Pablo Espinosa presentará su libro

La música, ese misterio





o Elena Poniatowska, José Garza, Ignacio Solares, Alberto Blanco y Natalia Priego acompañarán al autor



o El domingo 9 de octubre a las 14:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes





Si en toda música preferida hay un sonido ancestral, entonces el acto de escuchar se convierte en un rito individual que despierta los sentidos y los abre al mundo. El periodista cultural y melómano Pablo Espinosa explora los enigmas del sonido en su libro La música, ese misterio, el cual presentará el domingo 9 de octubre a las 14:00 en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.



La música, ese misterio es un viaje por una de las expresiones artísticas más vastas y explotadas en la historia de la humanidad. Poseedor de un gran conocimiento y sensibilidad, Pablo Espinosa compartirá sus reflexiones y deleites musicales reunidos en este volumen con Elena Poniatowska, José Garza, Ignacio Solares, Alberto Blanco y Natalia Priego, como moderadora.



“Se trata de un libro cuyo tema es la música, pero no es de musicología. Por lo general, los libros sobre música suelen olvidar a los lectores y se limitan a los conocedores y a los músicos. Mi libro, en cambio, busca todo tipo de lectores y quiere ser divertido, ameno y contagiar a los lectores del placer de escuchar música. Por cierto, algunos me han comentado que lo leen al mismo tiempo que ponen la música de la que habla, y ese también es uno de los cometidos”, explica Pablo Espinosa en entrevista para la Coordinación Nacional de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes.



Giovanni Pierluigi da Palestrina, Bob Dylan, Erik Satie, James Brown, Igor Stravinski, Leonard Cohen y John Cage son algunas de las figuras de las que hace referencia Pablo Espinosa en este volumen. Asimismo, deja ver la fuerte influencia filosófica y literaria que ha recibido de autores como Søren Kierkegaard, Pascal Quignard o James Joyce.



“La música, ese misterio es un libro con ambición literaria. A compositores como Hildegard von Bingen, Meredith Monk, Robert Schumann, Anton Bruckner, Jean Sibelius, Bill Evans, Olivier Messiaen, Antônio Carlos Jobim, Wolfgang Amadeus Mozart, Janis Joplin y Chico Buarque los construyo como personajes, de manera similar a como lo hace un novelista”, agrega.



Pablo Espinosa es editor de la sección cultural del diario La Jornada. Sobre él, Elena Poniatowska ha escrito que es un “melómano de hueso colorado” cuya gran sensibilidad y curiosidad estética lo han llevado a ser uno de los críticos musicales más respetados de nuestro país. Además, ha asegurado que los lectores que se adentren en su obra no serán los mismos y percibirán la música con oídos diferentes.



“No es un libro de musicología ni de divulgación, sino un conjunto de relatos con el tema de la música y en particular del placer que esta procura y su capacidad de transformar a las personas, de cambiar su estado de ánimo, inclusive de curar. Este volumen puede funcionar como una guía de escucha y una manera de entrenar el oído o de consolidar lo que algunos llaman cultivar el oído, pero no de manera técnica, académica o aburrida, sino todo lo contrario: siempre en búsqueda de la procuración del placer. Este libro obedece a una de mis consignas: la música es el placer de compartir”, comenta Espinosa.



Quignard escribió que hay en toda música preferida un poco de sonido antiguo agregado a la música misma y que somos objeto de una narración sonora que no ha recibido en nuestra lengua una nominación semejante al sueño. En este sentido, Pablo Espinosa, quien se ha referido al autor francés como una de sus principales influencias, sostiene que el arte de escuchar música pertenece a todos, por lo que uno de sus temas recurrentes es su interés por “el cómo escuchamos”, es decir: la forma en la que cada uno percibe a través del oído los sonidos del mundo.



“El arte de escuchar pertenece a todos. Ciertamente, el oído es un sentido que puede cultivarse, entrenarse, concentrarse. De hecho, los investigadores más actualizados denominan ‘la materia acusmática’ al sonido autónomo y poderoso, y han comprobado que el 70 por ciento de la atención de una persona durante un concierto se destina a lo visual, pero si esa persona cierra los ojos, recibirá un cien por ciento de experiencia musical pura, porque estará concentrado en la materia acusmática precisamente”.



Para Pablo Espinosa, la música es un misterio que no necesita ser revelado, pero la gente se puede acercar a ella por medio de las metáforas, las atmósferas poéticas, los giros verbales vertiginosos, los juegos de palabras, las aliteraciones y el desenfado. “Como la música expresa lo que las palabras no pueden, para acercarme a ese misterio utilizo metáforas y busco tonos cercanos a lo onírico”, concluye.