El MAM, espacio indispensable dentro del circuito museístico, a 52 años de su creación
o Recibe en promedio 250 mil visitantes al año
Con una exposición de Remedios Varo, una de las artistas más apreciadas y esperadas por el público mexicano, el Museo de Arte Moderno (MAM) llega este mes a sus 52 años como un espacio indispensable dentro de la comunidad artística y el circuito museístico.
“El MAM es en un centro muy importante de reunión para la comunidad artística, de investigación del arte moderno y de revisión de creadores contemporáneos”, refiere en entrevista Marisol Argüelles, subdirectora del recinto.
“Al año, el MAM recibe en promedio 250 mil visitantes. Es un foro que ha logrado vincular a la modernidad con la posmodernidad y el mundo contemporáneo, y cumplido con una de las misiones fundamentales de los museos: conservar el patrimonio artístico”.
Actualmente resguarda más de 2,600 piezas, las cuales, informa Argüelles, han estado en constante revisión, tanto dentro del recinto, como fuera de él. Además, “ha tendido lazos hacia el público y la comunidad extranjera que nos visita, por lo que se le reconoce como uno de los puntos imprescindibles en la Ciudad de México.
“Uno de los grandes logros es poderle decir al público que la historia y la modernidad se relacionan íntimamente con nuestro mundo contemporáneo. Por eso es importante estimular la conciencia sobre el patrimonio, conocerlo, estudiarlo y saber que lo que hay aquí es de todos nosotros.
“El MAM se fundó con una colección de la primera mitad del siglo XX, pero le ha abierto espacio a la Generación de la Ruptura y a los artistas que ya no estaban tan casados con la Escuela Mexicana de Pintura y el proyecto nacionalista.
“Después del 50º aniversario del recinto, durante el cual se hizo una revisión exhaustiva a su historia, hemos ofrecido un panorama muy balanceado.
“Es decir, tratamos de tener simultáneamente una exposición de fotografía y otra que incluya documentos, sin abandonar la pintura y la escultura, disciplinas que dieron origen a este museo. Asimismo, tendemos puentes a prácticas más contemporáneas, como el performance.
“Como equipo de trabajo hemos tenido logros interesantes. Uno de ellos es el catálogo de la Fábrica Mexicana de Diseño, el cual tuvo gran aceptación internacional. Dentro del esfuerzo del recinto por vincularse también con esta disciplina, este año tuvimos la exposición Cristóbal Balenciaga”.
Como parte de sus proyectos, el MAM restauró su jardín escultórico, “para lo cual acabamos de echar a andar un proyecto para hacer partícipe a la sociedad civil, el cual permite que la gente adopte una escultura. Ya se restauró Arcos de Roberta de Sebastian, ubicada en la parte frontal del recinto”.
Señala que, gracias a los lazos con otras instituciones nacionales e internacionales a partir de su colección, el MAM trabaja para tener en sus salas por lo menos una exposición internacional al año.
Argüelles puntualiza que “uno de los grandes hallazgos de la colección es una pieza de Balthus, Inmaculada, de 1955, que llegó al recinto gracias a una donación de un coleccionista. Este pequeño óleo es parte de un políptico que en Francia habían buscado”.
El MAM seguirá desplegando su programa expositivo para generar la reflexión en torno a la modernidad, el fenómeno cultural apasionante que permeó la vida cotidiana en casi todo