Resguardo y resistencia de Carla Rippey, da cuenta de 40 años de la sólida y fecunda trayectoria





Aseguró la titular del INBA, María Cristina García Cepeda



Esta primera retrospectiva de la artista en México está conformada por cerca de 90 obras que engloban distintas disciplinas





“Resguardo y resistencia, primera exposición retrospectiva en México de la artista Carla Rippey, da cuenta de 40 años de su sólida y fecunda trayectoria”.



Así se expresó ayer María Cristina García Cepeda, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) durante el acto inaugural de dicha muestra en el Museo de Arte Carrillo Gil.



En presencia de la artista expositora, así como del curador Carlos Palacios, García Cepeda señaló que, a través de casi 90 obras, el público será testigo “del discurso personal de Rippey, de un proceso de exploración exhaustivo que ha realizado a lo largo de estos años con diferentes propuestas, como la fotografía, libros de artista, estampa, dibujo y grabado”.



Agradeció a las instituciones y coleccionistas que facilitaron la exhibición de la obra de la artista visual de origen estadounidense, quien “nos describe muchas emociones y sensaciones, que nos permite abrir las alas de la imaginación y volar”, y resaltó que “a pesar de que viene de otra geografía, realmente adoptó nuestro país como si fuera propio”.



La titular del INBA indicó que “cada artista con sus creaciones enriquece la vida de cualquier ser humano. Estoy convencida de que cada persona que tiene contacto con una manifestación artística se vuelve un mejor individuo”.



Por último destacó la labor de Vania Rojas al frente del Museo de Arte Carrillo Gil, quien “está revisando el acervo de este espacio para el disfrute de todos los mexicanos”.



La exposición Carla Rippey. Resguardo y resistencia. Exposición retrospectiva 1976-2016, está organizada en dos núcleos: un recorrido apuntalado en una cronología documentada y una serie de diálogos visuales entre obras específicas.



Estas correspondencias no atienden a una secuencia temporal, sino que buscan enfatizar cómo la artista ha trazado su discurso personal más allá de estilos, etapas y técnicas.



La exposición incluye varias obras que dan muestra de la calidad técnica de Rippey, tal es el caso de La serpiente en el jardín (2000), Amor entre samuráis (2009) y El abismo (1999), por mencionar algunas.



También puede apreciarse una pieza inédita de gran formato, la más grande de gráfica realizada hasta ahora por la artista, que lleva por título Cuando mi sangre aún no era mi sangre, de la cual escribió: “Con esta obra intento ligar mi historia personal y familiar de migración con la historia migratoria de México, mi país adoptivo. Me interesaba crear con estas imágenes una historia regional elaborada por medio de la intervención de las fotografías seleccionadas: re-encuadradas, viradas de color y cosidas, un recurso semejante a la creación de los ‘quilts’: colchas cosidas de parches, que forman parte de mi propia herencia cultural”.



Carla Rippey, nacida en Kansas City, Estados Unidos, se ha dedicado a expandir las posibilidades del dibujo y las artes gráficas desde un generoso catálogo de técnicas y soportes. Su discurso creativo se mantiene en los márgenes de la figuración, una actitud a contracorriente, de resistencia de cara a la historiografía del arte en México.



Como parte de su carrera artística sobresale su participación en Peyote y la Compañía, uno de los colectivos de creadores que definieron la avanzada del arte contemporáneo mexicano a través de estilos y lenguajes ajenos a las técnicas gráficas canónicas.



Rippey, quien llegó a nuestro país en 1973, ha expuesto en más de 70 muestras individuales y colectivas a nivel nacional e internacional. El Museo de Arte Carrillo Gil ha exhibido su trabajo en más de cinco ocasiones, y su obra forma parte del importante patrimonio artístico resguardado por el recinto.