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Cine 2016-04-08 13:40

En la Cineteca Nacional se proyecto la version restaurada de El automovil gris

Con escenas no vistas desde su estreno



En la Cineteca Nacional se proyectó la versión restaurada de El automóvil gris

Una abarrotada sala 2 fue sede de esta función especial de casi cuatro horas y que fue musicalizada en vivo por José María Serralde



Una Ciudad de México señorial, de regia arquitectura y enormes calzadas a pesar de reflejar los estragos de la guerra, hombres de sombrero y bastón, mujeres ataviadas de recatados y complicados vestidos. La tarde del jueves, en la Sala 2 Salvador Toscano de la Cineteca Nacional, se vivió un viaje a aquel México posrevolucionario a través de la proyección especial de El automóvil gris (México, 1919), musicalizada en vivo por el pianista José María Serralde.

La versión de esta cinta fundamental del cine mexicano, es fruto del trabajo de tres años del Laboratorio de Restauración Digital "Elena Sánchez Valenzuela" de la Cineteca Nacional. Un esfuerzo en el que digitalizaron escenas inéditas y se recuperaron otras extendidas y suplementos. Se trató de una versión de 223 minutos, la más fiel a la versión original en episodios.

Considerada como una obra maestra del cine mexicano, El automóvil gris es un caso único en el panorama fílmico de América Latina. Es una historia de delincuencia particularmente intensa y compleja, basada en los crímenes perpetrados en 1915 por una banda criminal que aprovechó la conflictiva situación política de la época.

Ante una sala repleta, Alejandro Pelayo, Director General de la Cineteca, presentó esta proyección tras destacar la trascendencia de la cinta que hizo de su director, Enrique Rosas, uno de los realizadores más emblemáticos de nuestro cine.

“Rosas utiliza un lenguaje cinematográfico muy moderno para recrear hechos ocurridos en un pasado reciente, 1915, los referidos a la célebre Banda del automóvil gris. Para ello combina la ficción con escenas documentales consiguiendo una obra que lo consolida como un verdadero autor ya en esa época”, señaló.

Pelayo también se detuvo a agradecer especialmente a la familia Rosas Priego, quienes desde 2009 pusieron a resguardo en la Cineteca los materiales fílmicos de la película, lo cual hizo posible recuperar escenas no vistas desde el estreno del filme, así como la complicada trama que ideó Enrique Rosas y que se había perdido con el paso de los años.

Por su parte, el pianista José María Serralde, que celebraba 20 años de musicalizar filmes silentes, compartió con el público la forma en que compuso la partitura especial para esta proyección. “No fue un mero ejercicio de estilo, traté de elucubrar con los recursos de los años 10. Intenté hacer una especulación, bastante libre, de qué hubiera pasado si alguno de los pianistas de cinematógrafo de entonces fuera el encargado de este trabajo”, expresó.

Serralde, invitó a los asistentes a ser parte de un viaje al pasado a través de sus propias reacciones: “Como no puede faltar en la partitura del cine mudo, está también la crean ustedes. Si ríen, si río, si lloran, si lloro, esto se vuelve una suerte de tercer discurso que está sucediendo en la sala, como ocurría en aquellos años”.

La función que tuvo dos intermedios, y estuvo amenizada por música que incluía piezas de compositores mexicanos, música de salón y concertistas de la época, piezas que, a decir de Serralde, “se habrían encontrado en el repertorio de los estudiantes del conservatorio, así como música popular mexicana”.

A la par de la experiencia fílmica, también se pudo disfrutar de la exposición “El automóvil gris, historia de una restauración”, en el vestíbulo de la sala 2, en la que se explica a detalle el proceso de restauración que llevó la cinta, todo por medio de que diversas ilustraciones, proyecciones y animaciones que dan cuenta del proceso.

MCL

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