En la Sala Principal



Ofrecen Héctor Infanzón, Alberto Cruz Prieto, Faustino Díaz y Juan Manuel Arpero concierto en Bellas Artes



· Interpretaron a Alberto Ginastera, Vittorio Monti, Carl Höhne, Rafael Méndez, George Enescu y Dizzy Gillespie



Un recorrido por la música clásica, contemporánea y de jazz, ofrecieron al público reunido en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes los pianistas Héctor Infanzón y Alberto Cruz Prieto, Juan Manuel Arpero en la trompeta y Faustino Díaz en la tuba, trombón y trompeta, en Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.



En el Concierto de Gala Yamaha-INBA, que reunió por primera vez en el recinto de mármol a artistas exclusivos de Yamaha, los cuatro músicos hicieron gala de su talento, calidad y experiencia con sus instrumentos, deleitando al público con sus ejecuciones.



La velada musical abrió con la presentación al piano de Héctor Infanzón, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Artes del Fonca, quien elegantemente vestido y dejando ver una enorme sonrisa ejecutó la Improvisación sobre el momento musical No. 4, de Sergéi Rajmáninov, seguido de dos composiciones de su autoría: Rincón brujo y No, porque me acuerdo, para dar paso a Alberto Cruz Prieto, integrante del grupo de Concertistas de Bellas Artes.



El pianista poseedor de un repertorio ecléctico y poco común mostró sus habilidades en el piano con Sonata No. 1, de Alberto Ginastera, para después arrancar lo que sería la primera ovación de la noche junto con Infanzón, al ofrecer a dos pianos la pieza Máscara y cabellera, creada por Héctor Infanzón.



Al inicio de la segunda parte del concierto el virtuosismo y “buenos pulmones” de Faustino Díaz, como lo expresó la gente de la audiencia, impactaron al público, por la velocidad, fuerza y sonido que mostró con la tuba el músico originario de Oaxaca, quien junto al pianista invitado, Héctor Cruz interpretó Csárdás, de Vittorio Monti, y Fantasía eslava, de Carl Höhne, para luego con el trombón llevarse las palmas con Scherzo en re menor, de Rafael Méndez.



Uno de los momentos de la gala fue la improvisación de Héctor Infanzón, así como la de Juan Manuel Arpero con Romanza, idea de pianista quien cambió las notas de las piezas sorprendiendo en un primer momento al trompetista quien inmediatamente siguió el ritmo, generando que algunas personas de la audiencia aplaudieran de pie.



En la parte final del concierto, los asistentes manifestaron su alegría cuando los cuatro músicos sobre el escenario hicieron solos e intercambios, llevándose la gran ovación Infanzón, cuando en plena ejecución de La virgen de la Macarena sus partituras cayeron al suelo, por lo que mostró su experiencia al no titubear e improvisar llevándose las palmas y reconocimiento también de sus compañeros.



Finalmente, en el recinto de mármol sonaría Manteca, de Dizzy Gillespie, con arreglo de N. Kapustin, para que al término de su ejecución la ovación se realizara de pie, con la cual el público agradeció las más de dos horas de música, y reconoció el talento de los cuatro instrumentistas mexicanos.



DAF