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Cine 2016-04-14 19:04

Charlas de cinefilia del Centro de Documentacion

Charlas de cinefilia del Centro de Documentación



Las vertientes del cine musical fueron tema de conversación en la Cineteca Nacional



Para el especialista Lauro Zavala existen más de 20 subgéneros internacionales del musical



Parece un poco enigmático, ¿qué es esto del cine musical que se hace fuera de Hollywood? Yo, simplemente como un cinéfilo, he encontrado más de 20 géneros de cine musical que se hacen fuera de la industria de cine más grande del mundo, comentó Lauro Zavala durante la charla “El cine musical fuera de Hollywood”, que se llevó a cabo este 12 de abril en la Sala 4, Arcady Boytler.

Organizada por el Centro de Documentación de la Cineteca Nacional y la Asociación de Análisis y Teoría Cinematográfica (SEPANCINE), la ponencia del doctor en Literatura Hispánica expuso las diferencias entre las dos decenas de subgéneros del cine musical que ha definido a lo largo de su carrera.

El primer género que abordó puntualmente fue el cine musical político, caracterizado por obras como Billy Elliot (Stephen Daldry, 2000) y Bugsy Malone (Alan Parker, 1976), en donde los números bailables y las canciones ocultan (o reflejan) un contexto político específico. De acuerdo con el conferencista, este subgénero estuvo fuertemente influenciado por la teoría dramática de Bertolt Brecht.

“La idea de Brecht es muy propicia para el cine porque propone que el cine sea espectacular y que ese espectáculo sea lo que permita que los espectadores tomen conciencia, siempre y cuando la obra permita ese espacio para que reflexionen. Esto que es tan espectacular no es la realidad”, aseguró.

Para poder comprender la expansión de este género primordialmente norteamericano, el investigador dividió la historia del musical hollywoodense en tres etapas. La primera, comprendida de 1930 a 1933, confinaba sus canciones y coreografías a los escenarios. A partir de 42nd Street (Lloyd Bacon, 1933), las películas comenzaron a mover sus bailables a la calle. La última etapa, a partir de 1939, no encontró límites para situar las secuencias musicales.

El director de SEPANCINE afirmó que el componente sonoro de una película es de suma importancia, tanto para el cinéfilo como para el investigador, ya que es el único elemento que verdaderamente trasciende la pantalla grande y que entra en contacto directo con los espectadores.

Cada uno de los géneros fue ejemplificado con uno o más fragmentos de películas respectivas; por ejemplo, Zoot Suit (Luis Valdez, 1981) para ilustrar el musical político; The Singing Detective (Keith Gordon, 2003), para el musical noir; Renaissance Man (Penny Marshall, 1994) para el musical shakespeareano, y el video musical de Let Forever Be, de The Chemical Brothers y dirigido por Michel Gondry, para ejemplificar lo que el ponente denominó “videoclip de autor”.

Las Charlas de cinefilia del Centro de Documentación continuarán el martes 19 de abril con la conferencia de Baldomero Ruiz Ortiz: “Historia de las epidemias en el cine”, que tendrá lugar en la Sala 4 a las 18:00 horas.

RGY

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