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Museos 2017-01-16 13:37

Exposición que alude al tiempo, la vida y las relaciones posibles entre arte, literatura y tecnología

Exhibirán la muestra Un futuro anterior en el Laboratorio Arte Alameda





o Resultado de un proceso de trabajo de tres años del artista visual Erick Meyenberg, bajo la curaduría de José Luis Barrios



o Exposición que alude al tiempo, la vida y las relaciones posibles entre arte, literatura y tecnología


Artista plástico Erick Meyenberg, resultado de un proceso de creación de tres años donde reflexionó en torno al tiempo y la vida.



Entrevistado por el Instituto Nacional de Bellas Artes, Meyenberg comentó que se trata de un trabajo personal en el que compartió experiencias con el curador, “sobre un momento de fragilidad de la vida y el cuerpo, pero también sobre la fuerza y potencia de la vida, las piezas son resultado de todas estas reflexiones estéticas, emocionales, filosóficas y artísticas”.



Su obra, dijo, tiene ejes que atañen al cuerpo y la naturaleza, el paisaje, las fuerzas que mueven a la materia, la vida y la muerte como agencia y como potencia para cambiar las cosas.



Explicó que el proceso creativo se nutrió de la literatura y autores como Marcel Proust, eje vitalicio de su trabajo, pero también otros como Thomas Mann, Clarice Lispector y Roberto Bolaño.



“En todo este proceso aparecieron varios acompañantes tangenciales, estructuraron todo el cuerpo y el pensamiento de la obra y gran parte de estos acompañantes fueron literarios. Yo creo que los libros siempre llegan en un momento muy particular, específico y crucial a la vida. En mi caso fue En busca del tiempo perdido, que llegó en un momento clave que me ayudó a entender la experiencia que estoy viviendo y exponenciarla hacia otros niveles de comprensión”.



Refirió que estás fuentes resultaron de gran importancia para un entendimiento de la vida y su decurso, “gran parte de la intención de las piezas sale de esta otra manera de medir el tiempo”, ya que el trabajo de Proust se basa en la conciencia del tiempo afectivo y la memoria.



A la par de estos autores, Claude Monet es otro personaje crucial dentro de las experiencias estéticas de su trabajo.



Dividida en tres núcleos, la muestra presenta once piezas de videoinstalación, obra fotográfica y una instalación escultórica. El recorrido, dijo, se ha trabajado de forma cuidadosa, ya que también se busca generar una experiencia sonora en el espectador y era necesario cuidar los detalles al ser un espacio complejo en su arquitectura.



“Hay un recorrido propuesto, aunque la gente puede deambular libremente por el espacio. Cada núcleo te genera una experiencia audiovisual muy particular, pero siempre hay indicios de las otras piezas que van jugando y haciendo ecos conforme vas recorriendo el museo”.



Señaló que busca compartir una experiencia y tratar de hacerlo de la manera más humana posible. “Yo siento que el arte contemporáneo se ha vuelto demasiado frío y ha olvidado esta parte emocional y humana de compartir, este trabajo de tres años es eso, es una intención de poder compartir las fuerzas básicas que mueven la vida y que conforman las experiencias de un ser humano en el trayecto”.



Sobre el proceso curatorial, José Luis Barrios apuntó: “El modo en que lo hicimos tiene una peculiaridad, trabajamos a partir de ciertas experiencias personales del artista, que tal vez estarán sugeridas en la exposición pero tienen como punto de unión nuestro trabajo reflexivo y el modo como se fueron resolviendo las obras literarias como leitmotiv.



“Lo que cruza toda la curaduría es una serie de lecturas compartidas que fuimos trabajando, discutiendo y reflexionando, y que en distintas situaciones el artista resolvió en función de las inquietudes que son propias de su trabajo”.



Agregó que no se trata únicamente de arte plástico o visual. “Lo que al principio había sido un trabajo en términos de ciertos soportes más tradicionales del arte, las fue llevando hacia el video y resultó en una exposición de videoinstalación, aunque hay también escultura y algunas otras cuestiones en impresiones digitales.



“La exposición es un juego de tensiones entre el afecto, el deseo atravesado por la noción del presente, el pasado y el futuro, de modo en que el artista va construyendo una narrativa sobre su propia investigación, su propia relación y su propia experiencia”, concluyó.



Se prevé que haya actividades paralelas como talleres, ciclos de lectura y charlas, donde se intentará trabajar con públicos focalizados en función de la apropiación del espacio del Laboratorio, mediante una interpretación corporal de las obras del artista.



A través de esta exposición, el LAA busca dar continuidad a la indagación acerca de las relaciones posibles entre arte, literatura y tecnología.

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