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Museos 2015-10-02 14:58

Origenes, formas y estampas quijotescas: musica con gran expresividad

Orígenes, formas y estampas quijotescas: música con gran expresividad



Ø La última producción discográfica del compositor Leonardo Coral fue presentada en el Museo Nacional de Arte



Ø Interpretan la pianista María Teresa Frenk, la violinista Viktória Horti y la violonchelista Luz María Frenk



La noche del miércoles 30 de septiembre, el Salón de Recepciones del Museo Nacional de Arte fue el escenario donde se llevó a cabo la presentación-concierto de Orígenes, formas y estampas quijotescas, la última producción discográfica del compositor mexicano Leonardo Coral. En el emotivo acto participaron la pianista María Teresa Frenk, la violinista Viktória Horti, el director de orquesta Rodrigo Macías y el coordinador nacional de Música y Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), José Julio Díaz Infante.



El propio compositor fungió como moderador e inició al darle la palabra al recién nombrado titular de Música y Ópera del INBA, a quien conoció en el Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez, compartió. A decir de Díaz Infante, Leonardo Coral siempre se enfrenta a un doble reto: traer la música tradicional y transitarla magistralmente.



Este disco, agregó, aborda formas muy establecidas, como la sonata o el preludio, sin tomarlas en un sentido estricto: “Leonardo las explota, las extiende, las tuerce, les da vuelta de alguna manera, llevando a los límites su trabajo creativo. Posee una gran expresividad la totalidad de su música”.



El disco integra cuatro grabaciones: Orígenes para violín solo (interpretada por Horti, la Sonata para piano núm. 7, 12 preludios para piano solo (ambas dedicadas a su esposa María Teresa Frenk y tocadas por ella) y Estampas quijotescas.



Orígenes fue estrenada el año pasado en Budapest, Hungría, refirió la violinista, quien deleitó al público al tocarla. “Esta obra está integrada por cuatro movimientos. Como violinista es un reto manejar un lenguaje tan inusual. Tuve que desarrollar la coordinación motriz de ambas manos, específicamente la de la mano izquierda, lo cual llevó meses de trabajo”.



Horti añadió que Coral posee un profundo conocimiento del instrumento, “e interpretar su música requiere de gran destreza técnica. Sin embargo, se escucha una música fluida y profunda, con emociones fuertes”.



En su oportunidad, Rodrigo Macías calificó a Coral de “compositor de raza pura. Es un creador muy sincero, con enorme imaginación musical, que no puede dejar de crear, detalle que demuestra la fuerza de su vocación, aprendida de grandes compositores mexicanos.



“Su música sin máscaras, muy vital, con una fuerza contenida que explota en una pieza de violín, sinfónica o sonata, tiene una huella personal. Existe una personalidad genuina, auténtica, que hace que su música conecte con la gente”.



Coral, al presentar a su esposa, quien interpretó los 12 preludios incluidos en el disco, señaló que no solo han compartido la aventura de la vida, sino que también son cómplices en esta camaradería musical.



María Teresa Frenk aseveró que esta grabación es un material unitario: “Si escuchamos con atención de principio a fin y dejamos que vuelva a comenzar, encontramos que la Sonata, que inicia el disco, termina justamente con la nota con la que comienza la segunda obra, Orígenes, y la última nota de esta, a su vez, es la primera de los 12 preludios”.



El disco se grabó con al apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, agregó. “Estas obras las tenemos en los dedos, porque las hemos tocado mucho, excepto el trío que cierra el disco –pieza en la que también participa la violonchelista Luz María Frenk–, y nos dimos a la tarea de grabarlo en marzo. Para fines de agosto ya estaba listo. Esto fue bastante rápido. Casi siempre suele tardarse un año terminar un producto de esta calidad”, abundo la pianista.



“Tenemos cierta cercanía por nuestro matrimonio, pero antes de eso hemos sentido afinidad. A mí me gustaba su música y a él mi forma de interpretar. Me ha dedicado algunas obras y procuro estrenarlas personalmente, en este caso, la Sonata y los 12 preludios”.



La obra de Coral es interpretada en México, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Israel, España, Hungría y Estados Unidos, entre muchos otros países. “Es evidente que tanto a los músicos como al público les gusta”.



La música del compositor, acotó Frenk, “es acústica, atonal, serial, melódica, mimética, con diferentes lenguajes composicionales. Es posmoderna, con pocos recursos externos o experimentales, pero siempre suena a sí mismo, con agrupaciones rítmicas determinadas o cierto tipo de armonía, ya que cuenta con un desarrollo esencial en su personalidad compositiva. Personalmente, la música nueva me envuelve, me fascina o me repugna, y si no me gusta, me salgo de la sala. La obra de Leonardo siempre me ha gustado, incluso antes de ser compañeros de vida”.



Leonardo Coral, concluyó la pianista, “posee mexicanidad, no como la de Márquez o Moncayo, basados en el folklor, sino que es universal con una personalidad de vanguardia mexicana que trasciende fronteras”.

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