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Libros 2016-04-25 17:56

Fiesta del Libro y de la Rosa



Entre reflexiones sobre la televisión y la promoción de la lectura, actividades artísticas y presentaciones editoriales, la Fiesta del Libro y de la Rosa conjuntó a la UNAM con la CDMX



La mesa de diálogo Amistades peligrosas: Literatura y televisión, en la que participaron Nicolás Alvarado, José Gordon y Déborah Holtz, invitó al público a reflexionar sobre el papel de la televisión como promotora litreraria



El último día de actividades de la Fiesta del Libro y de la Rosa, que conmemoró el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, ofreció a los visitantes charlas, narraciones, talleres y presentaciones de libros, además de la oferta de 30 mil títulos



La jornada matutina del último día de actividades de la Fiesta del Libro y de la Rosa 2016, que organiza la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, invitó al público a reflexionar sobre el papel de la televisión hacia la literatura, la importancia de acercar a la niñez a la lectura de reconocidos escritores, y promovió la lectura a través de los talleres y actividades que ofreció la Ciudad de México en este encuentro.



En punto de las 11:00 horas, el Foro Fuente, ubicado en la explanada del Centro Cultural Universitario, ofreció al público una interesante mesa de diálogo titulada Amistades peligrosas: Literatura y televisión, capturó la atención de los visitantes a través de la palabra del director de TV UNAM, Nicolás Alvarado; el novelista y periodista cultural José Gordon, y la presidenta de la Alianza de Editores Mexicanos Independientes y directora de Trilce Ediciones, Déborah Holtz, quienes reflexionaron sobre las ventajas y desventajas que da este medio masivo de comunicación a la promoción de la literatura.



Inspirado por la semiología, Nicolás Alvarado exhortó al público presente a pensar la importancia de considerar cualquier objeto una pieza comunicativa --capaz de ser descifrada-- lo cual en términos semiológicos es considerado un texto, por lo que explicó que toda persona capaz de significar cualquier signo, es un lector; pero a diferencia de la lectura, en la que uno puede retroceder a la página anterior, la televisión se consume en el momento, por lo que es difícil su relectura y su consumo tiene otra lógica que no obedece a la literatura, pero que puede acercarla al público.



“La poesía y la televisión no se gustan mucho entre sí, son lenguajes antitéticos por antonomasia, porque se leen y se consumen de manera completamente distinta”, explicó el también conductor de televisión y aseguró que “la televisión sí es una buena promotora de la lectura, la televisión que sabe seducir y desplegar todos sus artilugios y artificios para conquistarnos y dejarnos embobados, nos puede derivar hacia la literatura”.



Enseguida, José Gordon expuso que la importancia de la literatura es no sólo vivirla en el libro, sino llevarla a la vida cotidiana, incluida la televisión, y experimentar en este medio de comunicación nuevos lenguajes e imágenes que conmuevan al público y perpetúen una resonancia en el televidente que lo invite a acercarse a la literatura.



“El gran secreto de la literatura es que comunica espejos de nuestros dramas, de nuestra condición humana, en donde vamos circulando por la vida de manera fragmentaria y, de repente, podemos hacer apuntes de nuestra historia a través de otra historia. Estas son las relaciones peligrosas, porque implican alterar nuestras vidas”, compartió Gordon, conductor del programa de televisión “La Oveja Eléctrica”, que se transmite por Canal 22.



José Gordon aseguró que hay programas televisivos que cuentan con la capacidad crítica, la calidad de diálogo y la fortaleza emotiva de una novela, por lo que señaló que la televisión cultural debe enfocarse a reproducir las grandes voces y en general a abrir el conocimiento.



Para Déborah Holtz, es importante cuestionarse qué tipo de programación televisiva tiene la población mexicana, pues afirmó que esta televisión cultural es difícilmente colocada en la barra programática de las televisoras, “incluso a pesar de tener un buen rating’’.



“Yo hago libros y luego llegar con ellos a ustedes se vuelve una complejidad increíble, debería de ser concomitante con las políticas culturales de este país, inexistentes, porque no hay una política pública para el libro o la lectura y eso es lo que originalmente se refleja en la televisión que estamos haciendo”, reflexionó la editora.



Informó que mientras en Alemania existen 17 mil editores, en la Cámara Nacional de la Industria Editorial en México hay alrededor de 300 registrados, lo que da una idea del abismo que hay entre la producción editorial y la importancia que le da la población a la lectura.



Moderados por Gina Viviana Bechelany, los participantes de esta mesa, organizada por la Ciudad de México --Invitada de Honor en el encuentro--, enfatizaron la importancia de considerar la televisión como promotora de la literatura, que a través de su lenguaje propio puede atrapar nuevos lectores con un contenido inteligente que parta de sólidas políticas culturales.



Actividades artísticas y editoriales

Paralelamente, en el Escenario ubicado en la explanada del MUAC, Los Viernes Swing Band iniciaron las actividades musicales de la segunda jornada de la Fiesta del Libro y de la Rosa 2016 con su característico sello sonoro, arraigado en géneros como el rock and roll y la big band, que incitó a bailar al público al estilo de los años cuarenta y cincuenta con temas como "Llévame" y "Vedette".



Al filo del mediodía, en el Foro José Emilio Pacheco se llevó a cabo la presentación del libro El árbol habla. Octavio Paz para niños, coeditado por la Coordinación Nacional de Desarrollo Cultural Infantil Alas y Raíces y la CDMX, mismo que fue entregado al público infantil presente y forma parte de la colección Poesía para Niños, creada en 1998, y que actualmente se compone de siete títulos dedicados a la obra de autores mexicanos como Carlos Pellicer, Jaime Sabines, Efraín Huerta, Elías Nandino, Enriqueta Ochoa y Ramón López Velarde.



El escritor Oscar Garduño y Valentina Ortiz Pandolfi, especialista en publicaciones comunitarias, compartieron con el público asistente al último día de actividades del encuentro, la importancia de acercar a los niños a la obra de Octavio Paz y, en esta edición, a través de los ojos de los niños que estudiaron en la misma escuela que el Premio Nobel de Literatura en 1990, la escuela primaria “Independencia” de la colonia Mixcoac.



“Hay un prejuicio en lo infantil al considerarlo sinónimo de tonto”, y en este caso la publicación es un esfuerzo muy atinado que muestra algo complejo para niños, pero que no simplifica las ideas, sino que sólo reduce la cantidad de palabras, porque estos pequeños lectores son personas que llevan poco tiempo manejando la lectura”, compartió Ortiz Pandolfi.



Garduño subrayó que “un niño es un excelente contador de historias, por lo que contarle algo a un especialista en historias no es nada sencillo” y destacó el libro como un médium a través del cual los pequeños pueden acercarse a la vida y obra del también autor de El laberinto de la soledad.



Talleres para todos

Durante los dos días de la Fiesta, la Zona de Talleres que ofreció la Ciudad de México en el Centro Cultural Universitario, sede del encuentro, captaron la participación de niños, jóvenes y adultos a través de diversas actividades, como el Taller Lectura en Voz Alta: "100 poemas en papel revolución", impartido por Álvaro Cartagena, que con las preguntas ¿Qué significa para ti la palabra? y ¿Qué significa la lectura?, el público valoró la importancia de la lectura en voz alta, a través del tradicional poema anónimo El barzón.



El Taller "Los pasos del ajolote", impartido por Valeria Santos, conjuntó el fomento a la lectura, las artes plásticas y la preservación de la fauna de la Ciudad de México entre los niños, mediante una actividad que incluyó el uso didáctico de semillas para rellenar las diferentes ilustraciones de ese anfibio. Se leyó en voz alta el cuento “Los pasos del ajolote”, mismo que narra desde la perspectiva prehispánica el origen de esta especie.



También, entre hojas de papel de distintos colores, crayones y pegamento, se realizó el Taller "Borges. El libro de los seres imaginarios", para impulsar la lectura, así como el uso didáctico de los materiales más mencionados por el autor, en función de la elaboración de seres imaginarios creados a partir del libro.



"Los molinos de viento de Don Quijote de La Mancha", impartido por David Baltazar, estuvo focalizado en un pasaje de la obra de Miguel de Cervantes, donde visualiza a los molinos de viento como gigantes, referencia de la que los asistentes partieron para elaborarlos a pequeña escala. Otra actividad que cautivó a los lectores fue el Taller de Sombras, que concluyó la serie de talleres que La Fiesta del Libro y de la Rosa ofreció a los asistentes de todas las edades, donde el público elaboró, a base de cartón y papel transparente, diferentes figuras relacionadas con la obra El Quijote de La Mancha, como un acercamiento a la literatura clásica.

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