La CNTeatro presentará Éramos tres hermanas
(variaciones sobre Chéjov) en el Teatro del Bicentenario
o Autoría y dirección de José Sanchis Sinisterra, remontaje de Gema Aparicio
o Con Ana Ofelia Murguía, Marta Verduzco y Marta Aura, actrices del elenco estable de la CNTeatro
o Ofrecerá funciones el viernes 9 de septiembre a las 20:00 y el sábado 10 a las 19:00
Antón Chéjov es, para José Sanchis Sinisterra, “ese tipo de creadores que rompiendo con una forma de hacer propio su tiempo, se adelantó”, afirmó el autor y director de la obra Éramos tres hermanas (variaciones sobre Chéjov), que ofrecerá funciones el próximo viernes 9 de septiembre a las 20:00 y el sábado 10 a las 19:00 en el Teatro Bicentenario de León, Guanajuato, con un reparto conformado por Ana Ofelia Murguía, Marta Verduzco y Marta Aura, actrices del elenco estable de la Compañía Nacional de Teatro (CNTeatro).
Es difícil no fijarse en Antón Chéjov, ya no solo por lo que significa como un autor históricamente consagrado, sino porque además, una lectura atenta de él, permite descubrir que anticipó muchas de las modalidades del teatro de los siglos XX y XXI.
Chéjov es considerado el representante más destacado de la escuela realista en Rusia, cuya obra es una de las más importantes de la dramaturgia y la narrativa de la literatura universal. Se enclava como dramaturgo dentro del naturalismo, aunque con ciertos toques de simbolismo. Entre sus obras más conocidas se encuentran La gaviota (1896), El tío Vania (1897), Las tres hermanas (1901) y El jardín de los cerezos (1904).
El montaje de Éramos tres hermanas plantea preguntas que el espectador se lleva a casa, comentó Sanchis, cuestionamientos que Chéjov ha sembrado en nosotros y que hemos acentuado mediante un final interrogativo.
“A través de las cartas de Chéjov podemos completar nuestra visión del autor. Él dice que el autor no tiene por qué saber todo lo que quiere comunicar, no tiene por qué dar respuestas, soluciones a los problemas de la vida, lo que tiene que hacer es saber plantear bien las preguntas, a mí eso me pareció casi una lección de dramaturgia, la construcción de una obra de teatro debería tener muy presente el modo en que el texto, y naturalmente también el espectáculo, acierta a plantear esas interrogantes.
“Yo fui un poco más allá y percibo un cierto aire beckettiano en este tiempo no progresivo, estos personajes residuales o que por lo menos están en una fase decadente de su historia, de su vida, y todo eso tiene que ver con el mundo crepuscular de Beckett; fue como desencadenante, ya la historia de la realización del texto fue más complicado, pero yo creo que eso es algo en lo que estamos de acuerdo los que nos hemos metido a fondo en el teatro contemporáneo, la excepcionalidad del teatro de Chéjov”.
Imaginemos que las tres hermanas creadas por Antón Chéjov, a fuerza de quedarse solas en aquella ciudad de provincia, a fuerza de añorar el pasado, lamentar su presente y escrutar el futuro, han caído fuera del tiempo y, como huéspedes de una obra de Samuel Beckett, se ven obligadas a rememorar una y otra vez su historia, quizás para llegar a entender “por qué vivimos, por qué sufrimos”, y así encontrarle un sentido a su vida.
La obra se escenifica bajo la dirección de remontaje de Gema Aparicio, diseño de escenografía e iluminación de Patricia Gutiérrez, diseño de vestuario Estela Fagoaga y música original Alberto Rosas y Victoria Benet.