“Inició su carrera con una canción, dedicada a las áridas regiones de la América del Norte en
honor de la frontera, Dos horas de balazos se entendía más acá que en el centro de la ciudad” dijo
Flores Durand en su explicación.
Nacido en uno de los barrios más viejos y tradicionales de la capital mexicana Flores retrató con
sus canciones un perfil del citadino promedio, y recreó las características del mexicano.
En un salón de fiesta con balcón al río la novia va a dar el sí. Carmela, madre devenida en wedding planner, organiza el evento con la cautela de una niña jugando en su casa de muñecas.
Es un experto en cortometrajes académicos y representa ante el Consejo Directivo --el órgano de gobierno de la Comisión-- a las escuelas de cine capitalinas
Su encargo es