CON EL BALLET FOLKLÓRICO DE MÉXICO DE AMALIA HERNÁNDEZ

EL CECUT CELEBRÓ QUE HACE 34 AÑOS ABRIÓ SUS PUERTAS



** Con una fórmula bien estructurada, pero que se refresca con cada presentación el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, ofreció el espectáculo dancístico y musical Rumbo al Centenario, celebración en honor de los cien años del nacimiento de su fundadora, bailarina principal y coreógrafa.



TIJUANA, B.C.- Una fiesta de color, música, baile y tradición ofreció el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández en la misma fecha en la que hace 34 años fue inaugurado el Centro Cultural Tijuana.



“Siempre que tenemos en este escenario a este emblemático ballet es una fiesta, pero hoy lo es más, hace 34 años a tan solo unos pasos de este lugar en donde hoy se presentan estos bailes de gran tradición, el entonces Presidente de la República inauguraba el Centro Cultural Tijuana”, dijo el director general Pedro Ochoa Palacio, en el escenario de la Sala de Espectáculos que lució llena en las dos funciones la noche del jueves.



Con una fórmula bien estructurada, pero que se refresca con cada presentación el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, ofreció el espectáculo dancístico y musical Rumbo al Centenario, celebración en honor de los cien años del nacimiento de su fundadora, bailarina principal y coreógrafa.



La Danza de los Matachines con una majestuosa pirámide de fondo dio inició a la fiesta, los tradicionales Sones Antiguos de Michoacán precedieron a la Tarima de Tixtla con su baile de El toro y La iguana, que emocionaron con su nivel expresivo y la variedad de sus ritmos al público asistente.



El segmento de La Revolución evocó la identidad nacional, músicos en vivo acompañaron al ballet con que con dorados, adelitas y rieleras rememoró esa gesta nacional; La Charreada fue una estampa vívida del arte de la charrería, el aplauso del público para un bailarín floreando la reata y envolviendo a una charra de faldas al vuelo, fue atronador.



La Fiesta en Tlacotalpan con el fandango y sus sones jarochos culminó con las famosas y gigantescas mojigangas que se pasearon entre el público, siguió así La vida es un juego que recreó corográficamente el juego de La lotería, La feria, el Baile del pueblo y La plaza presentes en cada rincón del país.

La esperada Danza del Venado no decepcionó a los asistentes, el ancestral baile del pueblo yaqui volvió a emocionar a los tijuanenses, y el final con la Fiesta de Jalisco hizo lo propio, charros y chinas bailaron al son del mariachi, El Cascabel, El son de la negra, Guadalajara y El jarabe tapatío, concluyeron el esplendor de esta fiesta dancística.



Para conocer el resto de nuestras actividades puede consultar el portal www.cecut.gob.mx o en www.facebook.com/cecut.mx