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Noticias 2015-08-19 16:25

El Faro brinda a los jóvenes las herramientas para forjarse un camino en la vida: Eduardo Vázquez



El Faro brinda a los jóvenes las herramientas para forjarse un camino en la vida: Eduardo Vázquez

El Secretario de Cultura de la Ciudad de México compartió con los adolescentes cómo se gestó el proyecto de las Fábricas de Artes y Oficios, a 15 años de su creación

Participó en el ciclo de conferencias que se realizan en el Museo de la Ciudad de México como parte de la Semana de las Juventudes que organiza el Instituto de la Juventud

El proyecto de la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) brinda a los jóvenes las herramientas para forjarse un camino de vida, afirmó el Secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín, durante su participación en el ciclo de conferencias en el Museo de la Ciudad de México como parte de la Semana de las Juventudes que organiza el Instituto de la Juventud de la Ciudad de México (Injuve CDMX).

Acompañado por el fotógrafo y tallerista del Faro de Oriente Jesús Villaseca; Héctor “El Chino”, vocalista de Los Victorios, y Raúl Osorio Maldonado, cartonista integrante del Colectivo Última Hora, el funcionario capitalino recordó que la creación del Faro tuvo que ver con un proceso muy importante de la Ciudad de México, que fue la primera elección democrática de sus gobernantes; así como con la experiencia del sismo de 1985, que provocó en la ciudadanía la necesidad de organizarse.

Y es que, compartió, durante el primer gobierno por elección popular en el Distrito Federal, presidido por Cuauhtémoc Cárdenas, el entonces director del Instituto de Cultura —dependencia que antecedió a la Secretaría de Cultura—, Alejandro Aura, lo invitó a colaborar y organizaron un primer concierto en el Zócalo capitalino, en una época en que esos eventos estaban vetados, con la intención de poner la ciudad en manos de sus jóvenes.

De esta fiesta, dijo, surgió la reflexión de ir más allá y construir espacios autogestivos en los que los jóvenes pudieran manifestar libremente su cultura y tuvieran acceso a una educación artística no formal. Y así fue como junto con un grupo de artistas decidieron apostar por el concepto medieval del taller, en el que un maestro transmite sus conocimientos en el espacio mismo de creación y no en el aula, a fin de producir trabajadores de artes y oficios y no egresados con un título.

Vázquez Martín refirió que con la idea concebida del Faro se buscaron zonas para albergarla, y al analizar un mapa de la ciudad encontraron que la infraestructura cultural se concentraba en un corredor que iba del Centro Histórico a Ciudad Universitaria, mientras que había Delegaciones políticas sin nada de oferta cultural.

Por ello, indicó, decidieron que dicho Faro tenía que tener su sede en una zona con poco o nulo acceso a la cultura. Entonces el arquitecto Alberto Kalach les notificó que existía un edificio en Iztapalapa, una demarcación que durante décadas fue dispuesta para colocar basureros y cárceles, y en donde habita una gran cantidad de migrantes de otras partes del país.

Y así fue como se formó el primer taller de artes escénicas del Faro de Oriente, a cargo de la actriz y dramaturga Jesusa Rodríguez, quien junto con Isela Vega y jóvenes de la comunidad montó una versión de la obra teatral El Fuego, de Esquilo, mientras se fue construyendo el inmueble.

Aunque la población al principio consideraba que lo que necesitaba era una clínica o una estación de policía, recordó el Secretario de Cultura, poco a poco fueron aceptando y apropiándose del Faro, no sólo los adolescentes sino también los niños y adultos.

Muestra de ello, comentó, es que a 15 años de su creación, muchos de los alumnos del Faro de Oriente subsisten gracias a los talleres impartidos ahí.

“No es sólo una política que suene bonito; es una política eficaz, que abre espacios y posibilidades para la vida”, afirmó. Destacó que el Faro es además un punto de encuentro y convivencia, el cual ya se ha reproducido en otras tres sedes (Indios Verdes, Tláhuac y Milpa Alta) y que pronto llegará a Aragón.

En su intervención, el fotógrafo de La Jornada Jesús Villaseca dio a conocer que llegó al Faro de Oriente luego de colaborar en una investigación de Carlos Mario Perea y descubrirlo como “un oasis en el desierto”, pues la zona era muy violenta.

El artista de la lente que en octubre cumple 12 años como maestro en el Faro de Oriente relató que durante ese tiempo unos 3 mil jóvenes han tomado su taller, de los cuales unos 60 fotógrafos están trabajando de manera profesional en los medios de comunicación y en áreas de comunicación de gobiernos e instituciones.

Asimismo, han sido galardonados con diversos premios, por lo que el taller de fotografía básica y de fotoperiodismo del Faro de Oriente es hoy en día un referente en la Ciudad de México y en el mundo, pues es reconocido incluso por el World Press Photo.

Pero para Villaseca el verdadero valor del proyecto está en su carácter transformador, pues asegura que el Faro le cambia la vida a todo aquel que acude.

“A mí me hizo aprender que lo más importante como fotógrafo son las imágenes de mis alumnos y no las mías”, dijo el también Premio Nacional de Fotografía.

A su vez, el cartonista Raúl Osorio Maldonado calificó al Faro de Oriente como “su vida”, pues lleva ahí 13 años y lo considera como un espacio de libertades en el que los jóvenes aprenden a ser responsables de su propia formación.

Recordó que cuando ingresó al taller de cartonería se hacían figuras pequeñas, pero para el décimo aniversario del grupo de ska Panteón Rococó, los invitaron a realizar piezas de gran tamaño para el escenario y crearon los primeros esqueletos monumentales. ]Y luego de que la entonces Secretaria de Cultura Raquel Sosa viera la obra, los invitó a hacer algo de ese tamaño para la megaofrenda del Zócalo de 2005.

Años más tarde, ese primer grupo de cartonistas se dividió y nació el Colectivo Última Hora, que se compone actualmente por seis cartoneros, aunque para proyectos especiales se integran otros más, quienes comenzaron a ver que se puede vivir del arte.

Sus obras han estado en diversos estados de la República Mexicana y en países como Brasil, Alemania y Dinamarca. Mientras que su última participación fue en la película Spectre, de la saga de James Bond. En este sentido, hizo una invitación a la población capitalina a acercarse a la oferta cultural que ofrecen los Faros en cualquiera de sus sedes.

Y para Héctor “El Chino”, vocalista de Los Victorios, quien ha vivido el Faro desde el escenario musical, subrayó que “en el Faro se ejerce un poder revolucionario de manera permanente y mucha gente lo valora con toda su alma, entre ellos mi persona”.

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