Sesión de escucha en la Sala Murray Schafer

Ofreció Raúl Dávila su concierto Quemando cromo de "música

maquínica" en la Fonoteca Nacional

• Estrena el compositor mexicano cinco piezas de su

proyecto creado con sonidos producidos por la maquinaria

de la industria textil

Con el estreno de Quemando cromo, Raúl Dávila inserta un nuevo

estilo de crear música, al ofrecer cinco piezas con sonidos acústicos

y electroacústicos en las que pone énfasis en las relaciones ejercidas

entre compositor e intérpretes, lo que, de acuerdo con el propio

artista, genera una reflexión sonora de la compraventa de la fuerza de

trabajo.

Con su presentación en la Fonoteca Nacional, el egresado

de la Escuela Superior de Música expresó su satisfacción al dar a

conocer las piezas C-501, para arpa y soporte fijo; GK9-18, para violín,

violonchelo, flauta, clarinete y piano; MV 4-3.2 II, para clarinete bajo o

flauta bajo amplificado; FS/16, para cuarteto de cuerdas amplificado, y

C5 SC, para soporte fijo multicanal.

En entrevista con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes,

Raúl Dávila afirmó que el proyecto surge como un acercamiento a

las experiencias que ha tenido desde su infancia en relación con los

entornos industriales y con las máquinas textiles, principalmente.

“Son una reflexión constante en la relación con estos temas

y una búsqueda por encontrar un sonido personal que me permita

dialogar con aspectos de mi imaginario y de los objetos sonoros quese fueron creando en mi memoria”, entre éstos los de una fábrica

textil.

Tras la sesión de escucha en la Sala Murray Schafer, donde

compartió su estilo de música, comentó que este proyecto maquínico

acaba de iniciar, pero “llevo de seis a ocho meses trabajando en él y

es la primera vez que me siento cómodo con mi trabajo. Siento que

estoy mostrando algo de lo que soy; me siento tranquilo y contento

porque he encontrado un discurso sonoro con el cual me siento

vinculado con él”.

Con influencia de la música pop, rock, industrial, pero sin dejar

a un lado lo que es su formación en la música clásica, el compositor

afirmó que lo que pretendía era un discurso "maquinal," en el que

el proyecto en sí se basa en tres conceptos básicos: el maquínico,

el concepto del funcionamiento de la máquina textil y, por otro lado,

relacionarlo un poco con la producción mercantil, la compraventa de

mercancía y lo que tiene que ver con el entorno industrial.

“Esa música permite remitir un tipo de sonido máquina, está

relacionado con la escritura que también pide al interprete poder

tener la capacidad de memorizar”, refirió Raúl Dávila quien dijo que el

propósito es convertir un poco al intérprete o músico en una máquina

productora de sonidos, lo cual no tiene que ser estético, sino una

máquina.

“Cuando vas a una fábrica funcionan las máquinas, generan

un sonido, pueden generar un discurso, pero a las máquina no les

importa que te guste o no. Están funcionando”, por lo cual insistió que

“son música porque son sonidos organizados en el tiempo”.

Al referirse a la segunda fase de este proyecto, comentó que

comprende la presentación de estas mismas piezas, nada más

que trabajadas, “aquí fue una experiencia bastante enriquecedora.

Trabajar con los músicos y seguir preparando las piezas,desarrollarlas, llegar a un resultado más convincente. “Vamos a la

mitad del proyecto”, indicó el joven compositor quien lleva 15 años

escribiendo música contemporánea.

En el concierto Quemando cromo, Raúl Dávila fue apoyado

por Alexander Bruck, viola; Janet Paulus, arpa; Carlo Prieto, violín;

Antonio Rosales, clarinete bajo y clarinete en si bemol; Natalia Pérez,

violonchelo; Carlos Matus, piano; Israel Torres, violín, y Dave León,

flauta.

La Fonoteca Nacional se encuentra en Francisco Sosa

383, colonia Barrio de Santa Catarina, en Coyoacán. Para

conocer la programación y próximos eventos consulte la

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