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Musica 2016-05-09 13:16

Así sea de Sonia Jiménez, obra ganadora del Tercer Concurso Interno de Coreografía de la Compañía Nacional de Danza



Así sea de Sonia Jiménez, obra ganadora del Tercer Concurso Interno de Coreografía de la Compañía Nacional de Danza





Dubium de Julio Morel y Snow de Mónica Arroyo obtuvieron el segundo lugar





Por contar con un lenguaje propio y compartir a través del vocabulario de la danza una idea y una visión del mundo, Así sea de Sonia Jiménez obtuvo el primer lugar del Tercer Concurso Interno de Coreografía de la Compañía Nacional de Danza, a decir del jurado, cuya decisión fue unánime.



Con la finalidad de impulsar el desarrollo profesional de los bailarines desde otra área de la danza: la coreografía, la Compañía realizó por tercer año consecutivo el certamen que otorga la oportunidad de que la pieza ganadora forme parte del repertorio de la agrupación del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).



Así sea –con música de Muse, The Globalist y Drones– contó con la participación de Erick Rodríguez, Alexander Pineda, Elisa Ramos, Antón Joroshmanov, Michele Cutri, Sonia Jiménez, Mayuko Nihei, Iratxe Beorlegui, Irina Marcano, Greta Elizondo, Isabel García y Daniela Sánchez, bailarines de la Compañía Nacional de Danza.



Sonia Jiménez, integrante del cuerpo de baile de la Compañía desde hace ocho años, comentó que ya había participado en las dos ediciones anteriores del Concurso, las cuales “me ayudaron mucho a aprender sobre mis errores, saber qué estaba haciendo mal y experimentar otras cosas. Uno tiene que lanzarse aunque fracase, porque muchas veces no se llega a la primera”.



La pieza se centra en la condición humana, el sufrimiento, el dolor y el enojo. “No quería plasmar una historia de principio a fin, sino mostrar los sentimientos de la humanidad en la forma más condensada posible”.



Comentó asimismo que el proceso de madurar la idea fue largo y que los ensayos con sus compañeros duraron dos meses. “Los bailarines me apoyaron muchísimo y también han sido parte del proceso creativo. Para mí, son los mejores de la Compañía, tienen un potencial increíble y me encanta cómo se ven en el escenario; veo su pasión a la hora de bailar y eso es lo que quería transmitir.



“Me encantaría dedicarme a la coreografía. El proceso creativo me llama muchísimo la atención. Quiero seguir experimentando y aprendiendo de los grandes coreógrafos de México y del mundo. Sigamos apoyando a la danza y al arte en general. Aquí estamos para ustedes porque es nuestra labor como artistas exponernos al público”, finalizó Jiménez, quien estudió en la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea.



Dubium de Julio Morel y Snow de Mónica Arroyo, las otras dos obras que concursaron, obtuvieron el segundo lugar del certamen a consideración del jurado, integrado por Marco Antonio Silva y Eleno Guzmán, directores artístico y ejecutivo, respectivamente, del Centro de Producción de Danza Contemporánea, y Ángel Rosas, titular de Programación Artística y Proyectos de Danza de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).



Marco Antonio Silva indicó que los criterios de puntuación fueron el rigor técnico y la creatividad. “Así sea resultó ganadora porque es responsabilidad del coreógrafo dar su visión del mundo, y esta pieza lo hace. El Concurso permite impulsar a los jóvenes de la Compañía Nacional de Danza que buscan expresarse a través del ejercicio coreográfico”.



Por su parte, Eleno Guzmán comentó que normalmente se tiene en el imaginario a los bailarines de la Compañía Nacional de Danza solo como intérpretes virtuosos y con técnica impecable, pero “aquí podemos recibir el trabajo que tiene que ver con el pensamiento coreográfico. De este modo se está trabajando para la construcción de un bailarín más integral. No solo son intérpretes, sino artistas con capacidad y compromiso de crear y compartir su discurso con el público”.



Calificó como acierto el hecho de compartir y discutir ideas y proyectos con instituciones como la UNAM: “Tenemos que trabajar así para fortalecer a la danza nacional”.



En su oportunidad, Ángel Rosas agradeció la invitación del INBA para generar alianzas a favor de los nuevos talentos de la danza y mencionó que la decisión para elegir a la obra ganadora fue el concepto, el manejo del lenguaje y la estructura.



Es muy loable que cada vez se tomen más espacios y se abran hacia nuevos discursos, tendencias y plataformas, agregó. “Tenemos un México joven, un México que necesita espacios. En la UNAM tenemos la certeza de que allí está el futuro de nuestro país. Hay que generar ciudadanos con compromiso social, con compromiso en lo que hacen, y esa también es misión del arte”.

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