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Teatro 2015-09-07 16:58

Hoy día decir Luis de Tavira es sinónimo de decir teatro: Juan Villoro

El dramaturgo cumplió 67 años el 1 de septiembre



Hoy día decir Luis de Tavira es sinónimo de decir teatro: Juan Villoro







La pasión por la vida y por el teatro es acaso la principal característica del multifacético dramaturgo, director, investigador y académico Luis de Tavira, quien a lo largo de su carrera dentro del teatro ha logrado redefinir el arte dramático desde distintos perspectivas.

Las virtudes de Luis de Tavira (Ciudad de México, 1948), quien este 1 de septiembre cumple 67 años, hacen que Juan Villoro lo identifique como “una enciclopedia teatral en un solo hombre”; entrevistado al respecto, el periodista, escritor, y ensayista mexicano reconoce la labor del director de teatro: “estamos ante una persona que ha entendido el teatro de la palabra de una manera excepcional”.

Y es que Luis de Tavira es un director que ha visto la creación teatral desde todos los rincones posibles, sin embargo de todos los ángulos desde donde él ha dominado el teatro sin lugar a dudas el predominante es la dirección de escena.

Obras como Grande y Pequeño, La conspiración de cucaña, La guía de turistas, Felipe Ángeles, Ventajas de la epiqueya, Santa Juana de los mataderos, entre muchas otras confirman que Luis de Tavira tiene la capacidad excepcional de montar tanto obras de dramaturgos contemporáneos como de autores clásicos.

Ya en 1996 Olga Harmony escribía en su libro Ires y venires del teatro en México de la colección Periodismo Cultural del Conaculta sobre los alcances histriónicos de los actores en la obra de teatro El 75° con la dirección escénica de Luis de Tavira: “Hay que agradecerle a De Tavira este entendimiento en esta dirección suya, en la que quiso quedar en segundo término y no pudo, porque es casi un viraje en su trayectoria: el hacedor de esplendidas imágenes visuales, al atender al texto y sus implicaciones, refrenda que es un magnifico director de actores”.

Fue el propio Juan Villoro quien en el año 2009, no convencido completamente de lograr el desafío encargado de traducir la obra Egmont del autor alemán Goethe, vivió la maestría de la dirección escénica de Luis de Tavira, quien para persuadirlo de hacerlo recurrió a su papel de director.

Juan Villoro cuenta: “Es casi un despropósito traducir al máximo autor de la lengua Alemana es un gran desafío y él como buen director de escena me hizo entrar en personaje, es una persona de un carisma y una capacidad de convencimiento que no solamente ejerce en escena como director sino en el gran teatro del mundo, entonces de alguna manera a mí me convirtió en su actor porque me dijo: ‘tú puedes hacer esta traducción, vale la pena’”.

Si bien el trabajo profesional del director Luis de Tavira ha sido aplaudido por la crítica y por el público, éste además ha reconocido la labor social que en más de una ocasión el director ha recalcado, pues el teatro lo concibe como una escuela formadora de ciudadanía. En este sentido Juan Villoro puntualiza el trabajo que el director Luis de Tavira ha hecho por el teatro mexicano y por la formación de públicos críticos: “El teatro en su conjunto tiene que ver con la necesidad de crear comunidad, muy en particular, el teatro de Luis de Tavira ha puesto el acento en esto.”

De esta forma, la tarea teatral de Luis de Tavira se revalora en el contexto actual de la sociedad mexicana de una forma ineludible: “El teatro ha contribuido al proceso civilizatorio de numerosas sociedades y en un ambiente como el nuestro rodeado de violencia e injusticia, corrupción y desigualdad el teatro es un espacio de reflexión absolutamente imprescindible”, agrega Juan Villoro.

A decir de Juan Villoro, Luis de Tavira siempre ha sido consciente del contexto en el que se desenvuelve su trabajo, es decir, el director de escena tiene siempre presente a “la comunidad que lo justifica y que ahí se ve reflejada; y que entiende el teatro como un ejercicio de transformación”.

Por su lado, la periodista Alegría Martínez escribió en uno de sus libros: “Siete puertas se abren a nueve historias; todas insulsas en apariencia, exasperantes por la estupidez y el vacío humanos que nos escupen al rostro sin aviso previo. Acudimos a ocho sucesos cotidianos y uno onírico, a los que prestamos poca importancia como espectadores, justamente porque somos sus protagonistas y porque ahí comienza la fuga de nuestro ser y la edificación de una vacuidad absoluta que tomamos por existencia”.

La obra de teatro Siete puertas fue un montaje realizado en el año 2001. Alegría Martínez señala: “pero el peor infierno, es el que construimos cada día aquí, y eso es lo que De Tavira, Weiss y los actores de San Cayetano nos muestran, precisamente mediante ese trabajo que de tan apegado a nuestra realidad de hoy nos empeñamos en no comprender.”

En una entrevista publicada en Reforma en 1995, el periodista Fernando de Ita destacó el esfuerzo particular de Luis de Tavira por formar un teatro nacional con lenguaje propio, así como de los primeros pasos que dio dentro del teatro para consolidar el papel que hoy tiene dentro de las artes escénicas.

En su texto ahonda en detalles sobre el eje rector que definió su transición de seminarista jesuita a estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras: el teatro. Luis de Tavira declara: “yo venía en una orden religiosa en la que la teatralidad era vista a partir de la maniquea división de lo profano y lo sagrado. […] Por tanto para mí es un escándalo llegar a la universidad y entrar en contacto con los creadores de la tradición de la vanguardia contemporánea”.

La cercanía que el escritor Juan Villoro tiene con Luis de Tavira se remonta a los primeros años de la revisa Punto de Partida, en la que el escritor tuvo la oportunidad de dialogar con él en la época en la que comenzaba a escribir, “es un lector extraordinario, es un hombre muy bien formado en la filosofía que es una afición mía y entonces ha sido siempre muy estimulante el diálogo intelectual con Luis de Tavira”.

En semanas recientes Juan Villoro tuvo la oportunidad de trabajar con el nuevamente en la puesta en escena de su obra Conferencia sobre la lluvia, “Luis de Tavira ha tenido una relación critica desde un punto de vista muy propositivo y creativo de los monólogos”, en este sentido agregó que conociendo la forma de trabajo de Luis de Tavira con la Compañía Nacional de Teatro, le pareció fundamental detectar la dinámica del personaje “sobre todo a quién le iba a dirigir ese discurso de tal manera que se justificara al final.”

Juan Villoro considera que Luis de Tavira ha realizado una labor titánica para impulsar el teatro nacional, y que su esfuerzo a lo largo de tantos años lo colocan como uno de los principales directores de teatro en el México: “es una persona única en nuestro medio a tal grado que hoy en día decir Luis de Tavira es sinónimo de decir teatro creo que eso es lo importante.”

Luis de Tavira ha puesto en escena más de 60 obras y actualmente se desempeña como director de la Compañía Nacional de Teatro. Entre los cargos institucionales que ha tenido destacan la dirección del Centro Experimental Teatral del INBA y del Centro Universitario de Teatro de la UNAM. Es miembro de distintas asociaciones internacionales como el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral y la International Association Theatre Critics (IATC). Sus obras han recibido premios del jurado del Festival des Ameriques de Montreal, el Premio Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral CELCIT, de Caracas, la Agrupación de Periodistas Teatrales, y Premio Juan Ruiz de Alarcón, entre muchos otros, de igual forma en 2006 fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes.

MHR

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