Exposición muestra los procesos de restauración de una obra
*** En Un centenario de miradas se presenta un cuadro conmemorativo de gran formato con 769 fotografías y dibujos, que fue objeto de labores de conservación durante tres años
*** La historia de la restauración de esta obra es el punto central de la exposición que se exhibe en el Museo Nacional de Historia, “Castillo de Chapultepec”
Un cuadro de gran formato integrado por fotografías y dibujos realizados minuciosamente a mano, que en su conjunto evocan parte de la historia mexicana, desde el estallido de la Guerra de Independencia hasta el final del Porfiriato, creado en 1911, fue conservado para su exhibición por restauradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Esta labor de restauración y conservación, realizada a través de especialistas de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) y del Museo Nacional de Historia, es el punto central de la exposición Un centenario de miradas, que se exhibe en dicho espacio museístico albergado en el Castillo de Chapultepec.
Titulada “Cuadro Geográfico, Históricos, Cronológico, Conmemorativo del Centenario de la Proclamación de la Independencia de los Estados Unidos Mexicanos”, la obra —de 3 por 2.5 metros— está integrada por 769 fotografías y fue realizada por Vicente Rivera Melo, como parte las festividades por los primeros cien años de vida independiente del país (celebradas entre septiembre y octubre de 1910) y como un reconocimiento al gobierno de Porfirio Díaz.
El collage fotográfico ingresó al Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía en 1912, cuando su autor se lo ofreció en venta. Tras el estallido de la Revolución Mexicana, la adquisición de esta pieza fue suspendida; sin embargo, quedó resguardada en los depósitos de colecciones porque Rivera Melo nunca regresó por ella. Años después, tras su muerte, uno de sus hijos lo donó al que sería el Museo Nacional de Historia.
Con el paso del tiempo, el cuadro conmemorativo elaborado en soporte de papel, con fotografías y dibujos a tinta, sufrió deterioros considerables, por lo que restauradores del INAH, encabezados por Estíbaliz Guzmán, se dieron a la tarea de mantener su integridad material y riqueza iconográfica.
“La historia de esta cuidadosa labor, tan precisa como una intervención quirúrgica, es el propósito de esta muestra que busca dar a conocer el trabajo de conservación que hay detrás de las obras que se exhiben en las exposiciones, de la cual muchas veces no se sabe nada”, destacó Elia Botello, una de restauradoras que formó parte del curso Especialidad de Conservación y Restauración de fotografías antiguas, realizado en la ENCRyM, que congregó a destacados expertos provenientes de Europa y Estados Unidos.
La restauración del cuadro, que tardó tres años, inició con la investigación de los materiales con los que fue realizado. En el laboratorio de biología de la ENCRyM se identificaron hongos que afectaron la parte inferior del cuadro y se procedió a su erradicación.
Para reconocer las técnicas fotográficas de las imágenes, se realizó un estudio de Fluorescencia de Rayos X para detectar su composición química, con ello se determinó que las tecnologías de impresión fueron: plata y gelatina, colodión, al platino y fotomecánicas (que en realidad se trata de grabados con tintas sobre soportes de papel, a partir de una placa en relieve). “De las 769 imágenes, 606 corresponden a impresiones de plata y gelatina, 158 de colodión, dos a platinotipos y tres son impresiones fotomecánicas”.
Después del análisis detallado y exhaustivo de las condiciones en las que se hallaba la pieza, ésta fue desmontada y limpiada. Algunos de los tratamientos efectuados fueron: el retiro de manchas de las fotografías con soluciones especiales; la restauración de aquellas que tenían roturas y la atención del soporte.
La composición del cuadro es simétrica, al centro se encuentra un mapa de México, elaborado por Antonio García Cubas, que muestra la geografía del país. En la parte superior aparecen las imágenes de Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Porfirio Díaz.
También se observan fotografías enmarcadas por dibujos a tinta, con alegorías a la justicia y al progreso de la patria, que flanquean a una galería de gobernadores de los estados y territorios, de los regentes de la Ciudad de México y los presidentes del país de 1821 a 1910, así como de los representantes extranjeros y diplomáticos invitados a la celebración independentista.
Además de la obra exhibida, Vicente Rivera Melo confeccionó otra que le entregó a Porfirio Díaz, el 2 de abril de 1911, en Palacio Nacional. Poco después elaboró una reproducción que le regaló al inspector general de los Cuerpos Rurales, el general Francisco Ramírez, que forma parte del acervo del Museo de Historia Mexicana, en Monterrey, Nuevo León.
La exposición se complementa con diversos objetos alusivos a los festejos por el Centenario de la Independencia de México, como un juego de llaves de la ciudad, hechas en 1863, un par de medallas conmemorativas y varios impresos alusivos a conmemoración.
Un centenario de miradas se exhibe hasta finales de octubre en el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec (Primera Sección del Bosque de Chapultepec). Horarios: martes a domingo de 9 a 17 horas. El costo de acceso es de 64 pesos; para estudiantes, maestros y jubilados con credencial es libre. El domingo la entrada es gratuita.