El príncipe Sigfrido ha estrenado Palacio
· La Compañía Nacional de Danza ha recibido ovaciones de pie en la nueva producción de El lago de los cisnes
El Palacio de Bellas Artes ha recibido a la corte del principe Sigfrido, así como a los cisnes de día y princesas de noche que forman parte de la historia del ballet El lago de los cisnes, en una nueva producción de la Compañía Nacional de Danza.
Comienza a ser inaundada la Sala Principal del recinto de mármol con la música de Piotr Ilich Chaikovski antes de que termine de subir el telón, y a partir de ese momento el público queda cautivado.
Ha sido todo un éxito la nueva versión coreográfica del director de la Compañía Nacional de Danza, Mario Galizzi, sobre la original de Marius Petipa y Lev Ivanov. El público, compuesto por personas de todas las edades –desde niños hasta gente de la tercera edad–, no deja de aplaudir y ovacionar todos los cuadros presentados y de disfrutar las nuevas danzas incorporadas.
La escenografía resalta el espacio del Palacio de Bellas Artes cuando se trata de las escenas de la corte con el príncipe Sigfrido y su madre, quien, con motivo de su cumpleaños le obsequia un arco.
El cambio de luces permite transitar del salón –donde momentos antes se presentaron varias danzas como preámbulo de la fiesta del día siguiente, en la que el príncipe deberá elegir esposa–, al bosque donde se encuentra el lago.
Para usar su regalo y olvidar sus compromisos reales, Sigfrido acude al lago a medianoche en compañía de sus amigos, y allí, en medio de la neblina, descubre lo que parece ser un cisne, pero en realidad es la princesa Odette, quien ha sido hechizada junto con su corte por el mago Rothbart y convertida en reina de los cisnes durante el día. Solo puede recuperar su forma humana por las noches y romper el hechizo si alguien se casa con ella.
Sigfrido se enamora de Odette, situación que da pie al lucimiento de los bailarines, quienes ejecutan diversos pasos y movimientos que arrancan los aplausos de los asistentes. La felicidad se ve interrumpida por la aparición de Rothbart, quien aleja a Sigfrido y se lleva a Odette.
Los dos primeros actos de la obra corresponden a la fiesta y al encuentro entre Sigfrido y Odette; el tercero y el cuarto, al desfile de las jovenes aspirantes a convertirse en la esposa del príncipe, quienes, con atractivos atuendos y bailes, tratan de llamar su atención.
Regiamente ataviada, la madre del príncipe resalta las cualidades de cada una de ellas, pero el joven las mira con indiferencia. Al final todas se retiran y, mientras la fiesta continúa y se presentan varias danzas de carácter, aparece y desaparece entre ellas una bella joven a quien Sigfrido confunde con Odette.
Se trata de Odile, la hija del mago, quien, con su vestido negro y seductores movimientos, atrae al príncipe para bailar a su lado. Sigfrido acepta desposarla y, entonces, aparece Rothbart para mostrarle cómo su traición ha provocado la muerte de Odette. Desesperado, corre al lago para tomar a su amada entre sus brazos y permanecer junto a ella. Esta vez la maldad no podrá separarlos.
Tras los cuatro actos originales del clásico ballet, el público ovaciona de pie el esfuerzo y el talento de los bailarines y de la nueva producción en general de la Compañía Nacional de Danza. Las últimas tres funciones de la primera temporada de 2017 de El lago de los cisnes serán el martes 7 y el jueves 9 a las 20:00 y el sábado 11 a las 19:00.