En tres meses la muestra El color de los dioses
fue visitada por más de 138 mil personas
· Subrayó la trascendencia del color en el arte grecolatino y mesoamericano
· Fue exhibida en el marco del Año Dual Alemania-México 2016-2017
Después de tres meses, El color de los dioses. Policromía en la Antigüedad Clásica y Mesoamérica finalizó su periodo de exposición en el Museo del Palacio de Bellas Artes, donde recibió a 138 mil 972 visitantes.
Uno de los objetivos del recorrido, constituido por 66 piezas de la Antigüedad Grecolatina y 52 mesoamericanas, fue subrayar la trascendencia que tuvo el color en el arte de dichas culturas, así como la importancia en su estudio y entendimiento.
La muestra estuvo integrada tanto por obras originales como por reproducciones, a través de las cuales se pudieron apreciar los colores que en el pasado tuvieron las esculturas y que desaparecieron debido al paso del tiempo, lo cual derivó en interpretaciones incorrectas, como en el Kuros de Tenea, que inicialmente fue identificado como el dios Apolo cuando en realidad se trata de la representación genérica de un adolescente que cuidaba los templos.
El color de los dioses, que fue exhibida como parte del Año Dual Alemania-México 2016-2017, fue producida por el Museo Städel y el Liebieghaus Skulpturensammlung de Frankfurt am Main, en coordinación con la Stiftung Archäeologie, para darle un giro de 180 grados a la visión tradicional de la escultura antigua, que hasta hace poco se creía que era blanca.
A razón de la presentación de la muestra por primera vez en un país latinoamericano, el Instituto Nacional de Bellas Artes, en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, generó un análisis correspondiente en piezas mesoamericanas con el apoyo de diversos especialistas en policromía prehispánica de los museos Nacional de Antropología y del Templo Mayor.