Consolidan núcleo ceremonial de la Zona Arqueológica de Tepeticpac, en Tlaxcala
*** El área protegida abarca 98 hectáreas y se divide en cinco sectores
*** Además de entender el desarrollo de la primera y más importante urbe tlaxcalteca, los estudios buscan dejar atrás la idea de traidor que ha pesado sobre este pueblo prehispánico
Acorde con una corriente de historia nacionalista surgida en el siglo XIX, la Conquista de México se debió en gran medida a la traición de ciertos pueblos como los tlaxcaltecas, quienes se aliaron a los españoles en 1519. Vigente por muchos años, esta visión ha sido paulatinamente superada a partir de las indagaciones realizadas por expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en sitios arqueológicos como el de Tepeticpac.
Ubicada en el municipio de Totolac, en Tlaxcala, esta antigua ciudad que prosperó en lo alto de los cerros Cuauhtzi, El Fuerte y Tlaxistlan, es considerada el primero y más venerado de los altepemeh (unidades territoriales) que formaban la confederación de Tlaxcallan a la llegada de los españoles.
La zona protegida abarca 98 hectáreas y se divide en cinco sectores (A, B, C, D y E). Con tal extensión, los arqueólogos Aurelio López Corral y Ramón Santacruz Cano trabajan desde 2010 en la exploración de todo el conjunto y la conservación de las estructuras más expuestas al deterioro.
Para esta labor, informó el arqueólogo López Corral, han sido claves los convenios que el Centro INAH Tlaxcala ha establecido con autoridades estatales para construir una vía de acceso vehicular al área y efectuar la más reciente temporada de campo, que concluyó en diciembre pasado y estuvo centrada en la consolidación del sector A, también llamado La Palma, y la Plaza 4 del sector B, cuyos edificios y elementos arquitectónicos datan del periodo Posclásico Tardío (1250–1519 d.C.).
Los avances, dijo, han permitido reestablecer muros de protección que pudieron tener más de cinco metros de alto, o torres de vigilancia que se teoriza alcanzaron los siete metros de altura; además de pequeños templos como el Edificio 2 del sector La Palma, y plazas cuya extensión promedio es de 40 metros de ancho por 120 de largo.
El hecho de que los templos de Tepeticpac sean poco ostentosos, y que las seis plazas y más de 150 terrazas que se tienen identificadas sean tan amplias, refleja, según el experto, el sentido de colectividad que guiaba a la alianza tlaxcalteca.
“A diferencia del imperio mexica, donde regía la figura central del tlatoani, en Tlaxcala eran diversos líderes provenientes de Tepeticpac y sus distritos aledaños como Ocotelulco, Quiahuixtlán, Tizatlán y Acxotla, quienes discutían y acordaban las decisiones económicas, políticas y militares”.
Los grandes espacios pudieron tener como fin el autocultivo, o bien la mediación, a través de ceremonias, entre las élites y el resto de la población. En tanto, los muros y puntos de vigilancia responden a que, cuando los teochichimecas texcaltecas o poyauhtecas migraron al valle poblano-tlaxcalteca en el siglo XIII, invadieron un territorio hostil e incluso reusaron construcciones de un primer asentamiento en Tepeticpac, fechado hacia el periodo Epiclásico (650 – 900 d.C.), cuyas características arquitectónicas no han sido precisadas pero, dada la evidencia física, guardan relación con el estilo urbano de Cacaxtla.
Dicha población de migrantes tardíos, aunó el arqueólogo, evolucionó hasta volverse una confederación de más de 20 asentamientos que durante el periodo Posclásico Tardío, quedó rodeada por comunidades aliadas o conquistadas por los mexicas (Huejotzingo, Texcoco y Cholula, entre otras), cuyos embates y bloqueos de víveres tuvo que resistir por décadas.
La investigación de los sectores A y B de Tepeticpac, dijo, permitirá entender la vida cotidiana y el debacle de la urbe, y también a dejar de ver a los antiguos tlaxcaltecas como traidores; una visión creada en la época independentista bajo la idea de fortalecer la unidad nacional.
“Los tlaxcaltecas simplemente formaron una alianza estratégica contra un grupo que era hostil hacia ellos, y aunque no fueron los únicos en unirse a Cortés, sí obtuvieron mayores consideraciones por parte de la Corona española”, toda vez que, añadió, muchos indígenas nobles pudieron conservar parte de sus privilegios, e incluso se sabe que el actual territorio del estado coincide en mucho con las fronteras que poseía en el siglo XVI.
El arqueólogo concluyó que al estar sólo a 10 minutos de distancia en automóvil del centro histórico de Tlaxcala, y en un entorno natural que conserva gran parte de su biodiversidad, Tepeticpac cuenta con lo necesario para volverse un importante atractivo turístico de la entidad y un polo de desarrollo para sus comunidades aledañas