obra clásica referentes al sistema estrófico. Durante el proceso de escritura, he trabajado con Ignacio García, director de escena, sobre líneas abiertas en relación a dos vueltas al poder por distintos motivos. Hemos querido contar la situación de Siria y Libia, dos pueblos en guerra en los que suceden historias de amor insertas en un clima público que contrapone la esfera de lo privado contra los problemas políticos y los conflictos bélicos a su alrededor.”
Las dos partes de esta obra poco representada, de la que generalmente se elige llevar a escena solo la primera parte, se encuentran aquí en una pieza única que conserva los antecedentes violentos de la vida de Semíramis, las historias amorosas y el juego de espejos en el que el mismo actor interpreta dos personajes, que es un recurso dramático muy propio del barroco de Calderón, dijo López Antuñano.
Para Ignacio García, cuya labor como director lírico y dramático se extiende por Inglaterra, Alemania, Suiza, Polonia, Holanda, Grecia, Italia, Portugal y México, La hija del aire de Calderón de la Barca es “un texto asombroso que raramente llega a los escenarios por su enorme dimensión y complejidad. Narra la historia de la mítica reina Semíramis, quien según la profecía es hija de las aves y correrá un camino de ascenso al poder, de asesinato de su esposo para llegar al trono, y cuyo reinado será funesto para su país hasta llegar su violenta muerte. Con esta poderosa figura central Calderón construye un relato en el que las diferentes figuras de poder tiranizan el territorio y a sus ciudadanos, cuestionando diferentes modelos de gobierno basados en regímenes personalistas diversos.
El montaje que proponemos sobre la versión sintética de José Gabriel López Antuñano de las dos partes de La hija del aire, concentra el drama en la evolución de Semíramis, pero con un rico friso de personajes que la acompañan en su viaje al poder primero y al abismo después.”
El trabajo actoral, búsqueda de la oralidad barroca basada en la claridad
“El trabajo de los actores sobre la palabra en el complejo verso calderoniano, está en la esencia de la construcción del espectáculo, en una búsqueda de la oralidad barroca basada en la claridad, la elocuencia y la poesía que se transforma en identidad y en conflicto destilando su significado profundo. La palabra es acción, es pensamiento y es sentimiento al mismo tiempo, si se comprenden todos los matices que contiene en un lenguaje tan complejo y floridamente elaborado”, señaló García, licenciado en Dirección de escena por la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid.
El espacio escenográfico se basa en la poética de la ruina y la destrucción
“El marco audiovisual del espectáculo debe estar a la altura de esta fuerza verbal sin competir con ella, encontrando una traducción escénica de las metáforas verbales. En ese aspecto el trabajo de Jesús Hernández en la construcción del espacio escénico, se basa en la poética de la ruina y de la destrucción que atraviesa toda la obra de Calderón. Las ruinas son el hábitat de esa Siria convulsa que describe Calderón, y en escena se manifiesta en restos intemporales y columnas de espejo que se van fragmentando y rompiendo a lo largo del espectáculo, como símbolo de la descomposición del territorio y al mismo tiempo de la aniquilación de la identidad personal y colectiva de quienes se miran en dichas columnas”, expuso García.
Vestuario transmisor de sensación beligerante y lucha por el poder
Carlo Demichelis, acotó el director, elabora un vestuario que inspirado en el mundo antiguo del Medio Oriente consigue transmitir la sensación beligerante y la lucha por el poder, retratando los rasgos caracterológicos de cada personaje de una manera delicada y profundamente simbólica.
Iluminación, entre lo sombrío y el brillo palaciego
La iluminación de Matías Gorlero se debate en el claroscuro barroco tenebrista, oscilando constantemente entre el mundo sombrío y cavernoso de la cueva en la que crece Semíramis y el sepulcro al que se retira tras su renuncia a la corona, y los brillantes salones del palacio en los que se desarrollan los mecanismos del gobierno y el poder.
Coreografía traductora de premoniciones funestas
Rossana Filomarino compone un movimiento coreográfico que traduce las premoniciones funestas en torno a Semíramis, y su camino final a la destrucción. Con todos ellos, y sobre todo con el magnífico trabajo de los actores se reconstruye una legendaria historia sobre el poder y la libertad de los individuos y los pueblos, que sigue resonando en nuestro contexto actual con la misma fuerza y contundencia.
La hija del aire cuenta con la participación del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro, integrado por Rodrigo Alonso, Misha Arias de la Cantolla, Enrique Arreola, David Calderón, Eduardo Candás, Ana Isabel Esqueira, Marco Antonio García, Érika de la Llave, Ana Paola Loaiza, Rosenda Monteros, Óscar Narváez, Carlos Oropeza, Laura Padilla, Antonio Rojas, Paulina Treviño, Rodrigo Vázquez y Andrés Weiss.
Las funciones dentro del Festival del Centro Histórico de la Ciudad de México serán el sábado 15 a las 19:00 y domingo 16 de abril a las 18:00 en el Teatro Julio Jiménez Rueda.
La temporada iniciará el 20 de abril y concluirá el 16 de julio de 2017, no habrá función los días 5 y 13 de mayo, así como el 24 y 25 de junio. Se presentará los jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 20:00 en el mismo escenario, ubicado en Avenida de la República 154, colonia Tabacalera, en la Ciudad de México. Informes: publicos.cnteatro@inba.gob.mx