La Compañía Nacional de Danza celebró con una gala

el centenario de la Constitución de 1917





· El programa estuvo integrado por obras representativas en el repertorio de la compañía



· La gala se coronó con la emblemática pieza de Guillermo Arriaga, obra cumbre de la danza moderna nacionalista


Como parte de las actividades para conmemorar el centenario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el sábado 4 de febrero se presentó en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque La danza celebra el centenario de la Constitución Mexicana. ¡Viva México!, gala dancística que dejó ver lo mejor de la Compañía Nacional de Danza.



El programa estuvo integrado por piezas representativas de su repertorio clásico y contemporáneo, que inició con el Pas de trois de El lago de los cisnes de Marius Petipa con música de Piotr Ilich Chaikovski, bajo la interpretación de Ana Elisa Mena, Yoalli Sousa y Antón Joroshmanov.



La noche siguió con el Grand pas de deux del ballet El Cascanueces, uno de los más célebres del coreógrafo ruso, que contó con la interpretación de Blanca Ríos y Erick Rodríguez.


Continuó Giselle con el Pas de deux del II acto, coreografía de Jules Perrot y Jean Coralli, con música de Adolphe Adam, una historia de amor que combina la tragedia y la fantasía, y que ha sido considerada una obra maestra de la época del romanticismo. Tuvo como intérpretes a Agustina Galizzi y Gerardo Wyss.



Por su parte, la bailarina Alicia Hauffray interpretó La muerte del cisne del coreógrafo Michel Fokine, con música de Camille Saint-Saëns, pieza de gran belleza y rigor interpretativo de un hermoso cisne que se bate en la agonía y fenece en escena, destacaron los aleteos y port de bras por el alcance expresivo que logró la intérprete.



Llegó Verdi, Pas de deux, coreografía de Gustavo Herrera, con música Giuseppe Verdi y la interpretación de Yoalli Sousa y Argenis Montalvo, quienes solventaron el rigor técnico y expresivo de esta pieza.



Continuó Planimetría del movimiento, coreografía de Irina Marcano, acompañada en la ejecución por Alexander Mitiaev, obra de expresión contemporánea con secuencias y dinámicas de movimiento audaces, que se acompañaron de la música de Armand Amar.



La noche cerró con Zapata, una de las coreografías más emblemáticas de Guillermo Arriaga, con música de José Pablo Moncayo y diseño escenográfico de Miguel Covarrubias.



Esta pieza, de notable fuerza poética y que ha sido considerada obra cumbre de la danza nacionalista, evoca la vida y muerte del Caudillo del Sur, uno de los héroes revolucionarios más admirados. Contó con la interpretación de los solistas Alicia Hauffray y Yubal Morales, quienes destacaron por su fuerza escénica, entrega y proyección, conquistando al público, que al final de la gala los colmó de aplausos y ovaciones.